CARTA ABIERTA A LA MUJER, EN SU “DÍA” 8/Febrero/2018 Querida mujer: Permíteme que hoy, 8 de marzo, me dirija a ti de esta forma global, en este día en que la Humanidad parece que desea recordarte y homenajearte. Antes de nada, me pregunto: ¿Es que los 364 restantes días del año no son también tuyos, para tenerte en cuenta? ¿Es que, acaso, con ese “invento de efemérides”, la Humanidad podrá acallar su conciencia discriminadora? Déjame que hoy, me dirija a ti como hombre (mejor dicho, como persona igual que tú), para decirte –¡ojalá en nombre de todos los que compartimos la misma buena voluntad!-- lo siguiente: Reclama la IGUALDAD; pero, por favor, no renuncies a tu feminidad, que te hace ser diferente, como mujer y, casi siempre, mucho más válida que el hombre en infinitos campos sociales. Exige la EQUIPARACIÓN en todos los aspectos, como persona; pero sigue ejerciendo con maestría ese AMOR ESPECIAL que te distingue, con el que sobrepasas los cánones machistas y con el que das lecciones de sacrificio, dignidad y entrega. Reivindica “IGUAL TRABAJO, IGUAL RETRIBUCIÓN”, pero no consientas que ese tratamiento laboral te sea concedido solamente por lástima u obligación impuesta por la norma,sino por derecho, que es tuyo e inalienable. Pide que tu TRABAJO DOMÉSTICO –anónimo, callado y no retribuido-- sea considerado necesario, imprescindible, valorable..., aun a sabiendas de que lo haces vocacional y amorosamente; pero no permitas que se diga que esas tareas te competen, inexorablemente, por tu condición de mujer. Condena el ACOSO, LA VIOLENCIA DE GÉNERO, EL MALTRATO , LA HUMILLACIÓN, LA EXPLOTACIÓN SEXUAL... y todos aquellos comportamientos con los que el machismo --estúpido, condenable y criminal-- te hiere, te amenaza, te atenaza y te encadena; pero no aceptes NUNCA el que te consideren solamente como víctima y digna de lástima, sino como dueña de ti misma y NO PROPIEDAD de alguien. No consientas JAMÁS ser considerada OBJETO SEXUAL, expuesta a la humillación y a la mofa grosera del machismo recalcitrante; pero permítete ser coqueta y elegante, para que los que te miramos y admiramos con dignidad y respeto, podamos llamarte GUAPA (que no es ni acoso ni insulto). No dejes NUNCA que se te considere de escala SOCIAL INFERIOR y exige TOLERANCIA CERO contra quienes te miren por encima del hombro; pero permite a quienes te valoramos por tu bondad, belleza, inteligencia u otros valores, que podamos enorgullecernos de ti, como madre, esposa, amiga o compañera. No renuncies a ser tú misma, mujer, con el derecho a hacer de tu cuerpo, de tu vida y de tus sentimientos lo que desees, sin imposiciones ni restricciones; pero ten cuidado y no creas que todos los hombres interpretamos tus acciones de la misma manera. No te fíes de quienes, en su estúpido intento de “redimirte”, te llaman “jueza”, “portavoza” o “miembra”, limitándose a la palabra, mas olvidando lo que de verdad te interesa para no ser discriminada. SÉ IGUAL que el hombre en derechos, deberes y libertades... y admite solamente que las únicas diferencias que pueden ser aceptadas son aquellas que nos permitan complementarnos, como hombre y mujer, para amarnos y ser felices. Mujer: de igual a igual, te digo que reclamo, exijo, reivindico... todo aquello que durante milenios se te ha negado, y condeno todas las cadenas que históricamente te han atrapado e impedido demostrar tus valías... Para terminar, hoy, en tu “día”, proclamo que los “bien nacidos” SIEMPRE te hemos valorado, respetado y amado, como abuela, madre, esposa, trabajadora, necesaria, imprescindible..., ¡como mujer! No necesitamos que se decrete ningún día especial, para creer y admitir tu igualdad y prometerte que lo seguiremos haciendo. ¡¡¡Felicidades!!! Ángel Martín-Blas Sánchez 8:00 a. m.