Me llaman vida, porque resurjo en cualquier parte, Me llaman luz, me llaman paz, me llaman arte. Me llaman tiempo porque dicen que todo lo curo, Me llaman muerte, porque allí donde estés, llegaré seguro. Me llaman símbolo, me llaman traición, Aquellos que al ver mi imagen se ahogan en su frustración. Me llaman, y no pronuncian ningún nombre, Me llaman semi-dios, y se olvidan que soy un hombre. Me llaman cambio, precursor, presumido y déspota, Me llaman visionario adelantado a mi época. Me llaman agua, fuego, tierra, me llaman viento, Me llaman tormenta porque en cada aliento, libero lineas de sentimientos. Me llaman estatua, porque disfruto estando solo, Me llaman mar, porque saben que nunca me conocerán del todo. Me llaman lágrima, quizás por las lecciones que enseño, Me llaman fugitivo, porque nunca tuve dueño. Me llaman tantas cosas para bien o para mal, Hermosas o venenosas formas de hacerme inmortal. Me aman o me odian, me quieren o me rechazan, Me llaman, para entregarme sus halagos, su amenaza. Me llaman caricia porque mis palabras recorren tu piel, Me llaman pájaro, porque sé volar cuando me entrego al papel. Me llaman infiel, me llaman ingenuo, cobarde, hipócrita y maestro, Me llaman Las Vegas por lo que apuesto, Me llaman Wall Street por lo que arriesgo. Por mis abrazos me llaman oso, por mi rabia, tigre, Me llaman calle, no por peligroso, sino por impredecible. Me llaman mago, druida, amigo y guía, Me llaman inocencia perdida, por mi sabiduría. Me llaman sonrisa por lo sincero, me llaman fiero y caballero, Porque dejo que las frases siempre pasen primero. Me llaman títere, desviado, payaso, ¿Supongo que soy lo que ellos deben ser acaso?. Me llaman genio y demonio, me llaman furia, Me llaman manicomio porque guardo dentro aquello que otros repudian. Me llaman agitador, provocador, polémico, Sin dinero me llaman "triste loco", con dinero "divertido excéntrico", Me llaman hermético, me llaman virus y germen, Me llaman disparo, quizás porque nunca han podido detenerme. Me llaman pero no me vuelvo, me llaman rata, me llaman enfermo, Me llaman Manhattan porque nunca duermo. Me llaman desierto porque parezco eterno. Me llaman tantas cosas para bien o para mal, Hermosas o venenosas formas de hacerme inmortal. Me aman o me odian, me quieren o me rechazan, Me llaman, para entregarme sus halagos, su amenaza