A ver, veamos...
Fue un día de febrero, del año 2010, recuerdo que fue el mismo día que se celebra a la mujer mexicana... Pero ese no es el punto, sino que, ese día nos dejaron salir temprano de la secundaria...
Pero claro, fue una de esas veces que de pronto dejaban salir temprano y yo no tuve oportunidad de avisar con tiempo ya que me enteré justo ese día llegando, más conservaba la esperanza de que le avisaran a quien me fue a llevar, más no pasó así. Entonces, porque en esa escuela me odiaban entonces algo tenían qué hacer siempre, para dejarme en ridículo.
Total que salimos a las 11:00AM (Tiempo del centro de México) y ya pues, como era de esperarse mis compañeros se burlaban de mi porque no venían por mí y así, total que fue un día que hacía demasiado frío y pues, traté de quedarme dentro del lovi de la escuela, pero los maestros no me lo permitieron ya que al parecer iba a haber reunión y según dijo la jefa de prefectos, nadie podía quedarse dentro. que era mi responsabilidad avisar a mi familia o a quien fuera a recogerme, por tanto, como era mi responsabilidad, tenía que quedarme afuera. Está bien, no la hice de jamón y acepté, pero antes me puse la chamarrota que me habían obligado a no utilizar para portar solo la de la escuela, que era demasiado delgada. Ya por ahí de las 12 y después de comunicarme con mis padres con un celular que me prestaban y que por cierto, tenía que meter a escondidas porque... si no me lo quitaban (apuesto que más de uno vivió esto) y que me dijeran que andaban en alguna ocupación que terminaba después de la una de la tarde, procedí a tratar de calmarme y para matar tiempo, decidí entrar a la escuela para cruzarla e ir a comprarme unas galletas y un juguito, ya que se me antojó.
Pero no quería rodear la escuela porque era no solo enfriarme más, sino que comenzaba a caer brisa y pues, también me mojaría. Pidiéndole a todos los santos que no hubiera nadie en el lovi, abrí la puerta y pues, me metí sin problemas. tampoco arrastré mi bastón para no hacer ruido, los profes estaban guardados en el auditorio risa y risa y bien ambientados. entonces me subí por las escaleras que iban a los salones de segundo y arriba, ya caminando por el pasillo una chica me habló al momento que salía de uno de los salones. Conversamos, me preguntó cómo me llamaba, pero ella no me dijo su nombre.
Entonces, me acompañó hasta que iba a bajar por el otro lado y me advirtió que me cuidara mucho, me arregló mi bufanda y hasta incluso de una patada metió un bote de basura que había Enmedio del pasillo hacia un salón. Al bajar me dijo que ella se tenía qué quedar ahí, que tenía que esperar que diera la una de la tarde para irse, o algo así. me volvió a repetir que me cuidara y que tuviera cuidado con cosas, pero no me dijo cuales cosas...
Ya pues, me bajé de ahí y llegué hasta donde estaba el estanquillo y pedí lo que quería, pero doble. osea, dos galletas y dos juguitos. Y la muchacha me dijo que sí que tenía hambre, a lo que le dije que no, que le iba a llevar a una chica que encontré arriba porque pues, tenía que, igual que yo, esperar hasta la una y posiblemente podía tener hambre, sirve que me quedaba con alguien un rato en lo que venían por mí.
Sorprendida la muchacha me preguntó que donde estaba y le dije dónde y cómo la encontré, a lo que su respuesta fue:
-Ah, osea que tú ya la viste también, entonces no estoy loca...-
Le dije que si a qué se refería y me dijo que la esperara en lo que cerraba el puestito y salía. al rato llegó por mi lado izquierdo y me explicó que cuando ella estudiaba en esa escuela, sobre todo en segundo año, varias veces la vio y le parecía raro, porque la veía asomándose por el barandal de arriba, cerca de uno de los muros, mirando el suelo. También me dijo que la veía pasar corriendo de la subida que daba al patio, haca el frente de la escuela, con mucha desesperación. Dijo también que una vez la vio con lágrimas en sus ojos, dentro del salón del que precisamente había salido cuando yo la encontré.
Total, que yo le dije na, quizás es alguien más, me dijo que era la misma porque un día que salieron temprano y ella tuvo que esperar a que su mamá saliera y dejara toda la cooperativa en orden se quedó ahí y había platicado con ella. entonces, me preguntó que me había dicho y ya le conté.
Total, a ella también le había dicho que se cuidara y cosas así. Casi la misma plática que conmigo, por lo que me dijo: -Bueno, si no quieres convencerte... vamos al salón- y eso fue lo que hicimos...
Cuando llegamos, en efecto no había absolutamente nadie.
Después le dije que tenía sentido, porque cuando me tomó del hombro para caminar, así como cuando sentí su mano acomodando mi bufanda, la había sentido demasiado helada, pero extraño, porque sí, es cierto que hacía demasiado frío esa mañana, pero... ella también estaba abrigada.
Y estaba dentro del salón, no como yo que sí estaba fuera.
Esa es mi anécdota... algo larga pero bueno