yo me acuerdo cuando acompañaba a mis primos al café internet, y pues era re, re común escuchar esa interferencia viniendo de las cavinitas que estaban ocupadas.
Oigan y hablando de cavinas, alguien recuerda... bueno, esque no sé como se llamen en sus países, pero aquí les decíamos telecom, porque pues era esa la empresa que manejaba esos establecimientos.
Eran esos lugares donde había un resto de cavinitas enormemente pequeñas con un teléfono público, una copia del directorio telefónico y una butaca que eso si y por razones que solo dios conocerá, una butaquita pa sentarse que eso si, no tenía espaldar, tenía el asiento circular y era re, re, pero re alta.
Ahí y cuando no había teléfono fijo en la casa o a los cuchos se les olvidaba pagar el recibo del teléfono, o uno iba de urgencia en la calle y se le había quedado el celular en la casa (porque eso si mis bebitos fiuufiuu, en esa época era re común olvidarse el celular en la casa) uno iba, pedía una cavina telefónica y a gozar.
El tema es que aveces y cuando eran llamadas a larga distancia, incluso iba toda la familia a hablar por allá. Eso allá entraba la abuela, la mamá, el papá, el tío, los 3 primos, el amigo del primo y de últimas y medio espachurrado uno, como el niñito que era en esa época.
El caso esque los teléfonos eran unos burrotes, tenían teclas circulares grandototototas incluso para los estándares de un teléfono fijo y bueno, eso era cada uno de los miembros de la familia como de a quince segundos pa hablar con el tío que vivía en Bucaramanga, la tía que vivía en Bogotá, o el primo que vivía en tunja o así.
En fin, qué recuerdos.