oo si, es un ataque de los malvados estamentos transfóbicos, heteropatriarcales y antigénero, o era cisgénero? bue, no importa. Permítame que le enseñe algo que he recogido precisamente, hechando una leída al periódico el tiempo, uno de los más reconocidos en mi país. Luego dejaré un link directo para que puedan hecharle ustedes mismos una ojeada al artículo.
Pero antes, vamos por partes. Si bien es cierto que los comportamientos o preferencias sexuales desde niño pueden llegar a mostrarse (cosa que es ratificada como bien arriba lo dijeron, por la psicología y la sexología) debemos entender que un niño es un niño, ya está. Yo también jugué con muñecas vuelvo y digo, yo también recibí el prejuicio de que solo las niñas juegan con muñecas, eso no me convierte en trans. Eso no me convierte en una mujer reprimida, en un queer o en un género fluído ni mucho menos, solo es una parte normal de la infancia.
y en cuanto a lo que lleva a un hombre a autopercibirse mujer, también dejaré link a un artículo sobre esto, para que veamos las idioteces que se pueden llegar a dar. Pero vamos con la noticia xd.
Luan Leiva tenía tan solo dos años cuando su identidad de género comenzó a salir a la luz. Ni siquiera había empezado a hablar fluidamente, pero ya tenía claro que lo suyo no eran ni colitas en el pelo ni los vestidos que le ponía su mamá. En los roles de juego el panorama tampoco era distinto: no deseaba ser la chica, la mamá o la princesa, sino todo lo opuesto.
Pensando que se trataba de una confusión infantil, Natalia y Fernando, sus padres, comenzaron a corregirlo. Sin embargo, Luan, aferrado a su identidad de género, no cedía ante la presión y lloraba cuando se le llevaba la contraria. El desconocimiento llevó a la pareja a pensar que se trataba de un juego, hasta que, un día, se vieron en la obligación de indagar.
Según contó Natalia en entrevista con el diario Infobae, que recogió inicialmente esta historia, el momento definitivo llegó un día que Luan estaba jugando con su hermana mayor en la habitación y llegó llorando a ponerle una queja que la dejó sin palabras.
“‘Charo (la hermana) me dice que yo soy una nena, y yo no soy una nena, soy un chico’. Yo le respondo ‘tu hermana tiene razón, vos sos una chica como ella, como mamá’. Y le agarró otro ataque de llanto tremendo, pero esta vez me miró a los ojos y me dijo: ‘Yo soy un chico, ¿no ves que hablo como un chico?’”, contó la madre de Luan al diario citado anteriormente.
“Somos una familia trans, porque todos tuvimos que cambiar el chip y transicionar con él”
Los indicios estuvieron ahí alrededor de un año, pero no fue hasta ese momento que los padres de Luan se atrevieron a buscar en internet. Fue así que leyeron por primera vez las palabras “niñeces trans” o “transexualidad en la infancia”. De repente, todos los comportamientos y afirmaciones de su hijo tomaron algo más de sentido.
“Lu es un varón trans, y aquello también es parte de su vida. De hecho nosotros decimos que no es sólo él: somos una familia trans, porque todos tuvimos que cambiar el chip y transicionar con él”, dijo Natalia a Infobae.
Aunque, al inicio, las dudas y los temores se apoderaron de Natalia y Fernando, ambos estaban de acuerdo en que el bienestar de Luan era una prioridad. Con un cúmulo de preguntas e incertidumbre a sus espaldas, comenzaron a hacer el cambio paulatinamente. Luego de haber puesto nombre a la identidad de género de su hijo y de empezar a tratarlo como niño, hicieron una especie de ‘ritual’, en el que sacaron la ropa que solía usar.
A la edad de cuatro años y medio, llegó la transformación definitiva de la mano de la corrección de la partida de nacimiento de Luan. A la celebración acudió su familia, pero también lo hicieron sus compañeros de jardín. De alguna manera, la institución también se sumó al proceso de transición al dejar de separar a los estudiantes por filas y, además, crearon los baños unisex.
Si bien sus padres trabajan para que Luan se sienta seguro y orgulloso de quién es, el miedo no desaparece, pues el tema sigue siendo un desafío en la sociedad actual.
De acuerdo con Human Rights Campaign, esta identificación de género puede traer consigo rechazo, intimidación y otras victimizaciones. Eso bien lo sabe Fernando, quien, por ejemplo, recientemente ingresó a la escuela en la que entrará a estudiar su hijo para verificar si los baños tenían puertas.
El término transgénero, según el servicio de información en línea provisto por la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, MedlinePlus, hace referencia a aquellas personas cuya identidad y expresión de género se diferencian de las que están típicamente asociadas con el sexo que les fue asignado que al nacer.
Esto es diferente a la disforia de género, un término usado para describir el estrés, angustia, infelicidad y ansiedad que las personas transgénero pueden sentir cuando su cuerpo y su identidad de género no coinciden.
y aquí va link: https://www.eltiempo.com/mundo/latinoamerica/luan-leiva-el-nino-trans-de-4-anos-que-cambio-su-documento-de-identidad-746729
Ahora vuelvo y digo, creen que un niño de 2 años, tiene la conciencia, el nivel de razonamiento necesario para poder dársele la libertad de tomar una decisión de este calibre?
La libertad es lo que hace que nuestro mundo sea lo que es hoy y no un montón de represión, pero demasiada libertad nos puede conducir a extremos tan irrasionales como la represión. Y además, a la anarquía.
Ahora y en cuanto a qué es lo que hace que un hombre que es biológicamente hombre se autoperciba mujer por ejemplo, pueden ser muchas cosas como por ejemplo, la conveniencia.
Si no, pregúntenle a la señorita que en una cárcel de mujeres y con su pene de mujer, embarazó a varias reclusas.
En fin, que claro que tu puedes hacer lo que quieras en tu cama y con tu vida, siempre que no impongas a la fuerza tus creencias ni tus puntos de vista, siempre que no se traspase ese límite.