91. Nimriel,
Buenas, em, podeis poner las citas de qué autores y de qué libros son vuestros fragmentos? gracias.
Score: +0
95 messages, 4 pages: 1 2 34 ↖ Retour à la liste des sujets
Score: +13
Buenas, em, podeis poner las citas de qué autores y de qué libros son vuestros fragmentos? gracias.
Score: +0
Eso iba a decir.
«—Tenéis razón —les dijo—. Mi amor verdadero no está aquí.
—¿Accederás entonces a elegir a otro? —inquirió el rey.
Pero ella negó con la cabeza.
—No. Voy a reunirme con él en el lugar donde lo conocí.
Dicho esto, subió a su alcoba, se tendió en su lecho, cerró los ojos y se durmió.
Y nunca más despertó.
-_Y cuentan que allí sigue todavía, soñando, viviendo eternamente en el mundo onírico donde habita su amor verdadero, el reino al que ambos pertenecen… por siempre jamás».
Todas las hadas del reino, Laura Gallego García.
Score: +0
"A pesar de las ventiscas de nieve y las ráfagas de viento, a más o menos un kilómetro de distancia podía verse claramente la imagen de una torre titánica; una guarida de gigantes, dragones o algún otro ser fabuloso y abominable, ya que era excesivamente grandiosa para haber sido levantada por simples manos humanas. Se elevaba por encima de nosotros, oculta tras un velo helado de hielo y nieve, más alta que cualquier torre o ciudadela medieval... Sobre el impío edificio pendía una terrible y grotesca sensación, como si se tratase de algo innatural en esta tierra. Una enorme y blasfema Torre de Babel, erigida como burla hacia Dios y hacia todas sus buenas obras."
- La narración de Arthur Gordon Pym, Edgar allan poe.
Score: +0
"Sombras en la ausencia"
Cuando ella partió, no dejó más que un eco en las paredes y un aroma fantasmal en las ropas olvidadas. Durante días, luché contra la sombra creciente, aferrándome a los restos de su luz, negándome a ceder al vacío que crecía dentro de mí. Pero la oscuridad no es enemiga, solo espera pacientemente a que dejes de pelear.
Cuando finalmente solté los recuerdos, cuando dejé de buscarla en cada rincón, la sombra me envolvió con una ternura inesperada. No era fría, ni cruel. Era el alivio de no esperar, la paz de no desear. En su abrazo, entendí lo que nunca había querido aceptar: hay una dulzura en la caída, una verdad en la ausencia de luz.
Entregarse a la oscuridad no es perderse. Es descubrir que, en la negrura más densa, uno deja de temblar.
Score: +0
Cabezas y brazos adornados con
adornos caen por miles sobre el campo del terrible sacrificio de
hombres vivos. Algunos guerreros, con las cabezas separadas de sus cuerpos, continúan de pie,
armas en mano o armados con arcos tensos. Pronto fluye un espantoso y turbulento río
de sangre, ahogado por hombres desmembrados sin vida y miembros cercenados, y
cadáveres de elefantes entre las rocas que sobresalen. Fluye de los cuerpos de caballos,
hombres y elefantes, deleitando a enjambres de buitres y chacales estridentes, y
corre hacia el océano del otro mundo. Una guerra como ésta, Rajan,
librada entre tus hijos y los Pandavas, nunca se ha visto ni oído antes.
Los cuerpos de los soldados muertos hacen que el campo sea intransitable para los carros. Y
los elefantes muertos que yacen en el suelo hacen que Kurukshetra parezca estar cubierto
con los picos de las colinas azules. Y, ah, el campo de batalla, sembrado de cotas de malla y turbantes multicolores, es también tan hermoso como un cielo
otoñal.
Se puede ver a algunos combatientes, aunque gravemente heridos, cargando
con alegría y orgullo contra el enemigo. Muchos caídos en el campo gritan:
“¡Oh, padre, oh, hermano, oh, amigo, oh, pariente, oh, compañero, oh, tío, no
me abandones!”
Mahabharata, Bhishma Parva, canto 59, BhiShma Vadha Parva continuación
Score: +0
95 messages, 4 pages: 1 2 34 ↖ Retour à la liste des sujets
Vous devez être connecté pour pouvoir poster.