Edit: texto corregido por gpt, que no me gustó mi redacción.
Pues... anoche tuve un sueño raro. Fue uno con un poco más de lógica, así que... lo guardo acá, a ver qué tal
Aparentemente se había descubierto una especie de... material. En el sueño tenía un nombre, pero no me acuerdo... sonaba algo como "seleres" o algo así. La cosa es que ese material tenía una especie de carga negativa, clasificada como baja. Sí, eso sí que no tiene mucha lógica, y lo que sigue tampoco... pero va.
En fin, si ponías un trozo de ese material sobre cualquier objeto o alimento, este desaparecía en él, como si fuera una especie de imán, solo que se introducía en el objeto o alimento sin dañarlo. Después de unos momentos, desaparecía.
En fin, que todo en el mundo tenía una carga negativa o positiva, algo así como química, casi. Si la carga negativa y positiva de los elementos fusionados eran del mismo nivel, provocaba una reacción en el objeto o alimento con carga positiva.
No, no es que me lo explicaron en el sueño. Más bien, después de algunas cosas que apenas recuerdo, estaba con un hombre que no sé si era mi padre, amigo o familiar... la cosa es que el muy idiota quiso fusionar el material con un pastel gigante, sabiendo que provocaría la reacción.
Aparentemente lo hizo... Luego estoy con mi padre y mi abuelo, y mi padre está a punto de comerse un pedazo de pastel. Le digo algo como: "Ten cuidado, pa. Solo somos 17 seres en todo el mundo, contando animales". Sí, 17 en todo el mundo jajaja, ya pierde toda lógica pero bueno.
Él dice que todo va a estar bien, que obviamente va a poder controlarlo, y que esa cosa solo dañará una parte de su cerebro.
Se come el pastel, y luego de unos momentos su piel comienza a... no sé, oscurecerse, eso decían mis ojos en el sueño. Mi abuelo se levanta, me toma de la mano y me lleva casi a rastras mientras dice: "¡Corre!". Mi padre comienza a seguirnos como un demente.
Cabe aclarar que mi abuelo, ahora mismo, tiene poca vista. Sin embargo, en el sueño era ciego totalmente. Yo era el que veía, o eso creo. De cualquier forma, mi abuelo me llevaba, pues como en toda película barata, el ciego era por mucho una bestia que deja en ridículo a cualquier vidente. Eso, o conocía muy bien su casa.
Creo que nos escondemos en uno que otro lugar, y luego no sé por qué ni cómo, pero estamos cerca de mi padre y mi abuelo grita algo como: "¡Vayamos al tanque!". En el sueño pensé en la bomba de agua. Obviamente no tenía mucho sentido, pero ajá. Al final terminamos en una especie de pasillo con un montón de puertas, escaleras, y la bomba de agua resonaba por todo el lugar xd.
Mi abuelo abre una puerta al azar y bajamos un escaloncito, cierra la puerta, y dice sin miedo, sin susurrar ni nada, que estamos bien y seguros, que el lugar es un laberinto y que mi padre nunca nos encontraría. Luego, de la nada, empieza a llorar y dice que él siempre iba detrás de nosotros. Después de un momento, siento que mi padre pone su nariz contra la mía y tiene un aliento dulce, como una especie de perfume. Ah, y frío.
Le ruego por favor que me dé una muerte rápida, pero él me ignora, y me dice agitado que ahora él tendría ojos y que yo vería lo que él ve en ese momento. Ahí proceso que la reacción también había desaparecido sus ojos, dejando unas cuencas totalmente vacías y profundas.
Intento gritar cuando acerca sus manos a mis ojos, dispuesto a quitármelos, supongo. Mi abuelo, llorando, le dice que no, que yo siempre fui el ciego, y que él era el que veía. Que si alguien merecía una muerte tan tortuosa, sería él.
Ambos aceptamos eso como verdad, como si yo siempre hubiera sido el ciego en realidad. Tipo, no pregunté, no pensé nada, de repente era real.
Mi viejo le hace caso y se acerca a mi abuelo. Ahí, sin más, me salpica tremendo río de sangre (aj, solo le quitó los ojos, puta cosa irrealista). Mi padre tira una tremenda risa aguda mientras se acerca a mí... y me desperté.
Sí, no sé por qué, pero siempre que estoy a punto de ser lastimado o asesinado, me despierto o me despiertan...
Nada, un poquito largo y quizás mal escrito o redactado, con pinta de una historia escrita por un loco que no sabe un carajo, pero no, fue así.