Los cambios de humor, sí señor. Qué horrible. Los míos no es que sean drásticos, es que hay no sé, uno o 2 días que sé que no voy a estar en mi mejor ánimo. Una vez sola probé una app (Mía, se llamaba, si mal no recuerdo) pero no se me hizo muy útil, básicamente porque me olvidaba de actualizar las fechas. Además, ya sé cuándo me va a venir, no tanto por la fecha en la que estoy porque eso puede variar, sino por mis cambios de ánimo y por cómo me siento (normalmente un día o 2 antes me duele la cabeza todo el día, es rarísimo ajjajajajas). Nunca tuve problemas a la hora del higiene, que he oído que algunas chicas ciegas lo tienen. Soy súper organizada con esas cosas, y normalmente me pongo una toallita (o tampón o lo que se me dé por usar en ese momento) minutos antes de que me, digamos, baje (sé que esta no es la mejor forma de decirlo pero vamos). Es como que no me cuesta nada anticiparme a lo que va a suceder. Con la ropa también suelo ser muy organizada, y aunque nunca he tenido problemas,
prefiero prevenir y por ejemplo evito usar cosas, no sé, blancas (shorts, pantalones, etc) y de colores que sé que, si pasa algo, se notaría más.
Los dolores...uf. A mí no es que me peguen mucho, pero sí contribuyen al malestar. Normalmente tomo algún medicamento, el primero y segundo día (o sólamente uno) y el resto intento pasarlos, porque no soy muy dada a los medicamentos si puedo evitarlo. No he encontrado ningún té que me sirva, y se supone que el café está contraindicado para estas fechas pero lo tomo igual, así que supongo que parte del malestar me lo busco yo misma (no literalmente pero se entiende).