De camping con mi amigo
Tras una semana de duro trabajo, Carlos y Adriana, deciden irse de camping durante el fin de semana.
Después de cenar, se fueron a dormir a una tienda de campaña.
Horas más tarde, Adriana se despertó y codeó a su amigo, diciéndole:
– Carlos, mira el cielo y dime qué ves…
– Veo millones y millones de estrellas…
– Y eso que te dice?, -replicó Adriana.
– Astronómicamente, que hay millones de galaxias y potencialmente billones de planetas. Astrológicamente, que Saturno está en Leo…
– Cronológicamente, que son aproximadamente las 3 de la madrugada.
– Teológicamente,que Dios es Todopoderoso y nosotros somos pequeños e insignificantes. Meteorológicamente, que mañana tendremos un hermoso día.
– Y a ti Adriana, ¿que te dice?
– Carlos, TU SIEMPRE CON TUS PAYASADAS!!..
¿NO TE DAS CUENTA QUE NOS HAN ROBADO LA TIENDA DE CAMPAÑA?
Otro:
Un tipo va al África y, para no sentirse tan solo, decide llevar a su perro, un chihuahua miedoso.
El primer día del safari, el animal, muy contento, se pone a corretear detrás de las mariposas y cuando menos se lo esperó ya se había separado del grupo.
El chihuahua, desesperado, empezó a buscarlos cuando, en eso, ve que una pantera muy enfurecida se dirigía hacia él dispuesta a comérselo.
Asustado, rápidamente piensa qué hacer; ve unos huesos que estaban junto a él y los empieza a morder con mucha ferocidad. Justo cuando la pantera lo iba a atacar, el perro exclama:
– ¡Mmmmmm, qué rica pantera me acabo de comer!
La pantera, al escuchar eso, se frena con estruendo y huye muy asustada mascullando:
– ¡Jodido perro, por poco me come a mí también!
Pero arriba de un árbol, estaba un mono cabrón que vio todo lo que había pasado.
Éste se baja muy rápido y va tras la pantera para contarle todo lo que vio.
Al escuchar aquello, la pantera, muy enojada, le ordena al mono:
– Súbete, vamos a buscar a ese maldito perro para ver quién se come a quién.
El perrito se da cuenta que la pantera viene, con el simio trepado, dispuesta a todo.
En un instante, el perro adivina que el mono fue con el chisme pero en lugar de correr, se da la vuelta como si no hubiera visto nada y se pone a leer un periódico.
Cuando la pantera ya lo iba a atacar, el perro se queja:
-¡Pinche mono de los cojones!!!, hace como media hora que lo mandé por otra pantera y todavía no regresa!