la sala de hogwarts!

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2161. Ronald-Weasley,

Si, si, le dejé un correo.

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2162. Angel-of-the-fire ,

súper bueno, sigue con el siguiente cap xd

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2163. kirito,

Me, lo siento, no resulta interesante xd.

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2164. dhegwork-adakly,

Eso es porque solo has visto el principio, supongo. Para mí es uno de los fic más interesantes de esa época que he leído.

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2165. Def-Leppard,

asuma last of us también es 3d, y se puede jugar. un poco guiado de más, que a mi no me gusta, pero se puede jugar. no es el mapa 3d es que no san molestao en adaptar su mapa 3d. sinceramente, este juego me llamaba por algunas historias algo más lovecraftianass de lo normal para hp, pero al final es lo de siempre xd. de todos modos tal vez el eche un vistazo cuando tenga tiempo y ganas, que estoy falto de juegos hasta el 3 de marzo

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2166. kirito,

No se, no se.
Es como con mugglelimpiadas, la escritura no me convence...

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2167. r-althor,

pero el correo te lo respondió? y fue del tipo oye, me darías permiso para copiar los capítulos del fic en tal lugar? o del estilo de buen fic, lo pegaré aquí.
Recuerdo que todo que se llevara fics sin permiso en su tiempo era mirado bastante mal.

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2168. Ronald-Weasley,

¡Saludos amigos!
Lo prometido, se cumple. Con ustedes el capítulo 2 de James Potter, un hermoso bastardo.
Capítulo 2:
EL CHICO DE LA ENFERMERÍA
Musicalización de capítulo: Jim Croce-Time in a bottle
¿Te imaginas ser niño y recibir la noticia de que eres un mago? Visualiza que rondas los once años y un día cualquiera te revelan que eres mago; Te invitan a unirte a un mundo hermoso, dónde volar, hablar con pinturas y acariciar unicornios es posible. Un escenario apetecible y maravilloso para un nacido de muggles, como yo. Luego abres los ojos, descubres que ese mundo no es tan maravilloso, de hecho, aquel mundo es hostil y terrorífico. Hay personas que te agreden, te humillan y poco puedes hacer para detenerlos, sencillamente ellos no te quieren ahí.
—¡50 puntos menos para Griffindor! —Sentenció McGonagall
—Han sido Mulciber y Avery—Repetí.
Ni Minerva McGonagall, ni la Poppy Pomfrey parecían dar credibilidad a mis explicaciones. La primera me miraba furiosa, la segunda se limitaba a curar la herida de mi brazo en una camilla de la enfermería.
—Mary…—Susurró Marlene a un lado de mi— …te lo haz echo tu misma al intentar conjurar un congelador de llamas.
—¿De qué hablas Marlene?, —pregunté confundida y sin poder dar crédito a lo que decía. —Ellos te petrificaron, ¿Cómo crees que te hiciste ese chichón en la cabeza?
Marlene se llevó la mano a la nuca, dónde probablemente tuviera una hinchazón dolorosa al tacto. Ciertamente su expresión al tocarla la confundía, pero parecía no ser prueba suficiente para argumentar mi testimonio.
—Señorita Mcdonald, su herida se niega a cooperar-. Informó la enfermera. Es evidente que esto tiene magia obscura de por medio, —dedujo con aire de desaprobación.
—Debe de pensársela dos veces antes de jugar con maleficios que no conoce señorita Mcdonald, —regañó una muy enfadada McGonagall.
—¡Por el amor de Merlín! —exclamé—, ¿Dónde aprendería yo magia obscura?, ¡Mi familia es Muggle!
— Eso no impediría colarse a la sección prohibida… —Acusó la profesora. Creo que por fin encontramos al misterioso alumno que merodea en las zonas vedadas.
Escuché la toz repentina de Remus Lupin, que se encontraba a una camilla de distancia. Al parecer se había atragantado con un trozo de chocolate que saboreaba mientras contemplaba el regaño que estaba recibiendo.
Negué con la cabeza impotente. No sabía que más decir para que me creyesen.
—Requeriré una pócima más poderosa para lograr que eso cicatrice, —declaró Pomfrey.
Se dirigió a su despacho personal, dónde parecía guardar el arsenal pesado, una serie de pócimas que yo categorizaría como material médico más especializado para heridas de gravedad. Se tapó la nariz y sacó el corcho de una probeta de la que emanaba un humo espeso y pestilente.
—Esto dolerá, —advirtió-. Pero esta poción contiene lágrimas de fénix, con suerte será suficiente.
Y Derramó un par de gotas sobre mi herida. Las sentí como ácido sobre la carne viva, y no pude aguantar un grito que tuve que amortiguar con la sábana de la cama.
—Deberá permanecer esta noche en la enfermería, —manifestó la enfermera mirando a McGonagall.
—Bien, así le dará tiempo de pensar en lo que hizo. Y a mí de pensar un castigo apropiado, —declaró esta última.
Una vez la profesora y la enfermera se marcharon, Marlene se sintió con la libertad de sentarse al pie de la camilla dónde descansaba.
—McGonagall me odia, —Dije, aun intentando ahogar el dolor de mi brazo.
—No te odia, —aseguró Marlene-, es solo que piensa que has sido tu quién robó el único ejemplar de "Animagología"…. Ya sabes el aprecio que le tiene a ese libro.
—¡Ja! —Solté una risa fingida. —¿Además de practicar magia obscura también soy una ladrona?... ¡Que se jodan!… el único delito que he cometido es el de ser hija de muggles.
—Ese no es ningún delito, —murmuró Marlene.
—En este lugar parece que lo es. —Aseveré
—Mary, —Suspiró mi amiga-, Si te haces sentir mejor, tienes razón en lo del chichón, no recuerdo cómo pude habérmelo echo.
Cuando mencionó la palabra "Recuerdo" algo ocurrió en mi mente, los engranes de mi cabeza comenzaron a girar.
—Quizás puedas convencer a Dumbledore de venir a visitarme, él tiene ese artefacto para ver los recuerdos, —Pensé en voz alta-. Si le comparto mi recuerdo, podría probar que han sido Avery y Mulciber, incluso podría hacer que les expulsen.
—Creo que eso sería demasiado, —Opinó Marlene, poco convencida.
—¿En verdad que no lo recuerdas?, —le pregunté con impotencia. Marlene se limitó a negar con el rostro.
—Llego tarde a Adivinación, —Explicó mientras se incorporaba-. Te vendré a visitar más tarde, Mary.
—Por supuesto. Olvidaba que tenemos Adivinación, -comenté. —Nos veremos después, Marlene, no quiero que llegues tarde—Le dije. -No quería retenerla mucho tiempo -—… Oye, puedes verificar mi inocencia en la bola de cristal, —bromeé.
Marlene rio antes de marcharse. Yo me recosté sobre la cama con la mano pegada a la frente, suspiré un par de veces, intentando calmar el dolor y, al tiempo, intenté reflexionar en lo que había salido mal en las últimas horas. Sobre todo, en lo tonta que había sido al desafiar a los aprendices de Tom Riddle.
—Yo te creo … —una voz pronunció a mi derecha.
Giré el cuello para mirar al sujeto que me hablaba. Remus Lupin. Había olvidado por completo que compartía la enfermería con él. Como el eterno chico enfermizo de la generación, no era extraño encontrarlo ahí, casi formaba parte del inventario de la enfermería. Continuaba comiendo chocolate.
—Supongo que lo has escuchado todo, —deduje sin gran cátedra de inteligencia.
Asintió con la cabeza.
—No quiero entrometerme. Sin embargo… puedo estar seguro de que no fuiste tú quién se ha colado en la sección prohibida—Declaró. Dio otro mordisco a su barra de chocolate. —No te lo tomes a mal, pero no podrías haber ido más lejos que a la sección de defensa avanzada.
Ofendida me re incorporé, enderezando mi espalda con brusquedad y apoyándola en la cabecilla de la cama
— ¿Por qué estás tan seguro de eso? —Le cuestioné, dolida porque dudara de mis habilidades mágicas. —Soy tan capaz como cualquiera de conjurar un buen hechizo que abra el candado de la sección restringida.
Remus rió amigablemente.
—No me mal entiendas, no dudo de tu talento, —Explicó-. Es el archivero de séptimo, está colmado de boggarts.
—¡Boggarts! —Exclamé. No entendía cómo aquello tendría que ver con mi habilidad para filtrarme a la dichosa sección prohibida de la biblioteca-. No comprendo. Remus ¿Crees que no podría enfrentarme a uno?
Mi compañero me sonrió
—¿Recuerdas las lecciones de Defensa contra las artes Obscuras del año anterior?
Asentí, pero mi gesto se mantenía ofendido.
—Rebelaste que tu boggart sería "Ed Gein", el asesino de la Motosierra. —Hizo una pausa-. Desde luego, probablemente pocos magos identifican a los villanos de las películas muggles… excepto, por supuesto, los que conocemos el cine Muggle.
—No sabía que eras… un nacido de muggles. —Dije con el temple suavizado. Me sorprendía que Remus recordara algo sobre mí. No pude evitar sentirme mal porque de hecho yo no lograba recordar nada de él, salvo que era el "eterno chico de la enfermería".
—Mestizo—Aclaró.
—Remus, sigo sin comprender… ¿Qué tiene que ver Ed Gain con la sección prohibida? —Interrogué.
—Que un boggart convertido en un maniático con una motosierra, hubiese causado un fuerte alboroto antes siquiera de que te dieses cuenta, —Explicó-. La lección del año pasado sobre los Boggart fue teórica, como casi todas las lecciones de Defensa. Lo que provoca que casi nadie sepa que los boggarts, en su mayoría, no solo provoquen miedo, sino que también sean inoportunamente escandalosos. La señora Pince los tiene ahí, junto a la sección prohibida, apropósito.
Chisteé los dientes.
—Creo que tiene sentido, —Reconocí encogiendo los hombros-. ¿Cómo sabes todo eso? —manifesté, ahora con un inusitado aire de sospecha.
—Mi padre es experto en Boggarts, —Respondió con un matiz lógico-. Dominé el conjuro "Riddikulus" aún antes que la escoba voladora.
—Impresionante, —Dije, fingiendo una voz de profesora—. Así que eres experto en Boggarts y en películas muggles.
—Más experto en lo primero… no tanto en lo segundo.
Su comentario me causó risa.
—Creo que tienes suerte. Nunca he visto un boggart, o nada realmente, —confesé, y solté otro suspiro pronunciado y melancólico—. Sólo conozco lo que ofrece este castillo. Cuando leo sobre vampiros, unicornios, hombres lobos… siempre pienso en lo fascinante que sería conocer alguno.
Remus alzó las cejas, bajó la mirada y luego se echó a reír. Es como si lo que hubiera dicho no tuviera sentido, o bien, como si no supiera de lo que hablaba.
—Bueno, si tanto te importa, ya sabes dónde encontrar un boggart.
—¿Y qué Pince me baje otros 50 puntos?, ¿O alentar las sospechas de McGonagall? … creo que mi día ha sido suficientemente malo como para repetirlo.
—Hay boggarts por todo el castillo, —aseguró el-. Si me topo con alguno, te mantendré al tanto.
— ¿Es una promesa, Sr. Lupin? —Pregunté con formalidad.
—Lo es, —me aseguró.

Hasta aquí llego el capítulo, interesante conversación entre Remus y Mary, se introduce aquí el primer merodiador, poco a poco todos irán apareciendo.

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2169. Def-Leppard,

si, el chaval escribe ciertamente algo raro. mugglelimpiadas es peor colega, que no encuentras un acento ni a punta de blaster xd. al menos este acentúa.

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2170. Ronald-Weasley,

Es una chica Def, como la mayoría de los autores de fics, al menos en FF. Y bueno, evidentemente no es la mejor redacción que podamos encontrar, pero yo, en este caso, elegí concentrarme en el contenido y no me arrepentí´.

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2171. Def-Leppard,

pues sí, es una chica ahora que veo el nombre, lamento decirte que será una chica como la mayoría de en hp, pero vete a star trek, wars, warhammer o resident evil, y no verás tanta chica. ojo, hace años que ni escribo ni leo fanfics, porque realmente manipular el material de un universo creado como saga, podemos hablar de hp, resident evil o silent hill, no es mi estilo. que lo hagas en grandes universos como d&d, warhammer, falcongrís o dragonlance lo veo más permisible ya que nos dan historias donde insertar personajes totalmente nuevos sin toquetear a los protagonistas, realmente importantes. de todos modos es lo que digo. el modo de escritura pues... no me acaba de convencer

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2172. Ideafix,

Oh sí, Dragonlance es uno de mis favoritos. Cómo me gustaría ver películas o jugar juegos de eso, pero no es tan popular

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2173. JairoGames,

Amigo, el rol resuelve tus problemas con juegos de Dragonlance muy fácilmente jajajjj.

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2174. Dherhion,

la chica de las muggleolimpiadas tiene dislesia.
Necesita un beta, pero nadie se le ofreció. Por eso escribe tan mal.

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2175. kirito,

No no, no es la escritura. Es el contenido del fic xd, no termina de gustarme como trató a los personajes.
Y Def, en HP hay montón de espacio para escribir weas de no personajes principales. Y eso que no soy el mayor fan de la saga.

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2176. Def-Leppard,

coño claro que hay espacio, si hay agujeros en la trama del tamaño de un destructor estelar imperial Mark II y sobra espacio! xddd. en fin no empecemos con eso.
uideafix como te dijo Jairo quinta ed es tu amigo y concretamente el suplemento escenario de campaña para Krim, te dará maravillosos ratos de lectura y entretenimiento. y diría lo mismo para hp, pero es que no dirijo hp, de verdad que lo siento.

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2177. kirito,

Con respecto a mugglelimpiadas, me irrita como se caga en algunos personajes a favor de sus slitherings. Eso que hizo con Harry me pareció re feo y sinceramente salido de la nada. Al menos si lo construyese desde un poco antes...
Y esto es muy muy muy personal, pero con respecto a la espada de gryphindor y la otra que le dieron al personaje que no quiero spoilear.
La tía lo entendió mal, para que esa metáfora funcione habría que intercambiarlas de lugar.
En principio porque raras son las espadas modernas hechas de verdad para el combate, lo más probable es que esa se rompa al primer golpe o no sea muy duradera. Incluso hoy en día, no es algo que cualquier fábrica te pueda hacer sin investigárselo un rato.
Luego, sobre la falta de decoración de una y lo recargado de la otra.
Ignorando que las gemas y los brillitos de la espada de Gryph pueden ser de naturaleza mágica.
Esto no es algo que descubrí hasta que de verdad me puse a investigar sobre el combate pre armas de fuego (e incluso parte de este) que aparentemente muchos libros e historias malentienden.
Primero, había buenas razónes para ponerle gemas y mierdas a tus armas y armaduras: La economía era muy pero que muy distinta. Sumado al estilo de vida de un guerrero (alguien cuya vida continua no podía garantizar) les hacía gastar su dinero en cosas para ya (bebida, mujeres, armas...) más el hecho de que si eran mercenarios o incluso nobles, esto les permitía hacer gala de los botines pillados en batalla y de que eran alguien a temer, como anuncios ambulantes versión medieval. Pero más importante, tales hostentaciones hacía que en batalla la gente quisiera capturarlos más que ensartarlos como a un pinchito moruno (tiene riquezas, es un noble o está forrao, puedo cobrar a sus familiares o grupo para liberarlo o quedarme con sus cosas)
Y muchas de las desventajas modernas de hacerlo no existían. Uniformidad, francotiradores... Además de que les hacía más fácil de encontrarlos e identificarlos en la batalla si eran comandantes y tal.
Para un ejemplo de la época de armas de fuego, miren a los úsares alados. La mierda que visten era súper recargada, pero eran tremendos hijosdeputa.
Así que sí, por norma general el tío que se te acerca con una armadura con decoraciones y una espada bonita probablemente sea más peligroso que el otro que lleva armadura gris, sin limpiar y con una espada hecha por tu herrero de pueblo (que en realidad no sabían hacer)

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2178. Ronald-Weasley,

¡Saludos amigos!
Ya está aquí, el capítulo 3 de James Potter, un hermoso bastardo.
Capítulo 3:

Herbología con James y Snape
Musicalización de capítulo: Uriah Heep - Lady in black (1971)
La señora Pomfrey me dio de alta al día siguiente. La herida mostró grandes mejoras apenas desperté.
--Las lágrimas de Fénix nunca fallan, -dijo-. Aunque es probable que te quedes con una cicatriz como recuerdo, -advirtió.
Así fue que me alisté para reincorporarme a la primera clase del día.
-—No te perdiste de gran cosa, —me decía Marlene mientras nos dirigíamos rumbo al invernadero. Aguardamos a que la escalera del quinto piso dejara de girar-. En realidad solo hicimos predicciones tontas en adivinación. En esta ocasión aprendimos a Leer un poco de tarot.
—¡Así que Tarot! —Exclamé con interés-. ¿Algo sorprendente que deparara el futuro?
Escuché el "Croosh" de la escalera al deslizarse hacia el segundo pasillo
—Confuso y si sentido como siempre…—Explicó Marlene sin darle importancia., oh, bueno pasó algo distinto. Cómo tu no estabas he tenido que hacer equipo con Potter. No paraba de hacer el payaso con Black mientras se decían predicciones bobas: "¡Ho mira!, te ha salido un viejo con cara de estarse aguantando un pedo, esto augura un futuro estreñimiento" —Dijo imitando la voz de James-. A ti la tía rubia en pelotas, las cartas anuncian un futuro cambio de sexo, —ahora imitaba la voz de Sirius, un tanto más grave, pero sin abandonar el matiz tontón.
Solté una carcajada.
—…Así que la profesora, —continuó Marlene retomando su tono normal—, optó por cambiarlo de lugar y sentarlo junto a mí.
—Dime que le auguraste su coronación como "Miss cabezota" de la generación, —Bromeé con aire irónico.
—Que va… —Dijo rodando los ojos—. La lección consistía en que él hiciera una pregunta y yo tirara las cartas e intentara interpretarlas. ¿Adivinas qué preguntó?
—"¿Lily Evans saldrá conmigo alguna vez? —Canté como si se tratara de un mantra que hubiera memorizado.
— No… de hecho, preguntó por la copa de Quidditch de este año.
—Vaya, eso parece interesante, —pensé alzando las cejas-. ¿Ganaremos?
—Francamente, no lo sé. —Se encogió de hombros-. Salió un cúmulo de cartas sin sentido. Una serpiente (Que no le hizo gracia alguna), una dama, una estrella, la carta de los enamorados, la carta de la traición …y no recuerdo cuál otra. Al final tuve que inventarme algo. Le dije "Griffindor tiene grandes oportunidades de conseguir la copa, pero Slytherin vendrá mejor preparado".
—Hablando de Quidditch… —Dije recordando de pronto—, he decidido hacer audiciones este año.
—Estás loca, —graznó Marlene elevando varias octavas la voz—. ¿Acaso no recuerdas lo que las últimas jugadoras han dicho sobre el trato de James?
Desde que James había tomado el timón como capitán del equipo de Griffindor, las jugadoras no aguantaron las exigencias del entrenamiento. Todas ellas habían desertado y en su lugar el equipo se había conformado enteramente de varones. Al parecer James no era el capitán con el mejor tacto, ni el más cordial, ni el más caballeroso. Las quejas variaron entre su actitud arrogante y poco sensible, hasta su arbitrariedad al momento de planificar las estrategias. Lo cierto era que Potter no tenía paciencia con las chicas cuando se trataba de Quidditch, y no se molestaba en ocultar su favoritismo hacia jugadores de gran tamaño que procurarán ser figuras que amedrentaran al rival.
—Puedo con Potter, —Le aseguré—. No me intimida en absoluto. Y estoy segura que le vendrá bien al equipo alguien con una buena habilidad con la Quaffle y el aro.
—¿La Quaffle? —Cuestionó Marlene que al parecer estaba desorientada respecto a mi comentario.
—He estado estudiando los puntos débiles de nuestro equipo, —expliqué—. El problema de Gryffindor es que falla el 40% de sus tiros al momento de llegar frente a los aros. Soy la mejor opción para reforzar esa área, mis tiros aciertan con una probabilidad casi de 9 /10.
Marlene movió el rostro en sentido negativo, poco le convencía la idea.
—Quiero escucharte pensar lo mismo cuando Potter te obligue asestar desde medio campo, con lluvia, y dos golpeadores acosándote con las Bludgers.
Para ese punto ya habíamos llegado al invernadero. Acomodamos nuestros respectivos morrales en los percheros y desembolsamos nuestros volúmenes de Botánica mágica.
— Además aun te estás recuperando del brazo, ¿Crees que es buena idea demandarte lanzamientos imposibles con la Quaffle?
—Sanaré, —aseguré-. En una semana estará listo para probarme como cazadora.
Fui directo a las filas de macetas dónde dormían las mandrágoras. Desde segundo año, cuando nos enseñaron a cuidar estas criaturas, me había encariñado mucho con la mía. Hasta le había puesto un nombre: "". Me gustaba estar al tanto de su cuidado.
— Bueno, si tan decidida estás, solo me queda desearte suerte con las pruebas, —concluyó Marlene con un obstinado tono de incredulidad. Desdobló su mandil de jardinería y comenzó a ajustárselo. — Por cierto, —manifestó cambiando radicalmente el tema—, ¿McGonagall ha decidido algún castigo para ti.
Suspiré y me encogí de hombros.
—Después de la reprendida que me dio, no volvió a pasarse por la enfermería. Creo que no consideró importante que una de las alumnas de su casa haya sido atacada con magia obscura, —teoricé, recobrando el resentimiento que aún me molía las entrañas por todo lo acontecido con el incidente Avery-Mulciber. Comencé a arrancar las hojas secas de blossom y aproveché la oportunidad de conjurar el "acuamenti" para hidratar su tierra.
—Interesante, —meditó Marlene con un aire pensativo y misterioso.
—¿Qué tiene de interesante? —Pregunté con cierto enfado—. He pensado seriamente levantar una queja en el ministerio frente la negligencia de Dumbledore ante la agresión.
— ¿De qué hablas? —Marlene se volvió hacia mí escrutándome con una mirada que me indicaba que no podía estar más equivocada.
Me sacudí las manos y me volví hacia la mesa de trabajo.
—Ni siquiera atendió la petición de evaluar mi recuerdo como prueba de mi testimonio—Argüí.
—Dumbledore sí que ha evaluado tu caso, —Aseguró Marlene—. Si no ha tenido la molestia de visitarte en la enfermería es porque ha estado inmerso en otro asunto, algo grave, —explicó. Miró hacia ambos lados verificando que aún fuéramos las únicas en el invernadero. Bajó la voz y comenzó a hablar con mucho secretismo—. Nadie sabe que ha ocurrido exactamente, ni siquiera Lily Evans… pero parece que Snape se ha metido debajo del sauce boxeador.
—¿Hay algo debajo del sauce boxeador? —Pregunté, pensando que lo lógico sería que debajo del árbol se encuentre una raíz atestada de lombrices y bichos.
—Al parecer, sí que hay algo, —manifestó mi rubia amiga—, algo que no debió haber visto Snape. —Marlene se mordió los labios y se aproximó un par de centímetros—. Fui a hablar con Dumbledore, como has encargado, con la intención de pedirle que echara un vistazo a tus recuerdos. Tuve la suerte de toparme con Slughorn quién estaba por la labor de hablar con Dumbledore. Así que me facilitó la entrada a través de la gárgola.
Marlene hizo una pausa, y dio una segunda miradaalrededor.
--Encontré a Dumbledore hablando con Severus. Nunca había visto tan alterado al director, no solo estaba enfadado, literalmente parecía asustado por la situación. Logré escuchar algo de lo que hablaban:
"Sr. Snape, le suplico encarecidamente que no vuelva curiosear debajo del Sauce Boxeador. Le repito que estaría comprometiendo su vida y la seguridad misma del castillo"
"Pero si ha sido un plan de Potter y Black. ¡Debería de expulsarles!";
"Debe agradecer la oportuna intervención del señor Potter, es gracias a él que usted ha logrado salir vivo".
Guardé silencio ante lo que contaba Marlene, se escuchaban los chillidos de una liana cantarina y el correr de la fuente donde flotaban los lirios mágicos. No veía algún escenario en este mundo dónde fuera posible que James Potter salvara la vida de Snape; Tampoco visualizaba un escenario en donde Dumbledore se alterara frente una cuestión tan vaga como un encuentro entre estos dos. Pero, según las palabras de Marlene, ambos habían ocurrido.
Estaba por preguntar más de lo acontecido, pero escuchamos un par de voces atravesar el umbral del invernadero. Se trataba de Lily Evans y el propio Severus Snape que se sumaban a la lección. No tardarían de llegar el resto de Gryffindors y Slytherins.
—¿Crees que Evans sepa algo?
—Posiblemente. Estos parecen uña y mugre, —Respondió Marlene.
Snape y Lily se acomodaron a unas mesas de nosotros mientras hablaban entre ellos. Snape parecía mal humorado, más de lo acostumbrado.
—¡Hey, Mcdonald! —Escuché desde mis espaldas-. Dicen que intentaste fuego maldito frente al espejo. -La misma voz rio. Se trataba del esperpento de Mulciber.
—La muy idiota terminó hiriéndose el brazo, —secundó Avery.
Me volví a Marlene.
—Pensé que habías hablado con Dumbledore, —le dije a Marlene en secretismo.
—Hablé con él, —aseguró mi amiga.
Me comenzó a invadir una cólera incontrolada. ¿Cómo era posible que, aun con lo ocurrido, este par de serpientes aún siguieran en Hogwarts? Me tragué mi enojo y antes de salir de mis casillas enarqué una flamante sonrisa, fingiendo, quizá demasiado, que el asunto me divertía.
—Admito que estoy muy decepcionada de ustedes, —les dije en voz alta-. ¿Atacar a una chica por la espalda? —Chisté los dientes—. Hay que ser muy cobarde para llegar a eso. Pero supongo que, cuando se carece de cerebro y talento, no hay muchas opciones ¿Verdad?
— Asquerosa, ya es insulto tu sola presencia. —Respondió Avery—. No te sientas con el derecho de dirigirte a nosotros.
— Grasiento, Esa no es forma de hablarle a una mujer, —opinó desde el umbral de la entrada al invernadero James Potter.
Había llegado junto con Sirius Black y Petter Pettigrew. Por el gesto de Avery advertí que la presencia de James le tomó por sorpresa.
—Se más comprensivo James, es posible que nunca haya hablado con alguna, —dijo Sirius, fingiendo seriedad y auténtica preocupación.
—Ese par de idiotas me atacaron, por la espalda, ¿Cómo sino iban a poder? Intentaron usar magia obscura sobre mí y luego des memorizarme, —expliqué a los muchachos de la casa Gryffindor-. Pero hasta para ello muestran ser una eminencia de ineptitud. La desmemorización fue tan efectiva como baba de trol, —reí. Me remangué la túnica y mostré la herida en recuperación-. Pero el maleficio, fue un chiste que se contó solo. Bastó un ungüento para curarlo. —Solté una carcajada—. Saben, me he topado con gnomos de jardín más peligrosos que ustedes dos.
Avery y Mulciber intercambiaron una mirada sorprendida entre ellos. Posiblemente no contaban con que la desmemorización de Caradoc fallara.
—¿Intentaron usar magia obscura sobre ti? —me preguntó Sirius.
—Intentaron, —repetí.
—Bueno, la magia obscura es motivo de expulsión, —recordó Sirius. Se cruzó de brazos con gesto de complacencia—. Parece que por fin nos libraremos de sus deformes rostros. Ya era hora.
—Y sus mantecas, —secunde.
—No lo sé, —James fingió negar con la cabeza, consternado—, me parece que estos dos eran inclusiones del servicio benéfico de Hogwarts para el departamento de niños con retraso de San Mungo. Dumbledore no les puede expulsar así nomás.
Me eché a reír. Petter y Marlene me siguieron la carcajada. Avery y Mulciber se les coloró la cara de distintas tonalidades rojas, podía imaginarme que expulsarían vapor por los oídos en cualquier momento, pero permanecieron callados. No se atreverían nunca a meterse con James y Sirius sin el respaldo de Caradoc.
Me sentí profundamente agradecida por la intervención de mis compañeros. Ser Gryffindor tenía sus ventajas en la década de los setentas. Podría haberse zanjado ahí el asunto, pero alguien decidió meter su nariz.
— ¿No te parece un tanto hipócrita, Black? —Manifestó Severus Snape a punto de estallar desde su rincón junto a Lily Evans. Todos viramos la mirada hacia él-. ¿Tu, hablando de motivos de expulsión?… Podría mencionar otras razones que ameriten verdaderos motivos de expulsión. Criaturas obscuras, por ejemplo, quizá Lupin pueda explicarlo mejor, es experto. ¿O qué me dices de un intento de homicidio?…
Sirius desvaneció su sonrisa, algo que no era habitual. Me pregunté si eso tendría algo que ver con lo que Marlene me había contado minutos antes.
—Quejicus, no te pongas celoso, —habló James con una sonrisa cínica—. Tu siempre serás nuestro apestado favorito, —dijo levantando la varita desde su bolso-. Y para muestra, un regalo. Súbitamente, James lanzó una chispa desde la punta de la misma hacia Snape.
Vimos cómo le pegó de lleno en la cara, haciendo que se arqueara su cuello y provocando una buena sacudida a su cabello. Pronto nos dimos cuenta que tenía los labios pegados, y era incapaz de separarlos.
—¿Qué vamos hacer contigo Quejicus? —Preguntó Sirius chistando los dientes—. Siempre metiéndote en nuestros asuntos. Lily, deberías decirle que se consiga una vida.
La risa de Peter y James no se hizo esperar, así como el rostro horrorizado de Lily ante el maleficio sobre Snape.
—Buenos días, buenos días, buenos días, —Saludó el profesor de Herbología un tanto acelerado. Había entrado de pronto, sin dar oportunidad a que Snape contraatacara, o bien, la pandilla de Gryffindor le lanzara otro maleficio. Cargaba un cuarteto de macetas pequeñas en los brazos-. Lamento la demora muchachos… Chicas, pueden dejar las macetas ahí, —les pidió a las muchachas Slytherin que llegaron junto a él, al parecer, ayudándoles con los montos de instrumentos.
Lily sacó su varita y la agitó para deshacer el maleficio de la boca de Snape. James y compañía se recuperaban de sus carcajadas mientras sacudieron sus mandiles jardineros para acomodárselos encima y posaron sobre la mesa sus volúmenes de Botánica Mágica. El profesor estaba tan preocupado por su retraso y la lección que nunca advirtió el maleficio sobre Snape. O quizá no le dio importancia.
—abran sus libros en la lección 2, —pidió—. Hoy veremos el encantamiento para acelerar el crecimiento de las hiervas, que también nos ayudará a que algunas flores abran antes de temporada. Pero antes de comenzar, quiero que todos tengan puesta su indumentaria de botánica. ¿Marlene podrías leernos lo que el libro dice del Hervicus?
Marlene se aclaró la garganta y tomó el libro en sus manos. Comenzó la lectura en voz alta.
—"Hervicus", el encantamiento que acelera el crecimiento de hiervas, arbustos y plantas frutales…
—¿Crees que el muy idiota diga algo? —Escuché que Sirius susurraba a James.
—No hablará, —Respondió James con el mismo secretismo—. Dumbledore se lo prohibió.
—Shhhh, —los mandé a callar.
No me parecía amable que hablaran mientras Marlene leía. Pero no pude pasar inadvertidas sus palabras. ¿En verdad James había salvado la vida de Snape?.
Hasta aquí llega el capi de hoy, en el que aparece por primera vez, el bastardo, James Potter.

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2179. goten,

yo solo espero que lucerii siga con la saga de cuando leen los libbros, pero a lo mejor le ha pasado algo...

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2180. el-dios-cinderace,

exelente cap crak y eso hasta en el canon me deja con dudas si real mente lo salvó james o ke pasó real mente en esa esena

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2181. travieso5,

solo lean la conversación de Dumbledore con Harry al respecto, y la de Harry con Snape, más la conversación de Remus con los tres chicos en la casa de los gritos.
para resumirlos. sirius le dijo a snape que siga a madam ponfrei cuando esta sacara del castillo a Remus y lo lleve al sauce boxiador.
James escuchó lo que Sirius le dijo a quejicus, y cuando este se metió por el túnel, y alcanzó a ver a Remus al final del túnel, James lo obligó a regresar arriesgando su propia vida, de por sí. aunque Snape siempre crelló que James fue parte de la broma

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2182. Ronald-Weasley,

¡Saludos amigos!
Después de varios días paso por acá para traerles el capítulo 4 del fic, James Potter, un hermoso bastardo. Este capi está mucho más centrado en el personaje de James, y en sus características que lo hacen ser, a los ojos de la protagonista, un bastardo.
Capítulo 4:
El capitán de Quidditch
Musicalización del capítulo: Shocking Blue - Venus (1969)

Esa mañana me despertaron unos golpecitos en la frente, cada uno estaba acompañado de un cascabeleo. Era sábado, por lo que me rehusaba a levantarme temprano. Los golpecitos insistieron, se sentían como si un puñado de pétalos muy esponjosos se ensañaran con hacerme abrir los ojos. Me negué nuevamente. A continuación, un potente aroma a lavanda surcó mis fosas nasales y sentí una lluvia de talco sobre mi rostro.
—Lily, es sábado, —Vocalicé de mal humor-. Si no apartas tu hada despertador, te juro que la transformaré en carbón.
—Lily está tomando un baño, —avisó Marlene en un bostezo.
Sin otra opción, me levanté. Sentía el cuerpo pesado como plomo, el pelo enmarañado y el rostro repleto de un polvo brillante. El hada, parecida a una mujercita con alas de mariposa y vestida de hojas naturales, como si hubiese salido de un cuento de Hans Christian Andersen, había tomado el papel de despertador en nuestra habitación, cortesía de Lily desde primer año. Al principio era encantador, pero con el tiempo se volvió odioso.
—Aborrezco esa cosa —confesé tallándome los ojos.
El hada voló hasta su lugar sobre el baúl de Lily Evans, dónde retornó a su papel de escultura inmóvil, lista para atormentarnos a la mañana siguiente a la misma hora.
—Evans olvidó desencantarla de nuevo, —explicó Marlene. Se había incorporado y preparaba su cambio de ropa.
—¿Hay mucha fila en las regaderas? —Pregunté a mi amiga.
Ella respondió con una afirmación. Solté un suspiro. Bajé a la sala común de Gryffindor adormilada, tan solo para hacer tiempo en lo que se despejaba el baño. Lo hice tan entretenida que Nick Casi Decapitado me atravesó.
—¡Hey! —ladré—,Nick, deja de hacer eso, es molesto.
—¡oh! Mis más sinceras disculpas fina dama, —me respondió el fantasma haciendo una reverencia muy pronunciada y enseguida flotó hasta un muro dónde desapareció.
Noté un anuncio nuevo en el tablón de la pared. Me llamó la atención la manera en que cada dibujo cambiaba de forma para transformarse en unas letras, que a su vez volvían a cambiar de forma para transformarse en una snitch, una escoba o un león. Me acerqué a él.
"Pruebas de Quidditch hoy"
"¿Te gustaría ser un león dorado?"

James avanzó hacia los aspirantes, puso las manos sobre la cadera y adoptó una postura altiva. Sus gafas lanzaron un destello cuando las ajustó al puente de su nariz.
— Bien, antes de comenzar, deben saber de antemano, que el equipo de Gryffindor sólo puede admitir en sus filas aquellos elementos que se ajusten al ancho del perfil.
Nos encontrábamos en el campo de la escuela. Éramos un puñado de bufandas rojas alineados frente al capitán. Aunque en su mayoría varones de buen tamaño, me sentía confiada ese día, sabía que era la única con la puntería que requería el equipo. Además, me animaba ver que no era la única mujer audicionando, reconocí a Tina Bruckley de quinto grado.
—…nuestra casa alberga la mayor cantidad de copas de Quidditch, posiblemente fue la que vio nacer a las mejores leyendas de este deporte en toda Inglaterra. Es por eso que somos responsables de un legado y un título que cuidar, —continuó Potter-. Les pediré que lo den todo en la cancha: lágrimas, dolor y sangre; Quiero que desahoguen su alegría, sus miedos y toda su ira; Que hagan de la victoria de cada partido su único propósito en el castillo…
—¡ME ABURRO! —Gritó Sirius desde las gradas-. Junto con Remus, Peter y los miembros del equipo de Quidditch contemplaban las audiciones.
James respondió con una seña con el dedo, la cual solo provocó la carcajada entre los espectadores de las gradas. Noté que Marlene, que había acudido a darme ánimos y se encontraba distanciada del grupo, puso los ojos en blanco.
—La primera prueba consiste en la resistencia. Sólo los miembros que cuenten con la mejor condición física podrán pasar a la segunda etapa, —Declaró-. Estos serán los tres primeros que lleguen después de correr alrededor del campo.
—Potter, —hablé—. ¿Eso que tiene que ver? El Quidditch es sobre escoba, una competencia de velocidad en tierra no prueba ningún talento que demande este deporte.
—¿Acaso di algún permiso para hablar? —Espetó James sin mirarme. Enseguida caminó hacia mi dirección como un sargento militar-. Si alguien tiene miedo de romperse una uña, tiene la completa libertad de abandonar el campo. .dijo, escrutándome con un mohín burlón. Se dio la vuelta para mirar al resto-. ¡Que gane el mejor!, —exclamó, antes de soplar su silbato y emitir un pitido ensordecedor.
Al principio, algo desorientada, no sabía hacia dónde correr. Vi como todos salieron disparados hacia una dirección. Maldije y salí como cohete a alcanzarlos. Desde luego los primeros metros lideré la retaguardia, tenía una muy evidente y vergonzosa desventaja. Escuché las carcajadas de la pandilla Griffindor a mis espaldas, y como era de esperarse, los hombres, cuyas zancadas eran el doble de largo que el de las mujeres, tomaron la ventaja sobre nosotras.
Entonces me di cuenta de lo que James estaba haciendo. Esta era la mejor y más practica manera de dejarnos fuera a las aspirantes féminas.
No lo permitiría. Apreté el paso, me adelanté a Tina; Me obligué a no bajar la velocidad así los tobillos me tronaran en el intento. Contaba cuatro zancadas por segundo y sólo me concentraba en lograr hacer una quinta. Al cabo de unos minutos sentía que mi estómago estaba por volver el desayuno y el sudor caliente derramarse por mi rostro. No podía permitirme parar ni claudicar. No dejaría que James me descarte por ser mujer.
Uno de los corredores frente a mí se paró para doblarse sobre sus rodillas y tragar aire. Eso era buena señal, animada le rebasé en la primera curva del óvalo que conformaba el campo. Expulsaba grandes bocanadas de aire por la boca. Continué corriendo exigiéndole a las rodillas no rendirse y no pensar en la mala elección de pantalones (extremadamente ceñidos) que seguramente daban un espectáculo de glúteos rebotando a los varones presentes. La segunda curva, mantenía los dedos rectos y pegados, los brazos en "L" que alzaba al ritmo de cada zancada. Dispuse todas mis energías hacia los talones para hacer que en cada paso doble la velocidad. Empaté al corredor frente a mí.
Nos miramos de manera retadora. No imaginaba cómo se vería mi rostro frente a un espejo. Seguramente daría miedo; Labios bien apretados, las cejas fruncidas y la mirada agonizante.
Llegué a la meta apenas un paso antes que el sujeto. Fui frenando de apoco la velocidad y hasta que no pude más me desplomé sobre la hierba con el corazón sobre la garganta y la camisa bañada en sudor. Mi pecho ascendía y descendía con furia.
Vi la silueta contra sol de Potter, cuyos lentes lanzaron otro centello.
—¿Acaso te estás rindiendo Mary? —Dijo burlándose mientras me golpeteaba el estómago con la punta de su escoba.
—Sólo …intento …recobrar…el… aliento. —Dije, entre bocanada y bocanada de aire
—Si no te levantas ahora, daré por inválida tu prueba de resistencia, —anunció de manera fría, antes de dar media vuelta y volverse hacia los otros dos chicos que también se recuperaban de la carrera.
¿Pasé la prueba de resistencia? Me pregunté desde mis adentros. Me incorporé casi de inmediato.
—La segunda etapa pondrá a prueba sus reflejos, —explicó James-. Montarán la escoba y desde cierta altura les lanzaré una serie de bludgers que intentarán derribarlos de la escoba. Si permanecen cinco minutos sin tocar el suelo, estarán dentro. Apropósito, esta prueba se realiza con ojos vendados.
—¿Con los ojos vendados? —Exclamé-. Potter, ¡Eso es absurdo!
—¡Ho!, Parece que Mary quiere ser voluntaria para ir primero, —Sonrió el de gafas-. Intentaré no darte en la cara, pero no prometo nada, —advirtió con cinismo. Agitó la varita y de pronto sentí que mi visión se obstruyó.
Me llevé las manos a la altura de la cara para darme cuenta de que un paño se había adherido fuertemente alrededor de mis ojos.
—¡Demonios! Potter, tienes que advertir que vas a vendarme los ojos, —Me quejé.
—Mary, no tenemos tiempo para quejas. Monta la escoba y comencemos con esto, —Escuché que dijo exasperado.
En completa obscuridad y valiéndome del tacto, tantié torpemente a mi alrededor para encontrar mi Barredora 1937. Debería de estar flotando a un lado de mí, por algún lugar. Después de dar algunos manotazos al aire logré sentir el mango de madera que acaricié a lo largo.
—¡Cuidado!, esa no es una escoba, —Bromeó Sirius. Los chicos soltaron risotadas. De haber tenido los ojos descubiertos les hubiera fulminado con la mirada.
Mi sentido del tacto me ayudó a dar con el asiento y los pedales integrados. Haciendo gala de mi ceguera absoluta, monté con ineptitud y a continuación me elevé algunos metros. Sentí el estómago elevarse a la altura del pecho y un mareo que me entumió los dedos de las extremidades. Comencé a temblar apenas sentí el aire más fresco.
—¿Es mal momento para recordarte que no me hago responsable de cualquier lesión craneocerebral? —Gritó James desde abajo.
—¡Maldita sea Potter! —Exclamé temblando de nervios.
—Tranquila, —Dijo desde su lugar con una voz mucho más serena-. Sólo recuerda que … ¡AHORA! —Gritó intempestivamente.
Escuché el zumbido del aire agitándose proveniente de una dirección contraria a la de James Potter, algo a gran velocidad se aproximaba directo a mí. Me abrasé al palo de la escoba y pude darme cuenta que algo tan rápido como un cometa y pesado como un yunque, me había pasado rozando. Provocó un tambaleo en mi barredora. Apenas me incorporé, mi sentido del oído me advertía que otras dos se aproximaban.
—¡A tu derecha! —Escuché a Marlene McKinnon desde las gradas.
Una golpeó mi hombro y otra pasó de largo frente mi nariz. Emití un chillido que provocó otra tanda de risas entre los espectadores.
Decidí impulsarme hacia enfrente. Recorrí algunos metros antes de darme cuenta que otras bludgers se aproximaban a toda velocidad.
—Una botella de cerveza de mantequilla a quien logre derribarla, —Escuché que alguien retó desde las gradas.
Di una voltereta brusca que me sacudió el cabello de la nuca, Y avancé sin tener noción si bajaba o subía. Otro balón golpeó mi escoba y otro más me obligó a girar ciento ochenta grados sobre mi eje.
Entonces, siguiendo mi instinto decidí elevarme hacia el cielo en zigzag. Fueron quizá más de diez metros. Otro zumbido se acercaba a mis sentidos auditivos, así que viré a la derecha y supe que había logrado esquivarla.
Estaba orgullosa de mí misma intentando recuperar el aliento, cuando de pronto una de las pelotas golpeó mi espalda sin misericordia. Perdí el equilibrio y las fuerzas para sostenerme. De pronto mis dedos habían perdido el mango de la escoba y sentí cómo mi cuerpo cedía a las fuerzas de la gravedad. Esa caída dolería, pero fue más doloroso ese un jalón por la pierna que me retuvo. Sentí mi columna estremecer. Mi pie se había atascado en el pedal, impidiendo así una inevitable caída desde los aires. Me sentía como muñeca de trapo colgada de un pie, con mi cabello zarandeándose como bandera al viento.
Con mi pierna suelta di pataletas hasta lograr atrancarla sobre la escoba. Luego hice una flexión hacia arriba. Juraría que pesaba más de 200 kilos para lograr concluir aquella postura. Con una mano tomé el mango de la escoba y con la otra me despejé el cabello de la cara. Ahora podía darme cuenta que mi coleta se había soltado y ahora volaba con tremenda maraña de cabello.
Me abracé al mango de la escoba alertando que en cualquier momento otra bludger llegaría a derribarme. Así que coloqué el mango en vertical para sencillamente ir tan arriba como pudiera.
Escuché el silbato de James, unos treinta metros debajo de mí. El paño que obstruía mi visión de pronto se soltó.
—Baja, —Ordenó—. Han pasado los cinco minutos.
Había llegado hasta las gradas que se pintaban del negro y amarillo de hufflepuff. Mi respiración era agitada y estaba a punto de desvanecerme.
Descendí. Desmonté la escoba y di unos pasos torpes hasta dónde estaba Potter.
— ¿He pasado la prueba? —Pregunté.
—Has permanecido en el aire, ¿No? —Respondió este. Esbocé una sonrisa de lo más cansada. —Pero por merlín, Mary—Exclamó—Haz algo con ese cabello.
Me tambaleé hasta caer sobre la hierba. Permanecí ahí mientras me recuperaba del mareo, pero los estragos de los golpes de los balones comenzaron a punzar. Sentía parte de la espalda entumecida, el brazo se había hinchado y me temblaba involuntariamente, mientras el tobillo no me respondía. Se había teñido de un color púrpura.
Decidí no moverme de aquel lugar mientras los otros chicos pasaban su propia prueba de reflejos a ciegas. Noté que las bludgers las controlaban los mismos chicos de las gradas. Por un momento deseé saber quién había sido el responsable de aquella pelota que me derribó, pero aquél deseo fue fugaz. Pasé la prueba y eso era lo que importaba.
Entrencé mi cabello como pude. Sabía que era un desastre, pero la vanidad había pasado a segundo plano.
James hizo sonar su silbato. El segundo chico había caído directo al piso así que ahora sólo éramos dos aspirantes a prueba.
—Arriba Mcdonald, —Ordenó Potter. Alzó un brazo e hizo una seña para que el resto del equipo se acercara a nosotros-. Bien pues, comenzaremos a evaluar sus habilidades. Brennan, —llamó al aspirante a quién reconocía como un chico de sexto. Me doblaba el tamaño y había sido el más rápido en la prueba de resistencia-. Me gustaría probarte cómo guardián. ¿Te sientes en condición de parar unas Quaffles?
El chico, a quien parecía que las bludgers no habían hecho mayor daño, asintió la barbilla.
—Bien. —Potter le cedió una palma amistosa. Luego se dirigió hacia mí—. Mcdonald, —Me Llamó.
Sonreí, más lista que nunca de probarme cómo cazadora. Era la oportunidad de demostrar mi talento con la puntería.
—… ¿Podrías encargarte de prepararnos unas bebidas? —Ordenó.
Miré de hito en hito al equipo sin comprender.
—¿No me probarás? —Cuestioné.
—A su debido momento, —Contestó él sin darle importancia-. Procura que la bebida esté helada.
Sin saber exactamente que debía de hacer me dirigí a la carpa. No tenía idea de cómo debía sentirme. ¿Estaba dentro del equipo?, ¿Potter esperaría a que recuperara fuerzas?... No tenía idea. Pero decidí obedecer sin demandar más explicaciones. No había caído de la escoba, así que, como sea había pasado sus pruebas psicópatas, así como tolerado sus burlas con cierto grado de dignidad. O eso creía.
—¡Hey Mcdonald! —Escuché al capitán a lo lejos—, ¡Y también trae algunos bocadillos para Canuto, Lunático y Cola gusano!
Otra tanda de carcajadas estalló.
Entonces lo pillé.
Mi prueba había sido una pantomima. Un espectáculo para divertir al equipo, o ¿Quién sabe?, divertirse él mismo. Me sentí como una tonta, o lo que fue peor, me sentí en los pies de Snape. Nunca me iba a tomar en cuenta, así sobreviviera a cien pruebas de agilidad o resistencia. Sencillamente no era la clase de perfil que buscaba para su equipo.
Pero al tratarse de un tema de género sentí mi orgullo más dolido que nunca. Y como en aquél entonces era una adolescente con una cabeza tan dura como una bludger, había convertido el tema en una cuestión personal, y como tal no le iba a dar la satisfacción de renunciar.
Hasta aquí llega el capítulo 4.

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2183. Teddy-Lupin ,

suena interesante el libro de weaslei

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2184. Dherhion,

Si lo quereis leer de golpe nada mejor que ir a la fuente. Está completo y se puede leer de un tirón, y así le dais visitas y visibilidad a la autora:
https://www.fanfiction.net/s/12822707/1/James-Potter-Un-Hermoso-Bastardo

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2185. goten,

saben alguno en el que dumbledore adopte a harry?

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2186. Sam-Weasley ,

madre mía, uno donde Dumbledore adopte a Harry estaría interesante de ver, aunque creo que cambiaría muchas cosas...

no sé, nada que ver, pero a veces me puse a pensar cómo sería si Dumbledore hubiera tenido un hijo / a y que fuera a Hogwarts... sobre todo cómo sería la personalidad de esa persona en cuestión.

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2187. little_fox,

Desde mi perspectiva, podrían pasar muchas cosas. que sea un arrogante mimado, umilde y preparado para morir por el horrocrux, alguien consumado en las artes mágicas... podría seguir.

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2188. Sam-Weasley ,

si, hay bastantes posibilidades, entre ellas que fuera una especie de Draco 2.0, o bien una mini versión de Dumbledore jajaja.

en fin, sólo podemos especular.

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2189. Teddy-Lupin ,

hubiera sido guai que dumbledore no hubiera muerto se imaginan? ,una guerra majica con Dumbledore? ,todos los que estaban pero con dumbledore

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2190. Sam-Weasley ,

hubiera estado muy bien, el detalle aquí es que... según mi opinión, le hubiera restado bastante acción al protagonista, el jarras, porque todo hubiera sido relativamente sencillo, tipo sólo Dumbledore y Harry buscando los horrocruxes, o ya en su defecto y para acabar rápido, un duelo entre Dumbledore y Voldemort.

Como sea, aún sigo llorando porque Dumbledore murió. Dato irrelevante del día, by Sam_Weasley.

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