Os voy a contar una historia de terror navideño:
Érase una vez un piloto, que salió esta mañana para hacer una tarea, llevando a unos turistas de Budapest a donde fuera que fueran, pero había escala en Dresde.
Ese piloto, en un arranque de inspiración, consiguió salir del hangar, cumplir todo lo que tenía que cumplir, y despegar con éxito.
El piloto hizo un vuelo sin mayores complicaciones, esquivó con éxito un avión que alertó al Tecas, y evitó que lo derribaran los militares de distintos países.
Incluso encontró, en su radio, en una de las torres, a alguien que conocía, mira por dónde le vienen a controlar gente conocida.
Le vino bien, porque aumentó su confianza, saber que alguien a quien había visto en numerosas listas de correo no iba a dejar que se estrellara por ahí.
Cuando la voz, con cierto acento cordobés de Córdoba, la de España, le despidió, le atendió el aeropuerto de Dresde, que lo acogería, si todo salía bien.
Pues nada, vamos allá.
El piloto había tenido algún que otro problema, ya no era sólo que Eurofly no responde, sino que también, Introduzca el código, nosabía que se llamara así ese subprograma, tampoco respondía, pero le dio a esperar a que el programa respondiera y parece que fue bien.
El piloto notó que el programa, a veces, va lento, tarda en confirmar los códigos del transpondedor y otras cosas, y eso le hizo sospechar que estaba teniendo demasiada suerte.
En fin, llegado al punto donde ya podía aterrizar, el piloto activó la audionavegación para saber si en algún momento se salía del rango del aeropuerto.
Pidió permiso para aterrizar y se lo concedieron.
Justo ahí los pasajeros se pusieron a gritar, y el piloto creyó que lo animaban, pues todavía no había comenzado las maniobras de aterrizaje.
Pero al piloto, que los gritos le acabaron pareciendo de terror, y no de "Dale que vas bien", le dio por mirar el altímetro.
Dos metros antes de probar la dureza de la pista del aeropuerto de Dresde, se encomendó al Demonio, que seguramente le estaría esperando ya.
El piloto, que tuvo la gracia de no visitar el Infierno, al menos por esta vez, miró el archivo de la caja negra.
Causa del accidente: Tren de aterrizaje plegado.
Pero vamos a ver, si ni siquiera se iniciaron las maniobras...
Es Navidad, la gente viaja mucho en avión, que era el medio de transporte más seguro... hasta que llegó Eurofly y su plantilla de pilotos ciegos.
Y es que la Navidad no sólo son campanitas, villancicos, panderetas, felicitaciones...
La Navidad también es terror.