Historias y novelas.

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211. hermione_jean_granger,

hola chicos. espero que estén muy bien. vengo a solicitar apoyo. no se si alguien esté interesado en ser mi beta Reader. estoy cerca de terminar mi libro y lo necesito desesperadamente. no puedo pagar dinero por ese servicio, pero si puedo convertirme en el beta Reader, de alguien que esté escribiendo también como un intercambio de favores. si alguien está interesado agradecería que me escribiera por privado. muchas gracias. Un beta Reader (también beta Reader, o reducido a beta, antiguamente pre-reader o pre-lector) es una persona que lee una obra escrita, generalmente de ficción, con lo que se ha descrito como "una mirada crítica, con el objetivo de mejorar la gramática, ortografía, caracterización y el estilo general de una historia antes de su lanzamiento al público."

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212. Def-Leppard,

a ver, sin un argumento sin algo que saber de lo que escribes.... es que no te puedo decir si me lo leo, sinceramente. a mi no me hace falta que me hagas de beta, si el argumento me atrae, me lo leo, pero danos datos. porque así sin más... no. manda privado con una sinópsis y te responderé. pero eso. un pokito saber de que va la cosa.

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213. abby ,

yo diría que estaría bien que mandaras una sinopsis por acá, así veríamos y eso.

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214. hermione_jean_granger,

decirles que tengo una sinopsis de mi libro lista, sería mentir. soy pésima para hacer sumaris o sinopsis, siento que se me escapa la forma más adecuada de hacerlo, no obstante puedo explicar de que va la historia. es romántica. se trata de un hombre y una mujer que se encuentran por casualidad, y el destino los junta una y otra vez por más que ellos no lo busquen. él es una persona que tiene temas muy graves en que centrarse como para pensar en el amor, mientras que ella ya no cree en este sentimiento.

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215. abby ,

a! aver. pues en estos momentos no sé si estoy para novelas románticas, pero he leído muchas, y me gustan. Si guieres, te puedo ayudar con eso

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216. Def-Leppard,

lamentablemente, con migo no cuentes. la literatura romántica me da más alergia que las avejas, y ya es decir....

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217. Chopin,

igual que @def_lepard

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218. kirito,

¿er, la fan de morath?
sobre tu capítulo 6 de la ciudad del caos...
¿Creo que los franceses usan el mismo alfabeto que nosotros?
Por lo de símbolos raros en el papel. Nosé tu, pero almeterme en páginas francesas logro reconocer muchas palabras y el nvda puede leer cada letra, esceptuando algunos acentos raros.

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219. Rayo.bgtr ,

Sí, solo que al igual que el inglés, no usan la ñ, si no estoy mal.

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220. NilMoliner ,

si, su ñ es una ng, y utilizan tres acentos. Este, ´, Este, `, y Este ^.

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221. Gamer_girl,

¡Hola, chicos! Espero se encuentren bien.
Aquí les comparto mi última historia publicada, espero sea de su agrado. No olviden en compartir el link para quien le interese leerla. No te olvides de ellos:
https://www.wattpad.com/story/266686411-no-te-olvides-de-ellos

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222. kirito,

¿y trata de?

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223. hermione_jean_granger,

gracias a este medio, conseguí al mejor beta reader del mundo. no es necesario decir su nombre, porque quizá no desee que se sepa, pero estoy segura que con su ayuda todo saldrá mejor. ahora también contestaré a otras personas que me escribieron y también aprobecho este mensage para agradecer su dispocición. y solo mencionar que lamentablemente por más gratis que sea ser beta reader, si uno acepta, conlleva una sierta responsabilidad. deecho e pasado a dos personas más mi libro, pero hasta ahora no me dicen nada y estoy preocupada.

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224. Gamer_girl,

No te olvides de ellos

Sinopsis: Un teletransportador lleva a Melisa, una chica ciega graduada de la Preparatoria, de regreso al instituto de ciegos que le fue de apoyo durante 6 años. Sabiendo que dos de sus amigos están en ese lugar, recorre cada rincón esperando encontrarlos antes de regresar a casa.
Disfruta de esta historia corta de amistad que nos deja una importante enseñanza al final, y donde se le da visibilidad a una comunidad que pasa desapercibida: La Tiflocomunidad, o la comunidad de las personas con discapacidad visual.
Es una historia corta de 9 páginas, con ciertos toques de fantasía con eso del Teletransportador.

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225. Loba_Espacial,

no, la ñ en francés es gn, no ng.
Y los acentos son: el normal, é (agudo), è (grave) y ê (circunflejo), además de la diéresis, que se usa en determinadas palabras con ë ï y ü para deshacer las vocales compuestas.
Por ejemplo, en francés la conjunción "ai" suena e. Pues bien, la palabra caiman sonaría como kemán, así que para evitarlo se rompe la unión con la diéresis, escribiendo caïman.

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226. NilMoliner ,

Hermione, debiste haberlo registrado en plagiarisma o en alguna plataforma de antiplagio, hoy en día es fácil plagiar y robar las ideas de cualquier persona si no están debidamente registradas. Por eso prefiero trabajar en físico. Mucha suerte y espero que te haya ido bien.
Y loba, muchas gracias, estaba algo mareado con la gn y ng y por eso no lo afirmé con certeza.

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227. hermione_jean_granger,

gracias oso por la recomendación, deecho ahora mismo lo haré. te pasaste. no tenía ni idea, de esas páginas

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228. Jarro_Mocho ,

Colega, esas que comentas son pagas? Porque Turnitin desde luego que sí

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229. kirito,

suena entretenida tu historia kunoichi. Pero wadpad no lo toco ni con un palo de 100 años luz.

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230. gianella.delgado,

alguien save como descargar de wadpad de forma exitosa. antes había un programa pero luego dejó de funcionar.

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231. NilMoliner ,

hola, perdón por tardar tanto.
Plagiarisma tiene una versión de pago pero muchos usuarios usan su versión gratis y con anuncios, como spotify. Es fácil de registrar y no te cobra dinero. Con turnitin es más complicado y sí es paga, pero vale la pena. Creo que la semana costaba 20 o 30 dólares, ya no lo recuerdo.
Hablando de historias y novelas, leí battle royale de koutsun takami y quiero hacerle la segunda parte, en plan un fanfic porque solo tiene una parte y va con final abierto. Saben si es posible enviársela al autor o algo así, o publicarlo en algún sitio?

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232. goten,

mejor hazlo como fanfic, porque si quieres hacer una y mandarle al autor tienes q pedir permiso

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233. NilMoliner ,

si, lo de pedirle permiso no me importa, de hecho estaba pensando en ofrecerle el libro como tributo. De todos modos tengo una profesora con phd en filología japonesa que se mostró extrañamente gustosa en asesorarme.

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234. Ezra_Solerian,

Palmeras en la nieve. De todos los guerreros mortales.

Fumas.
Lo haces siempre, cuando estás en esos momentos de tensión que a duras penas te dejan pensar. Cuando miras las tinieblas y de pronto te superan, tomándote el cuello, cortando tu respiración. Lo haces cuando te sientes desfallecer e imaginas que todo lo que hay en ti se desvanece con el humo que forma espirales en el aire, que puedes apagarlo y pisarlo con todo tu odio bajo la suela de tus botas. Botas que han cargado con mucho peso, por cierto.
Has pateado a otros soldados, tanto muertos como vivos. ¿Qué significan unos cuantos miedos y otros pocos cigarros?
Miras a la noche, fría, oscura y sientes la calma venir a ti. Es todo más sencillo cuando todo está bajo tu control, cuando todo lo que te aterra puede extinguirse con un solo movimiento de tus dedos. Lo tienes que controlar todo, lo tienes que manejar todo, maldita sea sino. Lo sabes, lo entiendes, y te causa placer el poder mover hilar cada fina costura a tu alrededor. Si algo te supera, si algo es demasiado para ti, ¡debe desaparecer!
James era un problema, un problema grande que no quería doblegarse. Desapareció.
Los manifestantes te ponían de los nervios, tratando de impedir la boda de Luciana y Alana cuando no debían. Trataste de manejarlos, no pudiste. Desaparecieron.
Los soldados que te desafiaron. Desaparecieron.
Tu padre. Desapareció.
Fácil, es efímero y no necesitas pensarlo demasiado.
Disfrutas de la última calada, retienes el aire, la mano caliente baja hasta tu cuello y disfrutas el ardor. Como todo, tú decides cuando se acaba. Con una satisfacción colosal, soplas al asesino de tu garganta y sonríes. Ya no existe nada más que un agrado tranquilizador retozando en tu pecho. Lo amas, por un Dios y el cielo que amas poder empezar y acabar estas mini batallas.
Pisas la colilla con fuerza y vuelves dentro, con los demás. Todos disfrutan, charlan ríen y beben, demasiado animados por la falta de trabajo y el exceso de paz. El cuartel tenía muchísimos años sin momentos de estos, cargados de carcajadas y de camaradería, siempre yendo y viniendo en una constante de compañeros caídos y ataques de vuelta. Te paras a abrazar a los que te saludan, a charlar con otros, incluso Valterra y Ruiz te piden una fotografía. Hay tranquilidad, y ello te asusta a la vez que te emociona. Siempre hay que esperar lo peor, que el puñal esté enfundado no quiere decir que no tenga filo y que no esté apuntándote.
—¡Jefe! ¡Es nuestro día! ¡Los del bando contrario cayeron! —te grita valterra, dando un sorbo a su copa.
—¡Que los jodan, desgraciados! Que les metan las armas por donde más les guste —secunda Ruiz y tu das una leve carcajada. Tus muchachos están locos.
Aún pese a toda la alegría, a todo el movimiento, no puedes evitar pensar en aquella frase de esa canción que él siempre canta: “Que blanco es el ayer, que triste el porvenir”. Y es que es cierto; sabes que de alguna manera el ayer era mejor para todos ustedes, sumidos en las fantasías. El presente es una ilusión y el futuro es… es una pila de restos con los que tus muchachos creen poder construir un castillo.
Suspiras. Eso no lo puedes controlar. Te fastidia. Y no puede desaparecer, carajo.
Todos están a tu lado, pero necesitas salir. Estás solo con demasiadas personas. El comandante Karrel no se llena con falsas promesas.
Aunque no quieres, lo buscas. Necesitas verlo, necesitas encontrarlo. “Lleno de preguntas, que no llegan a su fin”.
¿Por qué lo necesitas? ¿por qué lo buscas? ¿Por qué lo quieres? ¿Para qué te niegas cuando lo anhelas? ¿Qué te dan sus manos que no tengan las de una mujer que podría darte la mejor de las noches?
Gruñes, frustrado. Lo odias. Lo amas. No lo controlas. No puede desaparecer. Jamás.
—¿dónde estás, pianista? —susurras.
Sales del salón en el segundo piso, recorres los pasillos con luces de festividad, miras las puertas y caminas a lo largo, deseando que en una de las barandillas esté él esperándote. Te arde el deseo tanto de encontrarlo como de perderlo, y te palpita la cabeza. Estás furioso, con él y el mundo.
“Trozos de papel, vientos que les llevan rumbo al azar”.
Eso son tus pensamiento.
Llegas al final del pasillo, doblas la esquina y bajas la escalera de caracol. Lo necesitas. No te engañas más. Sabes que está en el cuarto de los instrumentos. ¿para qué mentirte? ¿es como los cigarros, su aliento alivia tus dolores, dispersándose en el aire.
—Me vas a pagar el estar tanto en mi cabeza, pianista —te dices.
Terminas el infinito entramado de peldaños, viras a la derecha y casi gimes de éxtasis cuando en la puerta metálica del fondo, encuentras lo que buscas: ese ruido, ese sonido… el piano. Su piano, tu piano o, como diría él, vuestro piano.
Abres la puerta, y te desarma… te despedaza ver que canta la tonada que en tu mente tanto está. No se inmuta, sabe que eres tú. Nadie vendría por él a esta hora, su jornada a terminado.
—Pero quien dirige el aire, quién rompe las hojas —canta, con esa deliciosa cadencia suya que te hace perder la cabeza—. De esas palmeras, que lloran.
Esbozas un gesto de satisfacción. Sacas tu banquito, escondido bajo el escritorio, vuelves a la puerta para poner el estilo y por esa noche, te conviertes de nuevo en la melodía de ese pianista de ojos castaños, cabello rubio cenizo y sonrisa pecaminosa.
Los hombres no solo se acuestan con mujeres. Los hombres son todos valientes, que sabrán reconocer que el instinto tira, y nadie puede detener eso que más se añora.
—Quien teje las redes que les ahogan —El pianista alza la voz, un acorde mayor resuena mientras él se entrega a la canción e interpreta.
Lo amas. Lo Odias. No lo puedes controlar. No puede desaparecer. Jamás.
Dejas que al terminar te sonría, y algo más, tal vez.
No lo pisas como a la colilla del cigarro. Lo dejas entrar y quemarte las entrañas. Rompes las redes, y no quieres que nadie las teja jamás.
Mientras tu cuerpo cae en la tapa del instrumento, sus manos se pierden juntas, te das cuenta de que los mejores guerreros son los mortales. Aquellos que luchan, sabiendo que todo lo pueden perder en el intento. Los héroes no existen, no sienten esa alegría de los soldados al vencer. Pudieron morir, pero siguen vivos.
Puedes perderlo todo, pero apuestas. Al final, eres un guerrero, y no tienes nada que perder ya.
Dejas que te bese, que te abrace y que rompa las redes. No importa cuanto quieras huir. La batalla está perdida incluso antes de que estalle el primer misil.
Tanto dentro, como fuera de allí.

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235. gaisgeach_marbhtach,

simplemente genial. me encanta esa esencia, me encanta como lograste captar esos matices, esas pequeñas variaciones... me encantó ese pianista, esa represión del gaisgeach marbhtach (guerrero mortal) y ese encontrarse así mismo en compañía de su pianista, ese alguien que le movió el piso y lo hizo ser quien es... solicito que postees, leer eso me animó a intentar algo y postear por acá algún contenido así. mañana no hay clase, ¡así que a trasnochar se dijo!

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236. Ezra_Solerian,

Dios, señorita marbhtach. gracias miles, su comentario me hace taaan feliz que bueno, intentaremos otra partecilla o algo. Viera lo bien que me sienta que algo de mí haya llegado también a una persona que quizás, nada sospechaba. Yo soy bastante malo escribiendo, según yo, y es lindo ver a alguien sacar mucho de tan breve texto.
A ver, posteamos también como para no quedarnos con la intriga, que ya me picó.

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237. Lucas-Feliz,

Bueno; aquí voy yo. Os dejo... más que una historia, un pequeño relato que yo escribí no hace demasiado. Espero que os guste.

La paradoja de la eterna inquietud, (el incontrolado ser)

Buscaba perdido entre un bloque tras otro de lugares, sitios, información... mientras un ínfimo hilo de cordura acechaba con perderse, caer al abismo mientras solo quedo ahí, estático, plasmado en el escritorio con los 143 libros que a mi derecha se hallaban. Las lágrimas golpeteaban repetidamente mis ojos, haciendo pulsos con mis pestañas con tal de salir, correr, desvariarse en el espacio y formar parte de una realidad idiota en la que en un bucle de sentimientos me había metido. Sin embargo, aún debo seguir tranquilo, estático, con cara de póquer ante el mundo, porque simple y llanamente, hablar ya no sirve de nada. Un ágrio conglomerado de rabia, corage, amargura, tristeza y demás, repetía su eterno modelaje en mi cara. Por suerte, este trozo de tela de color desconocido sabe bien ocultar mi yo real, y representar sólo un cristal, tal como el cristal que hace de pared entre un montón de personalidades aparentemente mías, las cuales muchas de ellas desconozco, y algunas específicamente me asustan, y yo, que no soy más que un pensamiento con patas, con algún extraño tipo de forma física que lo encierra.
--¿Pablo? -reclamé a mí mismo mientras con mirada compleja e intrépida me acusaba-. ¿Qué es lo que te sucede, querido?
--No lo sé... ciertamente, no lo sé. Y es menos saber si me pusiera yo a preguntarle a cada una de esas personas que hay dentro de mi mente, que están constantemente hablando, articulando disparates sin sentido y que muchas veces es prácticamente imposible ponerles algún tipo de órden.
--¿Y eso es respuesta a mi pregunta? - inquirí-.
--¿Y qué es lo que quieres que te responda?
--¿Y qué es lo que quieres responder? -apremié de nuevo buscando algo desconocido-.
--A mí no me mires, no lo sé Pablo... no lo sé; no tengo la menor idea de qué diablos pasa con nosotros -respondí con tristeza plasmada-.
--Maldito seas, ¿sabes? Maldito seas tú, tus personalidades, tu estereotipo de persona... tu maldita concepción de la humanidad, maldito seas tú... Pablo.

Y justo en ese momento hubo un silencio escrutal, en el que yo, almenos mi forma etérea, perdí todo sentido de la noción del tiempo. Es estar en un estado eterno, en una paradoja imparable.

Él se hallaba sentado en clase, mientras letras aparecían a lo largo de su documento, en la pantalla. Movía inconscientemente su cabeza de izquierda a derecha, prestando nefasta atención a lo que el profesor parloteaba con afanada parsimonia acerca de quién sabe qué onda de David, o de un tal Miguel Ángel. Sus pensamientos volaban en un mundo distinto, aparentemente centrados en contar algún tipo de introspección que el chico escribía en dicho documento. Sus oídos no eran capaces de distinguir si eran las diez, las once, o era algún momento extraño de su vida. Toda su clase, lentamente desaparecía a su alrededor, mientras su consciencia se partía y devanaba en escribir lo que el chico de tez absurdamente morena estaba haciendo en aquel momento.

12:00 del mediodía. Estabas de pié, cerca de la tarima. Su voz airada resuena ruidosa en las paredes y su eco, cargado de un odio inconmensurado, no es más que la cuchilla ensangrentada que deliberadamente, penetra, surcando cual barco en altamar, un agónico recorrido cargado así de culpa bajo una cara de póquer esmirriada y escondida entre dos brazos algo musculosos. Y son tus sendos pensamientos refugiados sabe Dios dónde los que te ayudan a escribir la carta que hoy estoy leyendo... eres un cúmulo maldito; atrapado, lleno de rabia y de voluntad férrea quebrada; eres hoy, ayer, un amor cansado; eres lágrimas, y mientras que tus congéneres allí presentes a tu alrededor salen a presentar la causa de tu corage, eres oscuridad, crueldad entrelazada, en un páramo inconexo, inconcluso, incoherente, inconsciente. Eres el que vio narrar minutos atrás la perspectiva de alguien escribiendo cualquier clase de idiotez... maldito seas... que ves el mundo tan complejo y tú no eres capaz de entenderte. Maldito seas tú, que no tienes la menor idea de quien eres, o qué estás haciendo; y es que eres cartón, tierra, polvo, fuego, humo, cenizas, nada.

Fui a llamarlo a su habitación. Como últimamente pasa, lo veo ya con su mochila preparada, listo para salir. Veo un bloque de libros que él dice de ser necesarios llevarlos. Yo, suspiro. ¿Qué voy a hacer con mi hijo? El cansancio como siempre, me invade. Mis manos poco a poco me dejan de funcionar, y pese a que mi hijo me repite incansablemente que debo ir al hospital, no puedo... no es el momento, no sé. Me despido de él, tras haberlo llevado, como todos los días al instituto, y juntos, haber sorteado mil y un obstáculos en la calle. Lo veo tan... simple, aburrido. Lo veo tan ido del mundo, tan perdido. Lo veo y sólo veo la carcasa, ese chico que es músico, cantante, estudiante, que llora y sigue estudiando. Es tan difícil, porque no sé que decirle. Tan absurdamente difícil... soy su madre, y no soy capaz de entenderlo, en absoluto. Tan maravilloso él, y tan incomprensible al mismo tiempo. No sé si quererlo, matarlo, o simplemente pasar. No sé que será de él...

J. Pablo Giménez, (el cristal)

Soy un asco escribiendo jaj, perdón chavales

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238. alaska ,

hola! muy bien por quienes comparten sus historias. Vamos! A continuar escribiendo y compartiendo!

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239. gianella.delgado,

dios necesito escribir así. cuando leo los escritos de los dos pablos comprendo que soy una fracasada escribiendo. joder que facinante lo hacen todo. en realidad escriben con profecionales y siento que para llegar al punto en el que ambos están hay un camino muy largo por recorrer.

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240. gaisgeach_marbhtach,

opino lo mismo que tú: ambos escriben genial, y con esas historias... yo di un paso atrás y no me atreví a publicar la mía

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