Hola, buenos días.
El día de hoy @Potions-and-Snitches (Una respetable moderadora) y yo (Un poco respetable usuario) pasan por aquí para dejarles cinco chistes contados por alguien que todos creen conocer, pero que muy pocos conocen en realidad. Empecemos:
CHISTE 1:
Oye, ¿tu cuantos años me hechas?
— Pues... Por tu cara 29, por tu pelo 26 y por tus piernas 23.
— Oh, tu sí que sabes cómo alagar a una dama!
— Espera, estoy sumando!
CHISTE 2:
— Maaamáaa, maaamáaa! ¿Pooor quéee paaapáaa maaatóoo aaal preeegoooneeerooo?
CHISTE 3:
— Mamá, mamá! En el colegio me llaman cabezón.
— Pero hijo, ¿tú que haces cuando te llaman así?
— Nada, intento perseguirlos, pero se meten por callejones estrechos.
CHISTE 4:
— ¿Te cuento el chiste del sodio?
— Na.
CHISTE 5 (Nota: Aquí nos detendremos, y haremos una mención especial al genial chiste de la monja, el cual fue publicado anteriormente):
Una monja iba acompañada de sus alumnas cuando en el camino vio a un hombre desnudo, tirado en el pasto boca arriba, con sus órganos genitales al aire. La monja, para evitar que las niñas lo vieran, se levantó la falda y se sentó encima.
La monja, al ver que algo se le metía alzó los ojos al cielo, y empezó a invocar una plegaria:
— Hay! San Aniseto, ¿qué es esto que me meto?
— Hay! San Armando, ¿qué diablos me está entrando?
— Hay! Santa Teresa, vaya cosa más tiesa!
— Hay! Santa María, esto yo no lo sabía!
— Hay! San Carbajal, de aquí no me voy a bajar!
— Hay! Santa Marta, si esto mide una cuarta.
— Hay! San Mateo, creo que aquí me quedo!
— Hay! San Gaspar, qué bueno es follar!
— Hay! San Generoso, esto sí que es sabroso!
— Hay! Santa Victoria, si estoy llegando a la gloria!
— Hay! San Angúlo, cómo me tiembla el culo!
— Hay! San Crisendo, creo que me estoy corriendo.
Las alumnas, sorprendidas de ver a la monja aclamar al cielo, se acercaron... El hombre intentó levantarse y la monja dijo:
— Hay! San Renato, si me la sacas te mato!
Esperamos que se hayan deleitado con estos chistes, pendientes de anotar y traerles más.
¡Saludos!