Si me pongo en plan purista, los dos sistemas tienen ventajas e inconvenientes.
Ni uno mejor, ni uno peor, porque son diferentes, no tienen nada que ver.
Sí que es verdad que en iOS echo de menos un explorador de archivos, que, como en el ordenador de Apple, que sí lo tiene, me deje acceder a todo, y que, para usuarios avanzados que quieran acceder a las librrerías tenga que introducirse una línea de comandos en el terminal, lo que ya obliga a hacerlo de forma consciente y evita tocar por accidente a un usuario inexperto, o a alguien que no quiera meterse en más complicación.
Aunque no lo creáis, el caballo de batalla es, para muchas cosas, la exclusividad, esa especie de elitismo que parece envolver a los productos de Apple.
Me explico:
Medio mundo, y la otra mitad, está de acuerdo en que el adaptador debe ser un adaptador universal, que la clavija debe ser la que utiliza todo Dios, pero llega Apple, y, desde el principio, utilizan la clavija que se les viene en gana.
Esó sí, los verdaderos responsables son, por ejemplo, la Unión Europea, que les dice que no, y les ponen una multa ridícula, y de paso recaudan, que, al final, es de lo que se trata, de lo que se deduce que gobiernan las empresas, no los gobiernos, hasta que no demuestren lo contrario.
Tan fácil como prohibir la venta si no cumplen los estándares que el resto ha aceptado sin chistar.
Aunque eso también es relativo, hay una guerra de marcas, que, aunque la clavija sirva, luego los cargadores no suministran carga, pues cada uno pone el patillaje como quiere.
Y debería ser obligatorio, pues, sin ir más lejos, en una situación de emergencia, todo lo que sean estándares diferentes puede poner piedras en el camino, por ejemplo, por no poder intercambiar cargadores.
Una de las cosas que me decantaba por Android, aparte de ser más abierto para poder elegir lo que quiero hacer con mi contenido, era que antes a los teléfonos se les podía extraer la batería, incluso Samsung vendía cargadores de sobremesa y baterías extra, lo que permitía cambiar la batería en caso de necesitarlo.
Las baterías externas son una chapuza, para que medio funcionen hay que hacer cosas que nadie hace, por tanto, la batería acaba por no rendir como para que merezca la pena.
Un día, todo el mundo dejó la batería dentro, intocable, y se unieron a Apple, con esa manía de poner la batería dentro.
En conclusión, el único aparato de Apple, me refiero a dispositivo pequeño que tengo, es un iPod Touch, y no dejo de reconocer que, en accesibilidad, de momento, no hay quien les iguale.
En un futuro, por ese motivo, tendré un iPhone.
Por motivos de trabajo, utilizo un ordenador de Apple, aunque ahora para escribiros, para jugar y para alguna que otra cosa, utilizo Windows, por tanto, no desprecio Windows, pero , las exigencias de mi trabajo me obligan a utilizar un ordenador de Apple, pues las herramientas que necesito sólo son accesibles ahí, aunque no dejo de reconocer que, quien necesite accesibilidad y potencia efectiva, buen rendimiento y asegurarse que, después de un cuelgue, pues Mac también se cuelga aunque mucho menos, va a tener todo el trabajo, apenas con algunos minutos de pérdida, pero recuperable, utilizará un Mac.
Y no, no por eso soy fan de Apple, aunque en cierta forma debería, pues a mí sí me saca las castañas del fuego.
Sin embargo, no me considero miembro de una especie de élite, pues veo las ventajas de cada sistema, que las tiene, y en micaso el Mac, es sobre todo, una herramienta de trabajo.
Si a más de uno le dijera que Narrator es un buen lector de pantalla, me matarían sin pensarlo.
Esa eterna lucha entre los lectores de pantalla...
Cada uno tiene sus ventajas e inconvenientes, lo único que pasa es que, para manejar bien un lector de pantalla, hay que conocerlo.
Cada lector tiene infinidad de funciones que proporcionan una verdadera revisión de la pantalla, lo que amplía en gran medida las posibilidades de acceder a aplicaciones de las que algunos llaman inaccesibles.
Después de escuchar tanta crítica contra Narrator, me puse a manejarlo.
Tardé en acostumbrarme, pero, cuando le pillé el tranquillo, me resultó cómodo, como el resto de lectores de pantalla, al menos, los más utilizados, JAWS y NVDA.
Uno de estos días, me meteré a probar Windows Eyes, System Acces, Thunder, y alguno que otro que haya por ahí.
Windows Mobile no lo he probado, me refiero en un móvil para windows, por tanto, desconozco qué tal será.
El único problema que le veo a Android, es la inaccesibilidad de algunos dispositivos, por utilizar una capa de personalización inaccesible.
Los que utilizan una personalización accesible, o, directamente, Android puro, son perfectamente manejables, TalkBack es un buen lector de pantalla.
En fin, no me extiendo más, que voy a gastar el teclado.