uuuf, con respecto a esto, si tengo un cumple años horrible. Resulta que, al cumplir mis 16 años, un día antes yo estaba super feliz, porque me ivan a preparar mi comida favorita, vendría si bien, no mucha gente, pero vendrían y platicar, y lo mejor, mi mejor amiga. Pues bien, me levanté suuper feliz, como les digo, savía, o almenos, me imaginaba que iva a ser el mejor cumple de todos. Mi día comenzó bien, mi novio estuvo conmigo, me regaló un álbum de mis artistas favoritos, me hicieron una felicitación por una radio, todos o, bueno, casi todos mis amigos se acordaron, en fin. Hasta que se llegan las 12 del mediodía, y ahí es cuando empieza todo. Resulta que, mi mamá y mi abuelita tuvieron que salir a traer el gaz, ya que se avía terminado. Y todo bien, hasta que, cuando lo trajeron, yo no se a que chucha se debió, pero, se los juro, era el holor a gaz mas horrible, asqueroso, repugnante, que pudieron aver imajinado y que yo pude a ver holido en mi corta vida. Y no estoy exagerando, de verdad fue terrible. Pues al no soportar mas este holor, lo que hice fue colocarme las cobijas hasta la cabezota para mínimo, no sentirlo tanto. Todo iva normal, pues yo pensaba que eso no iva a durar mucho. Pero no, todo lo contrario. No se cuanto duré con la cabeza metida entre tanta cobija, pero, para que se den una idea, me dormí media hora después de que hablaba con mis amigos y mi novio. Cuando me desperté, resulta que ya eran las 7 o , almenos, eso recuerdo. Primero, mi mejor amiga me dice que no podrá venir, porque no me acuerdo porqué. Creo que fue porque estaba demasiado lejos. Pero bueno, si es tu verdadera amiga, no le importa, verdad? Así pensaba, pero bueno, la comprendía porque ella era igual de bajos recursos económicos como yo. Cuando me despertaron, resulta que ya avían llegado todos los invitados. Yo dije, wow, que hora es? Bueno, como les digo, recuerdo que eran las 7, pero no estoy segura. Salí a resivirlos y a platicar con ellos, y noté que el holor ese horrible ya se avía dicipado. O almenos, ya casi no se persivía. Me sirvieron la comida, que les digo, era mi comida favorita, ensalada de pollo. Pero cuando la pruebo, hoo, sorpresa. Tenía el maldito sabor y holor ese asqueroso. Yo traté de no decir nada, pero al final no pude aguantar más, y se los dije. Ellos dijeron que no, que no era cierto, que no savía así y que todo estaba bien. Total que, al final, ni comer pude. Yo pensé bueno, quizá el pastel no sepa así. Pero nada, resulta que era casi igual, solo que menos. Ya para ese punto creí que era mi jodida naríz o mi cerebro que aún recordaba ese holor, yo que se yo. Ni con los invitados pude platicar, estuve desanimada y, enzima, los invitados solo se quedaron poco tiempo. Al siguiente día, para olvidarme de eso, yo intenté integrarme a las charlas de mi familia, oviamente no demasiado y no dar mi opinión si no me la piden. Pero nadie me hizo caso, todos me excluían. Y no es que me haga la víctima, es verdad. En la noche no pude dormir porque me dolió el estómago horrible. Y en fin, talvez nadie lea esto porque es suuuuper larguísimo, pero si. Ese es el peor cumpleaños que yo recuerde