La verdad, yo sí puedo decir que he sido una persona muy descreída en lo que al amor se refiere, no me considero el hombre más sentimental por fuera y sin embargo creo que el amor ha sido clave en mi vida. Por eso quiero decir dos cosas sobre las relaciones a distancia, que aquí están tan de moda. En otro post os contaré algunas historias de las que me pedís.
La primera, a los que estáis inmersos en relaciones a distancia, pensad verdaderamente si vuestra relación es factible (sentimental, personal y económicamente). Es más complejo, pero lo estoy poniendo de un modo muy simple para que se entienda. ¿A qué le llamo factible en estos tres aspectos? En el sentimental, a que realmente améis a esa persona y no estéis con ella porque no os guste la soledad, que también es válido si los dos están de acuerdo, pero quizá podría no justificar un esfuerzo para estar más cerca. En lo personal, a que consideréis que más allá del teléfono os gustaría probar a convivir con esa persona, más allá de un fin de semana. Y en el económico, a que realmente no os vais a ver una vez al año durante 5 o 6 años, porque amigos, la vida pasa y o felices los cuatro o nos hacemos viejos y no hemos vivido nada, y ambas posibilidades son muy tristes. La vida está para disfrutarla, todo lo demás hay que dejarlo pasar y podemos ser tan amigos, o incluso si queréis, podéis no tomaros tan en serio el uno al otro, pero llorar durante meses por alguien a quien nunca vais a conocer es como enamorarse del personaje principal de nuestro libro favorito. Suena muy bien cuando tienes 15 años, pero muestra un estancamiento brutal cuando tienes 20 o 30.
La segunda, y la más importante. Sí, sí se puede concretar una relación con alguien que vive muy lejos. Yo he estado con gente que vive casi en la esquina de mi casa, pero he tenido dos relaciones muy largas con personas que al iniciar vivían lejísimos y con las dos he llegado a vivir, en la misma casa y por tiempos prolongados. Fueron situaciones muy distintas entre sí, pero lo importante es que es posible. SI tenéis resolución, constancia y sobre todo, si sois ordenados con el dinero y os hacéis un plan realista de algo que podéis hacer en vuestro lugar de destino, o algo que puede hacer vuestra pareja, lo demás es sólo cuestión de suerte. Pero por favor, por favor... no esperéis 10 años sin hacer nada a ver si algún día os toca la lotería. Si de verdad tenéis que esperar 2 o 3 años para ver a alguien, por lo menos que sepáis que estáis intentando todo lo posible, no sé, buscando becas, trabajo, ahorrando. Pero por supuesto, si yo estoy con alguien a quien no se sabe cuándo voy a ver, que no muestra ningún interés en acelerar las cosas y me encuentro a alguien que me llama la atención más cerca, no creo que se me pueda echar la culpa. Nunca me he visto en esa situación, pero a veces me da bastante risa la gente que se pone en el plan de acusar al que eligió a alguien que estaba más cerca. Porque te puedes enamorar de alguien que vive a distancia, pero en realidad lo estás idealizando y nunca sales del enamoramiento. Para mí, en mi experiencia, el verdadero amor requiere contacto, físico y personal, experiencias compartidas, salir a tomar café, pasar todo el día en la cama porque afuera está lloviendo, reírse de nada... Eso sí son locuras, porque hablas un idioma que nadie más entiende, sólo esa otra persona. Finalmente las vivencias juntos son tantas y tan complejas que tienes hasta tus chistes locales con tu pareja que ni vuestras familias entienden, es algo mágico y transformador, nos hace mejores, más valientes... y mucho más locos, porque no medimos tanto los riesgos. Obviamente, el dolor es un componente opcional de la ecuación para el que debemos estar preparados, pero yo hace 8 días me di un ostiazo en la ceja que todavía no cicatriza y eso no lo elegí, por lo menos una relación la eliges, así que adelante.