¡Hola chicos! Muy buen hilo, por cierto. Creé uno el año pasado con mi antiguo nombre de Nube-dorada (se llamaba hilo de instrumentos musicales) Pero por falta de escritores, se cerró. Aún así, ¡me encanta que alguien se haya animado a abrir de nuevo esta temática!
Para empezar, estoy de acuerdo con lo que dicen aquí. La música es el mejor arte a la hora de expresar emociones o contar historias. Una canción puede fácilmente transportarnos a un mundo de ilusiones, de sueños, de historias...En fin jajaja, ahora voy con mi experiencia con los instrumentos musicales.
Al igual que Game y Draco, llevo la música en la sangre. Mi mamá y mis tías cantaban en el coro de la iglesia, y mi tía (la mayor) sabe tocar el piano, la guitarra y la flauta al igual que mi mamá, pues ellas cuando estudiaban en el colegio también recibieron clases de música.
Tengo oído absoluto, quizá por el hecho de crecer escuchando las canciones infantiles y las canciones de cuna. Me encanta la música clásica, y mi obra favorita es "Sonata Claro de Luna". Mi instrumento desde siempre ha sido el piano, pero también he empezado a cantar en eventos de la iglesia como los retiros espirituales, aunque ya por ahí me dijeron mis amigos que me animase a entrar en el coro de la parroquia.
Mi voz es contralto, una voz extremadamente rara según me dijo un profesor que evaluó mi registro vocal cuando tomé un curso de canto en el primer semestre de la carrera que estudio (estudio psicología).
Al tener oído absoluto, tengo una ventaja, y es que apenas escucho una canción enseguida capto el ritmo y soy capaz incluso de aprender la letra y los tiempos con solo escucharla un par de veces, a veces solo una vez, pero supongo que eso tiene que ver con el oído desarrollado y la memoria musical.
Bueno, volviendo con el piano, empecé con uno que mi abuela me regaló un pianito pequeñito de esos que era de madera, y mi mamá también me compró uno de juguete. Luego, a los 5 o 6 años aproximadamente, mi tía me regaló el que solía ser su piano, un Yamaha, ni idea qué marca era, pero debía ser de los primeros. Con él aprendí a sacar las canciones de oído; así disfruté tardes enteras con mi fiel compañero musical durante muchos años, pero finalmente cuando tenía como unos 13 o 14 años dejó de funcionar, ya tenía más de 20 años y tal parece que se dañó la tarjeta de sonido.
Ahora estoy haciendo averiguaciones a ver si me compro un piano Yamaha P45, porque más que tocar el piano como pasatiempo, quisiera tomar clases en serio. También tomé clases de biolín a los 14 años más o menos, así que estoy también instruida en este bello instrumento. Sin embargo, mi verdadera afición es el piano. Su sonido es muy dulce, transmite sentimientos muy profundos y, además, es la mejor compañía para cualquier canción para darle armonía.