1. Caracolito,
Se me vino a la cabeza esto, porque estoy leyendo un libro llamado Veo una voz.
"Con la misma pasión y la misma inteligente curiosidad con que indagaba sobre el mundo de los ciegos al color, o los afásicos, o los aquejados por encefalitis letárgica en Despertares, Oliver Sacks se interna ahora en el insondable silencio de los sordos profundos, de aquellos que han nacido sin uno de los sentidos fundamentales para el conocimiento, para la articulación del lenguaje y, por ende, del pensamiento.
Pero este viaje al país del silencio, como todos los que emprende Sacks, será una jornada llena de descubrimientos. Y el lector conocerá así la historia de los sordos, los estragos que han causado los «oralistas», los defensores del lenguaje oral frente al de señas, y sabrá de la existencia de una comunidad que existió durante más de dos siglos en Martha's Vineyard, Massachusetts, y en la que había una forma de sordera hereditaria, y todos aprendían a hablar por señas. Y así, los que podían oír eran «bilingües», y podían pensar y hablar de viva voz y también en el lenguaje de señas, y había un intercambio libre y pleno entre oyentes y sordos. Porque para el autor, el lenguaje de señas no es una mera traducción de las lenguas habladas, sino un lenguaje único y alternativo, tan complejo, tan rico y tan efectivo para el pensamiento y la transmisión de la cultura como las diferentes lenguas de los oyentes".
Y esto me hace pensar en nosotros los ciegos, sobre todo los de nacimiento, que no tenemos una imagen visual del mundo. ¿Será que podríamos desarrollar una gestualidad propia? ¿un vocabulario específico para describir las cosas o las sensaciones a tal nivel que la otra persona las pueda sentir en su imaginación como el que las describe?
Hace poco leí un cuento, La textura de las palabras, en el que todas las mujeres eran ciegas de nacimiento y tenían su propia cultura, hasta un lenguaje táctil muy sofisticado...
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