Historias y novelas.

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301. Ezra_Solerian,

Dios jajajajajaa no puedo creerlo.
No sé qué decir. De verdad es que... jo, es impresionante ver que alguien le gusten mis relatos es brutal. Cuando publiqué el primer capítulo, jamás pensé en que les gustara debido a que narraba algo cruel. Ahora veo que les va agradando y no sé que decir, como tomarme que a ustedes también les queden el corazón Mi Julián y José Luis. Es algo demasiado intenso, porque son dos personajes valiosísimos para mí.
En los siiguientes capítulos sabrán más, aunque no sabía si subirlos. Es increible que yo pueda provocar tanto en alguien y... Dios, jamás. Gracias por leer a este medio escritor.

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302. Gamer_girl,

¡Nada mejor que una historia LGBT!
Me encantó, Pablo. Sabes que me encanta tu forma de escribir, eres tan conciso, prolijo; detallista, meticuloso; escribes mejor de lo que imaginas.
Quiero leerlo completo, ¡Me atrapó!

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303. gaisgeach_marbhtach,

pues yo tambiéen quiero leer qué le pasa al tocayo, y cómo lleba lo de la llamada de la mamá... Parce es que no

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304. Yuli_Morat ,

¡Eso! Me encantó ese relato LGBT.

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305. FlorDeNieve ,

es precioso, Pablo, mi más sincera enhorabuena a tu forma de escribir.

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306. LeireMartinez ,

amé esta historia, eres el mejor. ya quiero el siguiente capítulo!

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307. lluvia ,

felicitaciones pablo lopez! Esta sí que es una historia atrapante! Me encanta. y espero como todos aquí, seguir leyendo, así que, adelante! Que como ya te han dicho, escribes muy bien! Saludos.

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308. Ezra_Solerian,

Dios. Amo sus comentarios.
Créanme que son motivo de aliento ahora en momentoos duros. Me motivo a escribir y creo que alfinal, expandiré un poquito más. Ya en su momento, en cierto capítulo, dejaré un link a un drive para que lean una escena extendida del final que es... bueno, acá no se puede subir xd. Pero gracias, de verdad, mil gracias a todos. Los quiero. No me creo que ustedes piensen tan bien y estoy hecho un tomate

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309. el_caballero_tooxico ,

gran relato bro, demasiado bueno, sigue escribiendo que te leemos, abrazos a la distancia

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310. mc-davo ,

a mi también me gusta escribir, pero no se si escribir y publicar algo por aquí...

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311. Ezra_Solerian,

No pude contenerme. Estoy ya editando el siguiente capítulo. la motivación xd.
Mientras, un adelantazo chiqito.
-Quiero que entiendas, que yo jamás he dejado de amarte, Julián. No ha sido fácil aceptarte, pero...
Le interrumpo. Si sigue hablando, abentaré el móvil de Jose Luis contra la pared. Quiero que se calle. Contrario a lo que hubiera pensado, oir su voz solo abre un hueco en mi pecho y hace que los días más negros revivan.
-Lo que tú sientes no es amor -sanjo-. No sabes que es eso. No conmigo, nunca conmigo. No se mata a alguien que se ama y yo no puedo olvidar. No me pidas que lo haga porque no, porque es ridículo. Porque me llamaste esperando que me desmoronara a llorar, pero resulta que siento todo menos dolor y te escucho y no te reconozco. Pensé que me amabas, pero no, no sabes que es eso, no sabes que demonios es sufir porque tus padres te dejaron botado en un loquero para gays.
-Julián pero enti...
-No quiero entender nada. No tengo que entender.
-Por favor, ponte en nuestro lugar...
-¿Que se sentiría que te electrucutaran? ¿Qué te quemaran? ¿que te desgarraran?
Silencio. Maldito Silencio. Cae sobre ellos, sobre mí, sobre José Luis. El odio y el rencor me retuercen las entrañas, y quiero acabar con esto ahora.
-Eso pasó su hijo. No me pidan que me ponga en su lugar, porque si lo hago, acabaré odiándolos más.
Me preparo para cortar la comunicación, y sin embargo, ocurre algo que me sorprende y me desestabliza a tal modo, que durante dos segundos, no soy consciente de nada. Jose luis me agarra la mano, y vuelve a poner el móvil en ella.
-todavía no hemos acabado, Julián -determina, sin lugar a protestas- Todavía hay que decir y vas escucharlo, amor, quieras o no.
***
Espero subirlo prontito.
Solo quería compartir mi emoción. Recalco, además, que hay dos capítulos ya subidos. Planeo editarla y subirla a algún lado con todo y escenas extendidas.
Nos leemos

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312. lluvia ,

aiii que intriga con ese adelanto! Ya quiero leerrrr el capítulo! Sigue así que vas muy bien! Saludos.

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313. gaisgeach_marbhtach,

¡ayyyyyyyyyyyyyy yo quiero! señor López, súbela rápido (con escenas extendidas y todo) que yo quiero leer. Súubela por favor que es que...

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314. el_caballero_tooxico ,

genial! seguimos esperando compañero, eso pinta para muy bueno!

una pregunta porque no sé y para aprender.

existen lugares así como los que describe el compañero en la historia? me refiero al lugar al que llevan al protagonista al saber que es gay

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315. dhegwork-adakly,

destynno, lamentablemente si.

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316. gaisgeach_marbhtach,

sí, sí los hay. Sé que se trabaja de manera clandestina, pero sí los hay.

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317. el_caballero_tooxico ,

DIOOOOOOS QUE MAL ESTAMOS COMO SOCIEDAD, PENSÉ QUE ESO había cambiado, como es posible que en este siglo supuestamente más avanzado, todavía eso se siga viendo. bueno gracias por responder, mejor la corto que desvío el tema jajajajaja. saludos y sigan escribiendo! :)

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318. Elbuitre ,

La caravana
Fuente: Archivo de autos
Me habían invitado a participar de una caravana de autos antiguos y clásicos. La verdad que han pasado muchos años de participar en caravanas y encuentros de autos. Ya estoy algo cansado. Conozco el mecanismo y se volvió algo rutinario. Así que no tenía ganas de ir, pero me insistieron tanto que participara con mi NSU Prinz que lograron convencerme.

A regañadientes, ese domingo que prefiero no ubicar en el tiempo, partí hacia el lugar de encuentro, una plaza, que tampoco voy a precisar su ubicación. No quiero abundar en más datos por los acontecimientos que me tocaron vivir. Todavía trato de olvidar lo que me pasó. Y les aseguro que no es fácil.

Cuando llegamos el NSU y yo a la plaza en cuestión había algunos madrugadores que ya estaban degustando las medialunas que ofrecían los organizadores de “La Caravana del Recuerdo”, así la habían bautizado los integrantes de ese club de autos antiguos, clásicos y motos. Por supuesto que tampoco les diré el nombre de la institución organizadora.

El día estaba luminoso, como esos últimos días de un invierno cálido, esta será la única referencia temporal. Notaron cómo está cambiando el clima. Recuerdo, no hace tantos años, sufrir un frío de aquellos en algún encuentro de autos en el Gran Buenos Aires. Ahora nada que ver. Casi parece una primavera fría.

Lo cierto que los autos que habían llegado antes que mi NSU eran muy buenas piezas. Autos inmaculados y en un estado de conservación, o restauración, envidiable. Muchas horas de trabajo, amor y pasión por los fierros viejos. Claro que una gran cuota de tiempo y dinero por parte de sus dueños. Todos esos ingredientes se tienen que conjugar para dar como resultado un auto magnífico al ser expuesto en alguna parte.

Me puse a charlar con algunos de los organizadores, ellos fueron los que me insistieron para que el NSU Prinz estuviera presente. Son conocidos de hace tiempo y hay una relación de amistad. Les comenté el nivel de los autos que ya estaban estacionados en la plaza y me dijeron que todavía estaban por llegar los mejores.

“¿Mejores que estos?”, atiné a decirle a mi interlocutor. Este solo me asintió con la cabeza. Me quedé pensando como se superaría el nivel de los autos estacionados mientras me deleitaba con una medialuna tibia y un café caliente. Caminaba entre esas bellezas de todos los tiempos mientras les sacaba fotos para atesorar ese momento. Todavía no tenía ni idea de lo que iba a pasar en el resto de esa mañana.

Efectivamente comenzaron a llegar autos antiguos y clásicos que superaban el nivel de los estacionados en la plaza. Hasta mi NSU, que está una joyita, parecía viejo y deslucido ante los autos que se comenzaban a acomodar esperando el inicio del arranque de la caravana, que normalmente lo hace una hora después de la convocatoria. Esta vez nos había citado para las nueve y media de la mañana.

Con una precisión suiza “La Caravana del Recuerdo” arrancó a las diez y media de la mañana. Antes, unos cinco minutos, los organizadores comenzaron a recorrer los autos estacionados en rededor de la plaza anunciando el pronto inicio de la marcha. Los bomberos voluntarios trajeron un vehículo que sería el que abriría la marcha y por delante un móvil de la policía de tránsito.

He participado en otras caravanas organizadas por este club y se que la policía de tránsito local colabora muy bien en el corte de las calles para que la caravana se realice en forma correcta. Se ve que al intendente de ese partido le interesan los automóviles del pasado, no como pasa en otros distritos de la provincia de Buenos Aires.

Para los que participaron, alguna vez, de una caravana de autos antiguos, clásicos y motos sabrán las reacciones que provocan en el público que se encuentra en las casas, las calles o los comercios por donde pasan esos autos, que parecen salidos de un libro de historia. “¡Mirá!”, es tal vez lo que más se escucha. Los deditos de los chicos señalando a sus padres, o abuelos, esos autos que no conocen, salvo en miniaturas o en la tele.

Pero verlos en vivo y en directo, y todos juntos, no es lo mismo. Por un momento la mañana de ese domingo se alegra por el paso de los viejos autos del pasado. Y casi es imposible no arrancarles una sonrisa a las personas que los ven pasar. Claro que también están los que tienen cara de culo porque la caravana, que como ésta tenía unos 100 autos, les cortan el paso de sus autos nuevos llenos de electrónica y plástico. ¿Sabrán que esos autos nuevos que manejan no “vivirán” 40 o 50 años como algunos de la caravana?

Una de las particularidades de “La Caravana del Recuerdo” era que se premiaría al mejor automóvil, que luego se expondría en un predio de la zona, y que también se elegiría el mejor atuendo de época. “No te viniste vestido de época”, me dijo uno de los organizadores. A lo que le respondí que gracias que había venido, por su insistencia. Así que la ropa de época ni había estado en mi mente.

Los mejores autos antiguos tenían a sus integrantes, casi todos eran una pareja de hombre al volante y mujer de acompañante, estaban vestidos tan bien como sus autos. Autos que parecían salidos de una concesionaria 70, 80 y hasta 90 años atrás. Realmente no podía creer el nivel de producción indumentaria que se habían tomado. La verdad que las ropas que tenían parecían ser de la misma época que sus autos.

La caravana se hizo algo lenta por la gran cantidad de autos. Si bien era domingo a la mañana, más cerca del mediodía, había tránsito en esa ciudad del conurbano bonaerense. ¿Notaron cómo ya no hay horas que no sean pico para el tránsito de una ciudad? Si sigue el incremento de autos todos nos veremos obligados a caminar o usar el servicio público de transporte, porque sacar nuestros autos del garaje, si tenemos la suerte de tener uno, será una tarea imposible.

La gente de esa ciudad estaba enloquecida con el paso de los autos. Hasta un señor entrado en años se puso aplaudir a los autos de la caravana. Nunca había visto semejante reacción. Si saludos, vítores o gritos al paso de los autos, pero aplausos nunca. Está demás decir que si los que participamos de caravanas cobráramos las fotos que nos toman viviríamos de renta. Siempre digo que sería interesante cobrar unos 5 pesos por foto tomada. Al final del día de un encuentro tendríamos plata como para llegar el tanque de nafta.

Fueron como unos 10 kilómetros el recorrido de la caravana y que dada la cantidad de autos participantes se extendió una hora y media, más o menos. Lentamente fuimos llegando al predio municipal donde se realizaría el encuentro hasta las cinco de la tarde. Tardamos bastante en entrar al predio. Al ingresar con el NSU me indicaron un lugar para estacionarlo, era donde estaban los mejores autos expuestos.

“¿Yo voy ahí?, le pregunté a uno de los organizadores, que conozco de hace años. “Si, tu auto es uno de los mejores”, me dijo. No tuve más remedio que acatar las indicaciones y ubicar el NSU en un playón de cemento que hacía las veces de lugar destacado donde se estacionaron los mejores autos que habían participado de “La Caravana del Recuerdo”. Entre todos esos autos estaban los que parecían que habían venido de otro tiempo con sus ocupantes.

Una vez que dejé estacionado el NSU comencé a mirar con detenimiento los autos antiguos que tenía como compañeros en ese playón. Realmente parecían traídos desde el pasado por sus conductores. Los detalles que tenían, los acabados y las pinturas nunca los había visto antes. Tampoco el nivel de las prendas de sus conductores y acompañantes.

En mi inspección más detallada algo me llamó la atención. La cifra del odómetro: 15.000 kilómetros en el que estaba estacionado cerca del NSU. Pensé que se había tomado el trabajo de volver a cero el contador de kilómetros al rectificar el motor. El trabajo de pintura y tapicería eran magistrales. Imaginé que el dueño había encontrado artesanos para realizar el tapizado a la vieja usanza y lo mismo para la pintura del auto.

Seguí con mis observaciones y ahí las cosas comenzaron a tomar otro tinte. Ninguno de aquellos autos antiguos tenía más de 30.000 kilómetros en sus velocímetros. Algo raro había en esos autos. No solo era el estado de conservación, sino que sus ocupantes estaban todos juntos aparte charlando como si se conocieran de toda la vida.

“¿De dónde vivieron?”, le dije a mi amigo del club organizador señalándoles los autos antiguos y sus propietarios. “La verdad que no sé. Es la primera vez que vienen. En un rato voy a charlar con ellos”, me respondió. Esas palabras no me tranquilizaron en lo más mínimo. Comenzaba a sospechar y no era nada bueno. Algo sobrenatural rondaba toda esta situación. Pero no podía dilucidar que era.

Seguí recorriendo la muestra admirando los autos que participaron de “La Caravana del Recuerdo” y ahora en el posterior encuentro. Todavía se estaban acomodando los últimos autos que participaron de la caravana. La verdad que eran muchos. De todas las veces que participé de estas caravanas esta era la más multitudinaria de todas.

Los últimos en entrar al predio era unos hot rod que realmente tenían un nivel de calidad pocas veces vista. Los autos de este estilo lo que más me gustan son los que logran conservar la línea del auto antiguo sin desvirtuar su diseño. Claro que ensanchando sus guardabarros para alojar neumáticos más anchos para soportar las mayores potencias de los motores instalados. Estéticamente están muy logrados y no cualquiera es capaz de realizar un proyecto semejante.

Me cansé de fotografiar autos expuestos en especial los autos viejos que parecían salidos de la máquina del tiempo. Las personas que habían venido con esos autos antiguos seguían charlando animadamente entre ellos y por eso no quise interrumpirlos para saber de dónde habían venido. En eso veo que uno de ellos se dirige a unos de los autos antiguos. Seguro que en busca de algo.

Esta es mi oportunidad pensé y sin dudarlo lo encaré cuando el hombre salía del interior del auto. “Hola”, le dije. El tipo se dio vuelta y me respondió, “buen día”. “Que lindo auto que tiene”, le dije a modo de iniciar la conversación. “Es lo mejor que pude comprar”, me respondió. “¿Lo compró así?”, le pregunté tímidamente como sabiendo la respuesta de antemano. “¡Claro! ¿Cómo iba a ser sino?”, me respondió. “La otra forma es restaurarlo”, le dije. “¿Restaurarlo?”, me respondió con una gran interrogación en su cara y se alejó nuevamente con el grupo de personas que charlaban animadamente.

Algo dentro de mi cabeza comenzó a tomar volumen. Pero no quería terminar de materializar esa idea. Era algo aterradora. Comencé a pensar que esos autos, al igual que sus propietarios, no eran de este tiempo. También pensé que era un sueño y tarde o temprano me despertaría algo sobresaltado. Pero lamentablemente todo era real y el sol del mediodía de ese invierno cálido me estaba calentando el cuerpo.

Volví a encontrarme con mi amigo del club organizador y nuevamente le pregunté si había hablado con alguna de esas personas. Me respondió que eran un grupo de amigos que habían venido de lejos. “¿De dónde?”, casi le grité a mi amigo. No llegó a responderme otro integrante del club lo estaba llamando por el handy a otro lugar del predio. Se disculpó diciéndome que luego hablábamos y se fue. Seguía con un gran signo de interrogación en mi cabeza y me acompañaría durante todo el encuentro en ese predio municipal en una zona del Gran Buenos Aires.

Durante todo el día traté de hablar con alguno de los integrantes del grupo, todos vestidos con ropas de época, como si las hubiera sacado del placard de la abuela. Cuando logré entablar un diálogo respondían con evasivas o peor desconocían los conceptos que les decía. O se hacían los bobos o no eran lo parecían ser. En mi cabeza la idea que no era de este tiempo se había instalado como un mojón. Y cuando algo se me mete en la cabeza no es fácil sacarlo de ahí. Eso lo tengo muy en claro.

Mi amigo del club organizador estuvo tan loco corriendo de un lado para el otro que las veces que lo intercepté no llegaba a prestarme la atención necesaria. Tenía puesta su mente que el encuentro saliera lo mejor posible.

Tuve la oportunidad de charlar con otros propietarios de autos que asistieron a “La Caravana del Recuerdo” y el posterior encuentro. Como quien no quiere la cosa los llevaba a hablar de esos autos antiguos y sus dueños. Nadie se daba cuenta de lo raro de la situación.

Comencé a pensar que solo era una obsesión mía y que nada malo pasaba. Pero algo raro estaba sucediendo y tenía la imperiosa necesidad de averiguarlo. Aunque me costara que me miraran mal, o peor, que pensaran que estaba loco. Loco me estaba volviendo la situación de estar al lado de unos autos y sus ocupantes que parecían salidos de una vieja película. En un momento dado que estaba debajo de un árbol tomando unos mates. Se acercó una de las mujeres del bendito grupo y me habló.

“¡Qué lindo su auto! Nunca había visto uno igual”, me dijo. “Es un NSU Prinz de los que se armaron en el país”, le dije. “Claro es un auto nuevo por eso no lo conozco”, me dijo y pegó media vuelta y se fue. Que el NSU Prinz era un auto nuevo era lo último que esperaba escuchar en esa tarde de domingo. ¿Nuevo para quién? Otra vez la idea del viaje en el tiempo comenzaba a girar en mi cabeza. Pero no era posible ni real. ¿Seguro? A esta altura de los acontecimientos nada era lo que parecía ser al menos para mí.

Como era de esperar uno de los autos vecinos se llevó el mejor premio por su estado y los ocupantes de otro, de esos autos, la mejor vestimenta de época. Mi amigo del club organizador estaba exultante por los autos y la ropa. Pero yo veía, o percibía, algo que nadie en ese lugar estaba notando: esas personas y los autos no eran de este siglo. Habían venido de algún lugar lejano, claro de otra época en el tiempo. Del fondo de la historia de los autos.

El tema era que no podía comprobarlo sin que me miraran torcido o pensaran que una chaveta se me había perdido en el recorrido de la caravana. En mi cabeza, a veces pienso que tengo muchas ideas dándome vueltas, se estaba gestado un plan para averiguar de dónde habían venido esos benditos autos.

Me mantuve atento a sus movimientos y cuando me percaté que se irían me dispuse a seguirlos. Antes me despedí de mi amigo del club que seguía metido en los quilombos de la organización. “¿Tan temprano te vas?”, me dijo. Si le dije que estaba algo cansado y que el lunes tenía que madrugar. Mentiras. No podía decirle que iba a seguir a los autos viejos para saber de dónde habían venido.

Lentamente, como vinieron por la mañana a la plaza de reunión, los autos antiguos y sus ocupantes salieron del predio tocando sus bocinas y saludando a dos manos. Detrás iba mi NSU. Los dejé que se apartaran algo para que no sospecharan nada pero me mantenía lo suficientemente cerca para ver sus movimientos.

Anduvimos varios kilómetros y por un momento pensé que realmente habían venido de lejos. Pero si eran de lejos me llamó la atención que nunca subieron a la autopista que estaba cercana al predio municipal. Esa autopista era troncal y comunicaba con otras autopistas o rutas. Eso me llamó la atención y mantuvo en primer lugar que venía de otro tiempo. En cualquier momento, si era esa la verdad, se manifestaría.

Seguí los autos antiguos en su derrotero por calles y caminos alternativos. Tarde o temprano algo sucedería y yo tenía todo el tiempo del mundo. En una de las vueltas se metieron en una calle sin salida. Al final se veía un muro o pared donde la calle se bloqueaba. Y pasó lo que me temía. Los autos comenzaron a travesarlas y desaparecer de mi vista.

Al salir del predio municipal había dejado a mi lado la cámara de fotos lista para usarla. Y la dejé en la modalidad video. Tenía toda la intención de grabar lo que, seguro pasaría, como testimonio de los acontecimientos que vería. Ni lerdo, ni perezoso activé la cámara y comencé a grabar la esfumación de los autos viejos delante de mis ojos. Cuando todos terminaron de pasar el silencio se apoderó el lugar. Había dejado mi NSU con el motor detenido casi a una cuadra de distancia.

Me acerqué a la pared para tocarla. Sabía que no encontraría nada. La pared era todo lo sólida que debía ser. Por más que busqué algo raro no lo encontré. Desanduve los pasos hacia mi NSU y una vez dentro vi el video que había grabado hacia unos instantes. Todo estaba documentado y se veía claramente como los autos se desvanecían al atravesar el muro. “¡Lo tengo!”, dije en un grito.

Luego de regreso a mi casa el entusiasmo se fue enfriando. ¿Quién iba a creerme? Podrían decir que era un efecto digital, cosa que es perfectamente posible con la tecnología actual. Solo era mi palabra. Los únicos testigos presenciales en esa calle desolada éramos el NSU, la cámara de fotos y yo. Nadie más que corroborara mis dichos o mejor mis visiones. Que no eran alucinaciones. Lo cierto que esa pared era una puerta a otro mundo, otro tiempo o lo que mierda fuera.

He visto varias veces el video de mi cámara. Lo he ampliado en busca de algún detalle que me esclarezca algo más lo visto aquella tarde de un domingo invernal. No le encuentro explicación. Lo único real es ese video que no me atrevo a mostrárselo a nadie. Ni siquiera a la recepcionista de la oficina donde trabajo que parece venía de otro tiempo por las cosas que dice y hace.

La Colorada, como todos la conocen, estoy casi convencido que es una viajera del tiempo. Un día me animo y el muestro el video que tengo en la computadora de mi oficina. Aunque tengo la leve sospecha que ya vio el video. “¡Qué lindo esos autos viejos que tenés en la compu!”, me dijo el otro día, y agregó “parecen como venidos de otro tiempo”.

Mauricio Uldane

Pueden leer todos los relatos publicados en el blog de Archivo de autos en este enlace: http://archivodeautos.blogspot.com.ar/p/relatos.html

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319. James_Potter,

re copada la historia. que auto es el NSU? cuantos caballos tiene? áño de fabricación? no me suena ni aí.

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320. bartolomeo ,

uuu estuvo buena la de los autos, me gustó.

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321. James_Potter,

estoi mirando el blog, tmb tiene otras buenas historias.

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322. FlorDeNieve ,

aaah está copadísimo el relatoo

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323. Elbuitre ,

Es de la década del 60, James. Motor de dos cilindros paralelos, inclinados, ciclo de cuatro tiempos. Diámetro y carrera 75 x 66 mm. Potencia 30 HP DIN (34 HP SAE) a 5.500 rpm. Válvulas a la cabeza con distribución Ultramax a biela. Cupla motriz máxima 4.3 mkg a 3.000 rpm. Refrigeración a aire con turbina y camisa envolvente. Encendido a batería con Dynostart (motor de arranque y dinamo combinados). 12 volts. Acumulador de 12 Amp/h.
Vamos con otra, ya fue.
“Historias bien argentinas de la Ruta 2”
Por Jerónimo chemes en autoblog.com.ar
El año pasado recorrí casi todo el país. Usé rutas nacionales, provinciales, caminos municipales, senderos y obviamente abrí caminos en el Impenetrable. Me gusta manejar todo y disfruto de ello, desde los excelentes vehículos que pruebo en Autoblog hasta mi viejita Azul.
Este año, justo en el recambio de quincena, tuve que ir a Mar del Plata a llevar un tráiler bastante grande al estadio de esa ciudad, para un evento, por el día. Los viajes en la Azul siempre son despacio, pero cuando llevo el tráiler son aún más despacio porque es muy grande (tiene duales y frenos) y muy pesado, por lo cual en general voy a 70 km/h por seguridad, porque si bien la Azul lo tira más rápido, ante un imprevisto se complica y además el consumo se dispara porque tiene 3.10 metros de alto por 2.40 ancho. Ir tan despacio te da tiempo para analizar maniobras que hacen algunos turistas, generando situaciones increíbles que uno ya naturaliza, pero vistas a la distancia son una locura demencial.
Veamos algunas de ellas.
Peaje de Sanborombón
Gran parte de las filas eternas que se forman es porque el turista promedio al llegar a la casilla a pagar, procede a lo siguiente:

  1. Pregunta cuánto es (cuando está claro en el cartel antes y además la casilla tiene una hoja A4 pegada con el valor).
  2. Cuando se lo dicen, se queja con el de la casilla “porque es un robo” y empieza el escándalo.
  3. Le pide a su pareja que le de plata.
  4. La pareja (mientras busca en el bolso, que contiene la comida del perro, los bronceadores, la yerba, el mate, un sándwich de salame, una boleta de Arba que buscaron infructuosamente durante un mes, cosméticos, una Revista Pronto, saquito por si hace frío, anteojos de sol, repelente para mosquitos y la billetera), se queja en voz alta sobre lo caro que es.
  5. Se genera un debate interno en el auto, en el cual la suegra y los pibes opinan sobre el precio del peaje y el estado de la red vial en Argentina. Hacen el comparativo con Alemania (donde no estuvieron nunca, pero lo leyeron en internet).
  6. La plata no aparece y, para hacer tiempo, el conductor se enoja aún más con la del peaje.
  7. De repente aparece uno de mil pesos. Pero, como no lo quieren cambiar, juntan todos los billetes sueltos, pero no llegan a más de 80. Por lo cual, entregan el de mil.
  8. La pareja le dice que controle bien el vuelto. La pareja le ordena que no reciba billetes de cinco pesos.La suegra opina que los de 1000 se parecen a los de 100 y confunden. La pareja esta indignada por gastar esa plata.
  9. El auto a GNC empieza a toser y se para. Lo trata de arrancar y nada. La pareja opina que mejor pasarlo a nafta. La suegra opina que debería haberlo llevado a revisar antes.
  10. El nene quiere caca.
  11. Le dan el vuelto. El conductor toma el manojo de billetes y, como está desesperado por arrancarlo, le da todo a la pareja para que controle. Como está transpirando porque no arranca, la pareja, estirándose, aprovecha para echarle la culpa al del peaje porque el auto se paró.
  12. Arranca a nafta. Lo acelera a 8.300 rpm. Dos veces. Está para largar en Monza.
  13. Hay olor a nafta. A gas. Y a caca.
  14. Finalmente pone primera y acelera a 9.100 rpm, soltando suavecito el embrague. Se suma el olor a embrague quemado. La suegra opina que el auto ésta incendiándose.
  15. La pareja, visiblemente molesta, le da a la abuela todo el manojo de billetes, así como está, para poder concentrarse en opinar sobre el auto.
  16. El conductor sale tirando cambios a 9.100 rpm hasta que a los 80 km/h lo pasa a gas. Contraexplosión. Tironeos. La pareja pregunta qué pasa: “¡Si antes no pasaba!”. La suegra opina que el conductor hace todo mal, porque no llevó el auto al mécanico y van a pasar las vacaciones a la vera de la ruta. Parados.
  17. Pasa a gas, pero anda en tres cilindros. La caca del nene no puede esperar. Hay riesgos de desborde.
  18. Intenta acelerar en tres cilindros, pero su sedan caminado con GNC y cargado con baúl atestado, portaequipajes con un metro hacia arriba, luneta completa con más cosas hacen que no pase los 70 km/h, pero no lo quiere pasar a nafta por terror a que no ande más a gas y se caiga el plan económico de las vacaciones.
  19. Obviamente, todo esto en el carril izquierdo, con 90 autos atrás haciéndole señas para que se corra, cosa que no entiende y piensa que le están avisando que el auto se incendia. Al pasarlo por la derecha lo insultan hasta en arameo. La pareja les hace señas obscenas a los que pasan. La suegra los insulta a los gritos (pensando que escuchan).
  20. Llega al ACA de Samborombón y se mete adentro, así como viene, porque lo del nene explota. No se percata que por la mano derecha (dónde debería ir él) viene un bondi de larga distancia, que clava los frenos para no cargárselo, haciendo que varios pasajeros se quemen con el café. El chofer lo insulta en idiomas aún más milenarios que el arameo. La suegra retruca al chofer, pensando que la escucha.
  21. Aterrizan como vienen en el pasto, a 30 metros del ACA. La mamá salta del auto y arranca al pibe corriendo hacia el baño.
  22. El auto se para. La suegra no para. Opina de todo, de autos, del tránsito, del clima, de la caca, de economía internacional, del conductor, de Macri, de Lázaro Báez que no terminó las rutas y que deberían ir todos presos, incluido el conductor. Pero el nene llegó.
  23. La suegra acomoda el vuelto. La buena noticia es que no falta plata. La mala noticia es que hay cuatro billetes de cinco pesos. Se desata la Ira de los Dioses. Empezaron tus vacaciones.
  24. Moraleja: más allá que es caro y no nos dan nada a cambio, pagá el peaje (o andá por la 36 con pozos). Así no le rompés los quinotos a todos los demás.
    Chascomús
    Por algún designio divino, el área de Chascomús es una especie de Triángulo de las Bermudas mental para el turista. Al llegar, su mente se nubla por la presencia de un conocido local de medialunas y dos estaciones de GNC pegadas, más la Shell del medio, que tiene reconocidísimo local de hamburguesas y -como si fuera poco- el radar de 60 km/h estratégicamente colocado para cazar turistas. El Big Bang de la Ruta 2. El turista hace un “tilt” mental.
    Un ejemplo:
  25. Hatch bien equipadito. Este es el “full”, comprado por plan (donde terminará pagando cuatro veces lo que vale), recién estrenado. Sale “a la ruta” por primera vez. Obvio: vidrios polarizados y luces antiniebla prendidas. Conduce su joven dueño, que pegó buen laburo en blanco y cuatro amigos. Todos con la misma experiencia en ruta que Jacques Cousteau (millennials ir a Google).
  26. Luego de haber manejado solo 100 km y haberse sacado 212 selfies posteando #vacaciones y #nave sienten que “están para parar un rato”, para “estirar las patas”. Aparece en el horizonte la reconocida casa de medialunas y las hormonas juveniles se disparan imaginándose ya el azúcar corriendo por sus venas. Además, tiene que ser ahí, porque su abuelo le contó “que eran buenas” y que ese es el único lugar en el sistema solar que las prepara (N. de la R.: no es así, hay muchos de esos negocios franquiciados en varias rutas), por lo cual sí o sí debe ser ahí, a cualquier costo, para poder sacarse una selfie con una medialuna (fundamental que en dicha selfie se vea un poco del hatch y algo que indique la procedencia de la medialuna, como el papel del envoltorio). A pesar que no hay sol y el auto no es cabrio, tres de los cinco usan gorra.
  27. El 84.5% de los que circulan en la Ruta 2 en temporada, también tienen un abuelo que les mintió, pero les quedó grabado y todos -absolutamente todos- quieren para ahí para medialunas, hamburguesas y GNC. De ese 84.5%, el 40% tiene GNC y al lado de ese negocio hay una estación, entonces “ya que estamos” cargamos medialunas y GNC. Y el 80% tiene, además, hijos.
  28. Entonces sucede la Madre de todas las Tormentas. Se juntan la fila de medialunas, la de GNC, las de las hamburguesas, la de medialunas con GNC, las de las hamburguesas con medialunas y 120 opciones más. Las filas tienen kilómetros. Y no están identificadas. Desde ya ocupan la banquina de pasto, la banquina de asfalto, un pedazo de la mano derecha, y la banquina de mano izquierda (la Shell está en el medio). El caos es épico. Pero falta un ingrediente para que ni Tolkien pudiera haber imaginado una situación así.
  29. De la mano de enfrente, volviendo a Baires, hay otra casa de medialunas igual y otra GNC. ¡Kabúm! La conjunción perfecta de medialunas, turistas, GNC, hamburguesas y calor. Entonces, al ver este big bang automotor, se suma el infaltable…
  30. Dueño de flamante chata 4×4, recién sacada de concesionario, que dejó su sedán de media gama porque cobró un buen juicio después de cinco años y, como no podía ser de otra manera, se compró “la chata”. Y le puso “todo”. Rodado cambiado por “unas buenas patonas”, levantada cinco centímetros más, paragolpes de chapa con malacate y grandes grilletes (que se vean bien), barra de remolque con otros dos grilletes. Barra de led arriba del parabrisas, obviamente vidrios polarizados. Calco que indica de forma “sutil” que está “chipeada” y ploteado que “da salvaje”. Y, como no podía faltar, cuatriciclo de marca en la caja con el portón abierto. Conductor con tatuajes, Ray Ban y gorrito DC. Pareja de conductor teñida y vestida ad-hoc para hacer juego con “la chata”, con cirugía. Tres pibes: un adolescente y dos más chicos, bien quilomberos. Pintura lustrada, porque antes de salir la llevó a lavar “con cera”, para que brille bien.
  31. Al verse en el monumental bolonqui de Chascomús, no aguanta estar parado 50 minutos porque siente que su chata “los puede aplastar a todos”, pero no quiere rayarla, mientras se le desata una lucha terrible interna entre parar a comprar medialunas en ese lugar o seguir. Es ese conflicto que lo carcome y lo charla con su pareja. En el medio del debate, la pareja lo aviva: “Ahí hay otro de la mano de enfrente”. Se le despiertan los más bajos instintos. Sabe que no se puede cruzar el cantero central, pero él tiene “la 4×4” con “las patonas” y malacate, por lo cual el sistema solar le tiene miedo a él. Nada lo va a detener.
  32. Luego de un breve debate, sabiendo que está mal, pero importándole un bledo, decide cruzar el cantero central y hacer los 800 metros por la banquina contraria hasta ese local. Una locura demencial. Pero, “¿para qué me compré la 4×4?”. Respira. No sabe bien cómo usar todo lo que la chata trae porque no lee los manuales (el argentino promedio no lee nada, da por cierto lo que le dice cualquiera que no tiene idea), pero básicamente pasa lo siguiente: le pone “la 4×4”. Se manda a la izquierda y desciende a la zanja central. Los hijos creen que es Henri Toivonen con temible bestial e indomable Lancia Delta S4 (millennials, a Google de nuevo) y festejan a papá ruidosamente.
  33. La pareja siente algo en el estómago, pero al ver tanta testosterona brotando de los poros festeja aportando un tibio apoyo con una sonrisa y una breve caricia en el brazo de él. No confía en el conductor, pero confía en que “la 4×4” va a solucionar el bolonqui en el cual van camino a meterse sin remedio. Encara a 45 grados y mete la primera rueda. Golpea, pero como le cambió el paragolpes, se envalentona, acelera y sale la rueda. Siente que es He-Man, Han Solo y Batman juntos. Se acomoda los Ray Ban. Pero al acelerar, se le cae la rueda trasera y la chata se cruza, quedando dos ruedas en el aire. No sabe qué pasa. Los hijos de repente hacen silencio. La pareja no lo acaricia más. Se saca el gorro. Acelera. No se mueve. Acelera más (el argentino promedio, cuando tiene un problema, en general acelera). No se mueve.
  34. La mujer le pregunta: “Pero si estás en cambio, ¿porque no se mueve?”. El hijito opina: “Si puso la 4×4”. Transpira. Se pone la gorra. Esto a la vista de 45 mil autos que lo miran riéndose de él. Le sacan fotos y los suben (#ImbecilEn4x4).
  35. Desesperado se resetea mentalmente y repasa: ¿Esta en primera? Sí. ¿Está “la 4×4” puesta? Sí. “¿Y por qué no se mueve?”, le dice en voz alta la pareja. Acá viene el terror: no tiene idea de qué pasa. Y pasa de ser He Man, Han Solo y Batman a ser el cadete que perdía el tren y llegaba tarde con mal aliento al laburo, al que después le hizo juicio. Lo que pasa es que se cruzó de ejes, pero él no sabe qué es. Solo se sale de ahí con bloqueo de diferencial (que tampoco sabe qué es) o una maniobra violentísima que implica golpearla fuerte (que nunca sabrá que es). Desesperado, toca todos los botones y la pantalla. Nada. No se mueve. Se da cuenta que tiene “la baja”, que no sabe qué es, pero leyó en Autoblog que es para situaciones complicadas. Siente que Dios lo ayudó porque tiene “la baja.” Para él, una zanja del medio de la Ruta 2, es una situación complicada. Pone la baja, esperando el milagro. Acelera y acelera, logrando forzar el sistema al divino botón. Se enoja con Dios. Es el fin. Su testosterona se desintegra. Quiere llorar. Su pareja ya no sólo no sonríe, sino que la líbido desapareció. Tres palos (más accesorios) encajados a la vista de 45 mil personas por hacerte el banana y no esperar un ratito como todos por una medialuna.
  36. Cae una F100 con Perkin’Cuatro, destrozada. Con una sirena amarilla arriba y un cartel pintado a pincel que dice “Auxilio”. Sin VTV y con dos gomas lisas. Te lo mandó Dios. El que maneja es Jesús, resucitado. Ese tipo tiene el poder de sacarte de tu miseria. Es él. Es Neo en Matrix. The One. El tema es que él lo sabe y vos tenés una chata de 3 palos. Te va a romper cierta parte del cuerpo y lo más triste es que no te queda remedio. Cuando te dice: “Te saco por 10 lucas”, te parece barato. Porque sabés que estás regalado. Sos un Sitting Duck. Te engancha, acelera el Perkin’Cuatro a fondo. Humareda negra y blanca (aceite porque está fundido y gasoil crudo, porque nunca en 43 años nadie le limpió un inyector). Tirón de 4 metros y 12 segundos. Sale. Te vuelve el alma al cuerpo.
  37. Las 45 mil personas aplauden y tocan bocina al de la F100. Ese tipo te hace quedar como un nabo nivel Dios y lo peor, le tenés que pagar. Le pedís “10 lucas” a tu pareja. Te las da resignada. Tu pareja no va a tener sexo con vos en todo el verano y definitivamente tendría sexo con el de la F100, si no tuviera en la ropa tanto olor a gasoil.
  38. El de la F100 es ahora Han Solo, Batman y He Man. Encima te la puso hasta el esófago, y si vos pensaste que haber ganado ese juicio a la empresa que te dio trabajo 20 años, que hiciste por creerte piola te hacía un genio y un abogado te llenó la cabeza, el de la F100 te enseñó que sos un pichoncito de paloma, porque ganó 10 lucas cash en 45 segundos, cuatro metros y gastó medio litro de gasoil del barato. La vida te devuelve todo.
  39. Moraleja: Si tenés “la 4×4” equipada hasta la manija, no hagas pavadas en la ruta. Esperá en la fila como todos, que ya cuando llegues y entres a los médanos vas a tener tiempo de encajarte, tocar los botones, encajarte aún más y pagar 30 lucas para que te rescaten.
    Regionales
    Tengamos en cuenta que el turista promedio que va a la costa atlántica, se detiene de cuatro a 20 veces para hacer 400 kilómetros. Por cualquier cosa. Y responde a cualquier estímulo, que lo anula mentalmente, especialmente si le regalan algo. También responde ciegamente a cualquier cosa que diga “regionales”. Un cartel de “regionales” tiene más fuerza de atracción que un agujero negro para el turista argentino.
    Para y pasa horas y horas analizando salames (sin entender un pomo) y siente que está en el Edén de los chacinados y quesos. Compra cualquier pavada en frasco de vidrio, mientras tenga una etiqueta que dice “Escabeche de” a saber: cocodrilo, ñandú, nutria, elefante, ornitorrinco, koala, ballena, cebú o cualquier animal exótico que vio en Discovery Channel. El comerciante, hábil si los hay, le da de probar “un poco” de escabeche de tigre de bengala en un pan, que básicamente es un cacho de algo gelatinoso que chorrea un aceite tan espeso que si se lo pones al motor te dura 45 mil kilómetros sin cambiarlo y sin ensuciarse.
  40. Al probarlo el turista, maquinado mentalmente, anula cualquier raciocinio y en vez de darse cuenta de lo que está haciendo, siente tigres corriendo y teniendo sexo en las praderas de Africa Meriodional en su cabeza. El hábil comerciante al ver los ojos en blanco y el viaje que se pega el cliente, le da otro y explotan los sentidos.
  41. Casi desesperado decide la compra, a saber: Dos frascos de escabeche de (complete aquí su animal favorito). Cinco salames picado fino. Cuatro de picado grueso. Un chorizo “de campo”. Un chorizo “parillero” (¿alguien me puede explicar la diferencia?). Un queso con pimienta (tiene que tener puntitos negros). Un queso sin pimienta (no tiene que tener puntitos). Un queso con especias (tiene que tener puntitos de colores). Una botella de miel de abejas “de campo” (¿hay abejas “de ciudad”?).
  42. Gasta una fortuna, pero siente que valió la pena ponerle GNC a su auto porque ahora se puede dar su gusto. Obvio, todo lo que compra no tiene ninguna clase de control bromatológico ni hay ticket, pero siente que le ganó “al Sistema”.
  43. El hábil comerciante recaudó dinero que usaría para cancelar la deuda en el frigorífico dónde todos comprarían esos productos que son totalmente industriales para después ofrecerlos como “naturales”. Uso el potencial para que ningún pillo me denuncie.
  44. Con tres bolsitas de plástico, el cliente vuelve a su sedán 2018 de mitad de gama que dejó en la banquina, bien contra el borde de la ruta, en marcha y sin balizas, literalmente tirado ahí, en vez de ponerlo bien lejos de la calzada.
  45. Para abrir la puerta tarda 12 minutos, mientras lo despeinan, mientras insulta a todos los que pasan porque “son unos tarados” y no lo dejan subir. Piensa que él está bien y los demás no. Típico.
  46. Finalmente se sube y visiblemente agitado, se le escapa un provechito. El escabeche de “vaya a saber de qué” ya empezó a hacer estragos.
  47. Moraleja: Celebro que cada uno tarde lo que necesite tardar sin apurarse. Estás de “vacas”, nadie te corre. También celebro que cada uno se dé sus gustos como quiera, comprando caviar en Moscú o escabeche en una banquina de la Ruta 2. Pero, por favor, cuando vayas a parar señalizá antes. Fijate que no venga nadie atrás. Sacá bien el auto a la banquina (no al borde) y usá las balizas.
    Y felices vacaciones.

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324. Chopin,

me hizo reír muchísimo!

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325. r-althor,

jajajajajajaja la puta madre, me cagué de risa en todo el relato. Doy fe, las cosas son así. Sobre todo lo de chascomús, atalalla y los de la 4x4, ni hablar de los que se meten por el medio del campo o un camino medio jodido y terminan con 2 ruedas clavadas en el barro y la camioneta más dura que el Diego.

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326. james_holden,

me encantó la historia de los autos, le encantaría a mi papá, es fan de los autos clácicos

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327. lluvia ,

que no muera este hilo! Esperando un nuevo capítulo de la novela de Pablo Lopez. Que intriga! Saludos.

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328. Ezra_Solerian,

Aunque no es el tercer capítulo de la historia que publico aquí, este es un... interludio, algo que no supe donde poner. Perdónenme, prometo que a penas salga del trágico vaivén que es mi vida académica continuaré. Al rato y publico estos mismos días el capi. Mientras...
Cumplir un año más.
Te quedas mirando el reloj, pensativo.
11:55 pm. En cinco minutos cumplirás un año más.
Parece irreal, lo sé. Cumplirás un año más y eres todo un hombrecito. Sin importar lo que seas, te has mantenido firme y me siento como un globo inflado de orgullo en lugar de aire.
Sí, sí, sé que te tiemblan las manos. Sé que tienes miedo. Estás por enfrentarte a mil obstáculos, a mil problemas, que estás por tomar al toro por los cuernos y te sientes perdido. No es malo, ¿sabes? Vives con miedo, con precisas, con constantes cargas para ser el mejor, presionando el botoncillo de tus límites Que también va a explotar si no te detienes. Si no bajas durante un momento los impulsos y miras a tu alrededor.
Dios, ¡DEJA DE MORDERTE LAS UÑAS! ¡Todo estará bien! No sabes la sorpresa que te tenemos, aguarda algo más. Sí, siempre impaciente, lo entiendo.
Recuerdo cuando te tuve entre mis brazos por primera vez, ojos bellos.
recuerdo cuando me sonriste.
Recuerdo cuando me tendiste un lápiz en mitad del examen por debajo de la mesa.
Recuerdo el primer beso que me dejaste robarte, tímido y tembloroso.
Recuerdo tu dolor.
Reccuerdo tu risa.
Te recuerdo todos los días de mi vida.
Cumplir un año más no significa nada, no eres la cenicienta. No te desharás cuando toquen las doce. Lo que puede pasar es que, si te acuestas tarde, llegues tarde al examen de mañana. No quieres eso, y más importante, no queremos eso. Pones de nervios a todos cuando algo no te sale.
Tres minutos, ¡QUÉ DEJES DE ZAPATEAR, CARAJO! Si quieres jugar al tamborilero métete a una banda.
todo no estará bien. De hecho, vamos a ser sinceros, vas a equivocarte trescientos millones de veces a lo largo de este nuevo año, pero sabrás reponerlo. Como has sabido siempre.
Tienes miedo, pero esos ojillos tuyos, algo irritados por el esfuerzo y lo que gastas leyendo, de pestañas grandes y cejas gruesas, muestran sobretodo determinación.
Cuando vi esos ojos por primera vez, pensé en que no había nada de especial en ellos. son negros, como el del quizás un 70% de la población mundial. Grande fue mi sorpresa cuando una emoción cruzó por ellos, y me reflejé ahí, en los ojillos negros. Entendí que eran los más especiales.
Un minuto. ¡VAS A ACABAR CON LAS UÑAS ECHAS POLVO! Te pondré picante como sigas masticándote la mano.
Te quiero,.
59 segundos.
No tengas miedo.
58 segundos.
Sé libre.
57 segundos.
La vas a regar feo, cabrón.
56 segundos.
Vas a llorar.
55 segundos.
Vas a sufrir.
54 segundos.
Me vas a llamar diciendo que te tirarás de un puente.
53 segundos.
Yo te diré que, obvio, nos tiremos juntos.
52 segundos.
Lo haría por ti, claro está.
51 segundos.
Llorarás tres horas, eres medio dramático.
50 segundos.
Te abrazaré todas las veces que lo hagas.
49 segundos.
No, no eso, pillín. Que te abrace tu pareja después de que lo hagas.
48 segundos.
No me mires a mí.
47 segundos.
Cumplir un año más es una...
46 segundos.
Mierda, realmente nada pasará salvo que llegues tarde, como te dije, al examen.
45 segundos.
Pero si te hace feliz esperar, tómate tu tiempo.
44 segundos.
Sé paciente. Te falta eso contigo mismo.
43 segundos.
Te miro siempre, y aunque no te des cuenta a veces puede que trate de echarte una mano porque la riegas seguido.
42 segundos.
Pero eres valiente, demasiado temerario y por eso te vas de boca.
41 segundos.
Se te ponen los ojos brillosos cuando sabes que harás algo peligroso.
40 segundos.
Se te ponen cándidos, anchillos, y pestañeas. Te emocionas.
39 segundos.
Siempre admiré eso de ti, que seas tan... tú.
38 segundos.
Esos ojos también lloraron mucho, eres lágrima fácil por Dios.
37 segundos.
¡QUIÉN LLORA CUANDO RAYO MAQUEEN GANA LA COPA!
36 segundos.
Bueno sí, tú. Y así me gustas.
35 segundos.
Pero esos ojos también lloraron... por cosas que odio saber que te ocurrieron.
34 segundos.
Recuerdo tu cabeza gacha, llorando tras los baños con aquella pintura en el uniforme de la secundaria.
33 segundos.
Por si lo dudas, yo no tuve nada que ver con la misteriosa caida del desgraciado de Alessandro sobre el bote de pegamento que usábamos en la clase de industriales.
32 segundos.
O quizás, sí.
31 segundos.
Amo tus ojos. Llorosos o felices.
30 segundos.
Despídete de tu edad. Créeme, madurarás más.
29 segundos.
Sé libre.
28 segundos.
Sé feliz.
27 segundos.
¡Buaj! Sueno a libro de autoayuda para señoras.
26 segundos.
´Pero es la verdad. Si no te quieres tú, nadie te querrá. Si inspiras lástima, nadie te verá como un héroe.
25 segundos.
Así que pelea, sigue peleando por ti. No por nadie más.
24 segundos.
Te vas a poner a llorar de nuevo, lo sé.
23 segundos.
¡Pero déjalo fluir, carajo! ¿cuál es el miedo?
22 segundos. Por favor, si necesitas llorar, hazlo. Nada te hará mejor.
21 segundos.
O quizás sí, quizás un buen pol... Pol era el compañero de clase, ¿no? Ah, se escribía Paul. No me mates.
20 segundos.
Te quiero cabezón.
19 segundos.
Tente paciencia, de nuevo. A ti, a ti mismo.
18 segundos.
Hazte una tregua, date un segundo. pareces tu peor enemigo.
17 segundos.
Vive sin miedo.
16 segundos.
El futuro es importante, pero no tendrás un futuro completo sino vives el presente y te haces recuerdo. Parte del futuro es recordar.
15 segundos.
Carajo, 15 segundos.
14 segundos.
Joder, te arrancaré los dedos de la boca. Deja de morderte las uñas, puedo verte desde aquí.
13 segundos.
Es difícil, lo sé, pero es solo un año más.
12 segundos.
Bueno, no. Queda demasiado atrás y aún más por delante.
11 segundos.
Te quedaste con cosas por decir, sentimientos que gritar, deseos que hacer realidad.
10 segundos.
Te agobias porque sientes que pasó un año en vano.
9 segundos.
Pero cumplir un año más no te hace distinto. Puedes tener cincuenta años, pero es que la plenitud no tiene edad.
8 segundos.
Cumplir un año más te forma, te da más experiencias. Ahí serás tú quien decida cambiar.
7 segundos.
Cumplir un año más es que el reloj marque las doce respires, y sonrías.
6 segundos.
Al Cumplir un año más, no llores. Ya lo hiciste mucho de beebé y tu madre estaba algo harta de ti.
5. segundos.
Te quiero.
4segundos.
Recuérdame.
3 segundos.
quiérete.
2 segundos.
perdónate.
1 segundo.
Demasiado drama y seguirás vivo.
0 segundos.
Bienvenido a casa. Acabas de renacer
Atentamente: Todos los que te queremos.

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329. Tessa_herondale,

Saludos a todos, paso por aquí para compartirles, después de pensármelo un mucho, uno de los textos escritos por mí el semestre pasado para mi clase de artes literarias. El texto se titula confeciones tardías, y a continuación lo pego.
Así es como yo pienso que ocurrieron las cosas.  Ibas a reunirte con Julián y Alberto, el primero tu amigo y el segundo tu eterno crush, iba a ser así para siempre pues nunca te atreviste a mencionar nada al respecto, y ya para cuando te enteraras de que eso pudo haber cambiado ya sería demasiado tarde.
Ese día, saliste tarde de tu casa. Preocupado corriste los metros hasta la parada de autobús y ya en esta te limitaste a cruzar los dedos deseando que el transporte llegara pronto, pero los minutos pasaban y tu corta espera te parecía eterna. Cuando finalmente llegó el transporte, subiste con prisa, pagaste de prisa como si eso fuera a marcar alguna diferencia en tu retraso, te sentaste apresurado en el primer asiento disponible y solo ahí, quieto, te diste cuenta de que de todas formas ibas tarde.
Para cuando llegaste a tu destino bajaste del bus y  miraste tu reloj. Resoplaste molesto contigo mismo, lo vi en tus gestos, lo vi en tu paso fuerte al caminar directo hacia mí. Llegaste a mi lado, ambos nos miramos extrañados corroborando que Alberto no estaba con ninguno de nosotros... y si, percibí de inmediato tu angustia, percibí que intentaste ocultar tu preocupación con aquel comentario de: "ah, ya era hora de que fuera yo quien regañara a este nerd", y en seguida sacaste tu móvil, fingiendo mirar la hora para complementar tus palabras, pero a mi no me engañas, tonto. ¡Lo único que pretendías era llamar de inmediato a tu amorcito y preguntarle por su integridad! Y como eres tan patético pensando que desde el inicio lograbas  ocultarme tus secretos cursis, perdiste el valioso tiempo trasteando en el móvil... nunca olvidaré cuan valiosos fueron en realidad esos minutos, porque ya después nos enteramos de que si en ese momento no hubieras tonteado pretendiendo continuar con tu estúpida eterna farsa, hubieras hecho la llamada que le salvaría la vida a Alberto.
Tomé la iniciativa y le llamé sin más, pero nunca contestó. Luego le llamaste tú, después yo de nuevo, hasta que entre ambos hicimos diez llamadas perdidas. Seguramente pensaste al igual que yo, que entonces deberíamos ir a buscarlo, así que solo comenzamos a caminar.
En el camino nos encontramos dos accidentes en los cuales yo no reparé, pero tú sí aunque te volviste a empeñar en ocultarlo. Supongo que alguna clase de cierto sentido te advirtió que la persona a la que buscabas, la que sí te correspondía los sentimientos cursis, tenía mucho que ver con esas visiones  espantosas, pero que por creer ajenas no tomamos enserio. Después de que llegamos a la casa de Alberto y su mamá nos dijo que él ya había salido, tu congoja pudo respirarse, tu angustia me oprimió el corazón, tu preocupación me erizó la piel. Lo digo enserio, así también pasaba con tu amor secreto que me hacía latir fuerte el corazón... o tal vez era mi propio amor secreto hacia ti, ¿Quién sabe?
Días después nos enteramos de que en efecto, Alberto había cruzado la calle corriendo y que un auto lo había arrollado sin más. Por eso es que yo pensé que esos minutos fueron valiosísimos, pues con tu llamada hubieras evitado que ese atrabancado tomara tal riesgo que le causó la muerte.
Recibiste de manos de su madre una carta escrita por él, donde confirmaste con lágrimas en los ojos de su puño y letra que te correspondía, que intentó decirte pero tú lo interrumpías con tus ridículas tonterías para que no fuera evidente lo evidente. La leí justo antes de escribirte ahora yo esta carta, después de recibir tu postal.
Ahora que estamos viviendo separados este duelo, pues decidiste irte a tu residencia de origen por un tiempo, te quiero decir que te estaré esperando, y si un día en tu corazón existe un lugar para mí, lo aceptaré con gusto. Tú fuiste correspondido pero lo perdiste por tonto, así que yo estoy intentando que no me pase lo mismo, y que sea lo que tenga que ser.
Atentamente: Julián.
Posdata: Alberto también me dejó una carta. ¿Esa muerte... habrá sido planeada? Nadie deja este tipo de cartas porque sí.

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330. Yuli_Morat ,

Hola chicos.

Bien, he decidido subir los capítulos de la ciudad del ccaos a mi blog igual, desde el 1.

(La ciudad del caos capítulo 1) https://lashistoriasdeyulianita.blogspot.com/2021/08/la-ciudad-del-caos-capitulo-1.html
(Capítulo 2) https://lashistoriasdeyulianita.blogspot.com/2021/08/la-ciudad-del-caos-capitulo-2.html
(CCapítulo 3) https://lashistoriasdeyulianita.blogspot.com/2021/08/la-ciudad-del-caos-capitulo-3.html
(Capítulo 4) https://lashistoriasdeyulianita.blogspot.com/2021/08/la-ciudad-del-caos-capitulo-4.html
(Capítulo 5) https://lashistoriasdeyulianita.blogspot.com/2021/08/la-ciudad-del-caos-capitulo-5.html
(Capítulo 6) https://lashistoriasdeyulianita.blogspot.com/2021/08/la-ciudad-del-caos-capitulo-6.html
(Capítulo 7) https://lashistoriasdeyulianita.blogspot.com/2021/08/la-ciudad-del-caos-capitulo-7.html

(capítulo 8) https://lashistoriasdeyulianita.blogspot.com/2021/08/la-ciudad-del-caos-capitulo-8.html
(Capítulo 9) https://lashistoriasdeyulianita.blogspot.com/2021/08/la-ciudad-del-caos-capitulo-9.html

"Historia sobre un niña y un gato (https://lashistoriasdeyulianita.blogspot.com/2021/08/historia-sobre-una-nina-y-un-gato.html)"

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