porqué no solo copias llos mensajes que mandaste acá con los capítulos y los pegas en alg´ún documento. Bue en fin.
paso una historia que ya tiene 4 caps pero lo iré pasando de uno en uno para evitar aburrir o algo xd.
La historia se llama destino errante.
primero que nada, todo lo que hay en esta historia es ficción, cualquier parecido con la realidad es mera y pura concidencia.
Salí a caminar, los carros pasando con cuidado, sus conductores intentando ver a través de la oscuridad de la noche la cual sus luces aclaraban para mí.
Mis padres habían salido y no regresarían hasta mañana, lo cual me ayudaba a mí.
Los perros no ladraban para no alertar a sus dueños del joven de 13 años que pasava sin pensar por donde iba topándose con sus casas cuando mirava a su alrededor. Como si estuvieran encubriéndome. A mí.
Como si todo estuviera dispuesto para mí, para tener un encuentro solamente yo con la noche que estava en su pleno momento. Hacía rato que había empezado, pero faltaba rato para su fin.
Finalmente me detuve cuando pensé que no estava serca de quien fuera que pudiera obligarme a ir a mi casa, si me veían podrían simplemente pensar que era un joven borracho o mariguano por las calles y nada más.
Y finalmente estábamos la noche y yo. La noche Abrasándome y acariciando mis hombros. O quizá era el aire que agitaba mi camisa de manga corta, la única ropa que cubría mi torso, y me helaba los huesos. O quizá eran las frías manos de la noche. me dejé envolver por aquel frío, pero tranquilizador abrazo.
Sentí que mis pies se levantaban del suelo poco a poco de la punta al talón y después sentí algo duro golpeando mi espalda, o quizá era a la inversa. No sé ni me importaba, ni siquiera me importó la sacudida que dio mi cuerpo, ni los perros y gatos que comenzaban a rodearme, ni que mi ropa o almenos una parte se estava llenando de tierra que me llegaba del suelo. Solo me importaba ese abrazo que era tan poderoso que calmaba mis nervios y mi alma.
Tanto que…
…
Sí, respira aún.
Una profunda voz me hizo abrir mis lagañosos ojos y sentí el clima de la noche a punto de disiparse, y mi reloj me avisaba que eran las 4:33 a.m.
Volteé a mi alrededor y pude ver a algunas personas rodeándome. Todos hombres. El que creo que habló, un hombre alto y mamado de unos 22 años estava inclinado sobre mí, su mano apretando mi muñeca suavemente y parece ser su mano antes estava frente a mi cara o algo así juzgando por su comentario anterior.
Había otro hombre, este más joven de unos 17 o 18 años, pelilargo, cabello café oscuro como el mío y con una apariencia de medio mariguano pues estava bien flaco, pero hasta los huesos el cabrón, estava checando mi otra muñeca.
Otros hombres tapaban mi entrada de aire para convertir en oxíjeno, todos muy parecidos entre sí, solo con unas pequeñas diferencias que realmente son tan insignificantes que no vale la pena mencionar.
Cabello am, bueno no tan corto pero corto y am, bueno, peinado. Se veía a otro chico completando el círculo, pero este era más joven, maldita sea parecía de mi edad y se me hacía muy familiar, tes medio de pinche negro y su forma de moverse y actuar lo hacían verse como el típico pendejo que se hace llamar el todasmías cuando las únicas que lo siguen son las pinches moscas para cagarle la pinche cara sin embargo con un autoestima hasta el pinche infinito, este no estava tan serca y solo mirava seriamente los… mmm, análisis que me hacían los otros cabrones como sin saber que hacer.
O sin querer hacer.
¿E pinche cj, dices que tú conoces a este cabrón? Le preguntó el bato mamado al negrito y el wei cimplemente contestó con un simple y seco. Sí.
Después de un coscorrón en la cabeza que hasta lo empujó poquillo pa adelante el wei dijo con ese tonito típico del cabrón que contesta como si todo fuera obbio.
Pinche pendejo carbura.
Ya deja al pinche prieto, no balla a aventarse a yorar y que la policía descubra la merca, dijo cimplemente el mariguano quien sacó una cajetilla de cigarros de sepa donde mierda la sacó.
Pinche mariguano. Le dijo un wei canoso del que no me había percatado antes, será porque apenas se acercaba. Era bien canoso, chaparro y gordillo y cuando se asercó me llegó un olor a sudor de hacía quien sabe cuántos putos días. Tendría unos cuarenta y tantos y vestía una camisa con una x en la parte superior de atrás y adelante que apenas le quedava, de echo se tensaba la pobre camisa por la pinche pansa del wei ese.
Derrepente el mamado me miró a la cara y al parecer notó mi recién recuperada consciencia. Wei mírenlo, ya abrió los ojos. Haber tú pinche negro explícale como está el pedo. Dijo empujando con una mano al morenito incluso haciendo casi tropezar a algunos en el círculo.
El negro se asercó y estiró su mano temblorosa hacia mí, sujetándome del cuello de mi camisa para intentar levantarme. Me levanté de un salto y de un putazo lo hice tambalearse y aproveché su distracción para tomarlo del cuello y apretar poco a poco cada vez más con mi mano.
Haber pinche pendejo, que ande con unos pinches mariguanos putos no lo hace más cabrón así que si quiere que no me lo chingue aquí mismo cálmese animal. Dije con ira antes de patearlo y tirarlo al suelo.
Al instante la puta volita se fue a defender al pinche puto ese, pero antes de que hicieran algo el mamado les hizo una seña de que se detuvieran, al ver esto me valió madres todo y me fui a rematar al animal, pero cuando estuve apunto de tocarlo una mano firme me sujetó del cuello y me lebantó unos 15 centímetros en el aire.
Cuando volteé mi cabeza vi al pinche mamado interviniendo el cabrón y vi como el mariguano le decía al negro que no se fuera a levantar y que no fuera pendejo, o que se alejara, entonces este rodó lejos y se lebantó antes de hacerme señas como de ven cabrón, y no lo iba a hacer esperar.
Me quité mi cadenita y se la coloqué en el cuello al mamado antes de jalar de los broches, el sirviente de nuestro santísimo señor me ayudaba a completar mi endemoniado ataque lastimando el cuello de aquel que osaba detenerme.
Jalé y jalé y para mi fortuna la cadena no se rompía y el mamado intentava que la cadena no lo siguiera lastimando lo cual lo hacía caminar hacia enfrente, quizá por eso era que los perros obedecían cuando les ponías una correa.
Por dolor.
Lo guie como mi perra, ehem digo caballo o toro o lo que sea a la verga, hacia el pinche negro y lo hice jirar para que no se diera cuenta de contra quién iba a chocar. El negro no reaccionó a tiempo cuando el mamado calló sobre él o eso era lo que yo quería que pasara, pues el chingado mariguano estiró la mano para intentar evitar el choque intentando alejar al negro lo cual se ganó un jiro y un putazote de mi parte que lo hizo quitarse del camino.
Pero me concentré tanto en golpearlo con fuerza suficiente que dejé la fuerza de la cadena que yacía en pedazos en la palma de mi mano mientras el mamado me mandaba a volar y estrellarme contra una pared.
Jadeé por aire cuando después del golpe contra la pared caí bocabajo al piso raspándome parte de mis manos.
El mamado me tomó del cuello enredando una cadena propia a lo cual simplemente miré mi cadena que calló de mi mano antes que yo al piso, bueno su cadena la enredó en mi cuello antes de jalar con la misma o más fuerza de lo que yo lo hice y por instinto me llevé las manos a la garganta, pero estas tocaron el material de la cadena y no me quedó más que aceptar mi carma.
Dolía, mierda claro que dolía como el putísimo infierno y no porque me jalara, sino porque el hijo de su perra madre hasta movía a los lados la puta cadena, y con lo sensible que es mi piel esa pinche madre va a dejar huella por almenos 3 putos días.
Finalmente llegamos a una camioneta de un color blanco, pero no alcancé a ver mucho antes de que alguien, creo que era el mariguano me vendara los ojos y me amarraran las manos a la espalda con un mecate que por ahí debieron encontrar supongo yo.
Alguien me lebantó del cuello, seguramente el mamado, y me guio hacia donde recuerdo que estava la camioneta, antes de que la voz del negro fuera capturada por mis oídos.
Está lejos de su casa y sus padres no están, solo chíngatelo aquí que lo van a encontrar en un año con lo inteligentes que son los estúpidos policías.
¿Es cierto eso? Preguntó el mamado mientras me golpeaba con un palo grueso, era como una varilla supongo yo y dolía bastante más de lo que un palillo lo haría contra una espalda.
Maldije internamente mientras intentava contener un grito de dolor que quería salir ya mismo de mi paladar.
Bete a la mierda.
Otro golpe fuerte, esta vez la varilla rasgando mi camisa y rosando mi piel.
Dije. Que te ballas al diablo.
}
Después de unos segundos sentí unos picos golpear contra mi espalda, eran como clavos que se incrustaban en mi piel un poco antes de salir.
¡Que si es cierto o no pinche bato pendejo! Dijo el mamado gritando y yo solo atiné a gritar de dolor, pero la primera frace que pude articular después de poder balla articular palabra fue.
Averígualo no que muy cabrón.
Esta vez las malditas cosas se incrustaron en mi piel, lo cual me recordava mucho a los látigos, pero esas mierdas no deberían doler tanto como esta mierda. Mi mente se nublaba y mis ojos lagrimeaban, mi garganta casi se estava quedando afónica y ahí fue cuando me di cuenta. Que estábamos en una carretera o algo así. Era imposible que alguien viniera a ayudarme. Mi estupidez fue tal que me vine acá cuando quise estar solo. Y por esa estupidez estava soportando esa mierda. Pensé en mis amigos, compañeros, familia.
Ellos pudieron haver sido. Lo único que este dolor me puede hacer pensar que me pone feliz. Es que almenos fue a mí, Y no a ellos.
Los putos clavos trazaron un camino aún incrustados, un camino arriba y debajo de mi espalda, derecha e izquierda, haciendo una x que estoy seguro era más perfecta que la puta perfección.
Entonces mis oídos que ya estavan medio ensordecidos recibieron un grito de cada lado.
¡Que si es cierto o no pinche puto pendejo maricón a la mierda!
Lo único que pude hacer fue bajar la cabeza y entonces me tiraron al suelo y me voltearon de espaldas a este sin quitarme el puto látigo que se me incrustó hasta que los clavos parecían cosa puesta en un piersing en mi espalda.
Pero quítenle esa mierda cabrones no mamen tampoco somos tan hijos de perra, dijo el mamado mientras me quitaba la venda y poco después ya no tenía látigo, pero si un puto ardor en mi espalda, y estava seguro que un chingo de agujeros también a la verga. Y entonces…
…
Desperté en una cama, era incómoda de a madre, sentía algo frío sobre mi espalda, era como si la trajera dormida. Era… ¿Analgésico?
Me moví un poco y poco después me quedé quieto pues un dolor fuerte en mi espalda me hizo quedarme quieto. Miré a mi alrededor habían muchas personas, por cierto, todos bocabajo o de lado, hombres y mujeres por igual mirando a la nada los que estavan despiertos y los que no tenían una expreción decaída.
Esto era.
Este lugar fue.
Y es.
Una base para poner aquí a los que secuestran estos cabrones.
Y No pude enojarme más de lo que ya estava y no es por pinche exagerado.
Todos nosotros cometimos un error, y por una puta equivocación estamos aquí, probablemente en nuestros últimos momentos de vida.
Mierda, no sabía que día era, que mes, mierda no sabía ni quien era.
Miré mi reloj y vi que eran las 6:48P.M.
Miré de nuevo pero ahora por encima de mis compañeros de secuestro o secuestrados y vi un calendario en la pared. Hoy era 15 de agosto.
Hay no mames. Se me salió decir y escuché mi voz más ronca de lo normal y noté, para mi sorpresa, que mi voca no estava seca.
Cállate cabrón, escuché una voz masculina a mi derecha y vi en la cama contigua a la mía a un bato de unos 17 años, estava todo vendado y tenía un ojo hinchado. La regla aquí es. No hables, no grites, solo respira y disfruta antes de que te maten a la mierda.
Lo que yo no sé, dijo una chica a mi izquierda. Porqué estos putos eligieron estos días del puto mes para secuestrarme wei, además de que ya casi es mi cumpleaños.
Hablamos todos en voz más baja.
¿Cómo fue? Pregunté curioso. ¿Cómo los trajeron aquí?
Ni idea amigo, yo estava caminando y derrepente estava aquí. Dijo el wei a mi derecha.
Yo fui por tortillas, dijo la chica a mi izquierda y no pude evitar reírme un poco, lo que me hizo dolerme después del dolor en mi espalda.
¿Los de más están dormidos? Pregunté mientras veía que al parecer todos los que vi despiertos además del wei de como 17 y creo la chica es de unos 15 despiertos ya no parecían estarlo.
Sí, contestó cimplemente el wei a mi derecha
Algo que no había notado antes es que todos excepto yo y otro wei hasta el extremo izquierdo estavan amarrados de las extremidades. Bueno no amarrados osea su movimiento estava restringido solo podrían voltearse y bueno, creo ya, aunque probablemente los dejaran sentarse para que no se pinches zombificaran y perdieran la movilidad o algo.
¿Cómo te llamas? Preguntó la chica mientras bostezaba.
No mames estamos bien pinches secuestrados y tu haciendo amigos no mames, e. No se tu nombre. Dijo el chico a mi derecha.
Entonces si son necesarias las presentaciones, dije dando por zanjado el problema a lo que percibí una sonrrisa y un pulgar arriba de la muchacha y escuché un bufido a mi derecha.
Mi nombre es Alex. Dije cimplemente.
Martín, respondió secamente el morrillo a mi derecha.
La chica le sacó la lengua a martín y me sonrió cálidamente. Mucho gusto a los 2, dijo sin voltear a ver a martín quien solo bufó. Mi nombre es Daniela. Iva en el sebétis en… Bueno, supongo que eso no importa. ¿Cómo te secuestraron Alex?
Yo… Bueno realmente no lo sé. Solo salí a caminar, me quedé en un lugar en carretera hace unos 4 o 3 días por la noche. Me dormí en medio de la noche ahí, cuando desperté un pinche mariguano, un negro y un mamado me rodeaban junto con otros weyes, me quicieron secuestrar desde ese entonces pero no me dejé y me torturaron antes de que me quedara inconsciente.
Y despertaste aquí. Concluyó Daniela tranquilamente.
¿Cómo te torturaron? Preguntó martín y Daniela hizo una mueca de disgusto.
No mames acaba de despertarse en medio de desconocidos y le preguntas eso, dijo Daniela enojada.
Lo dice la que preguntó sobre su secuestro, contestó alex tranquilamente.
Yo también lo pregunté, así que yo no me salvo de ser culpable, dije en defensa de la chica.
Bueno sí, pero. Olvídenlo.
Ya cierren el osico, dijo el wei del extremo izquierdo. No dejan dormir. Traía un uniforme deportivo de quien sabe que escuela era. Era mamado, pero más chaparro que el otro mamado y una mochila descansaba al lado suyo.
Si miguel, mejor agárramelo y juega con él, dijo martín tranquilamente.
Martincillo Martincillo, quítate la ropa y métetelo por el ollillo.
Haber pinches pendejos, si no se van a callar entonces cómanme… Miré a mi izquierda solo por curiosidad y vi una sonrisa en el rostro de la sebetiana.
Mierda, solo necesito una puta oportunidad para alcanzar mi puta mochila para sacarnos de aquí mierda, dijo el llamado miguel.
Martín quien estava a su derecha logró sacar de una sudadera al lado suyo una especie de palo grueso de madera y lo aventó al otro wei miguel con dificultad a lo cual este lo cachó y tomó la mochila poniéndole el palillo en una parte que es como un ollo en el cierre antes de jalar, esto ya que la mochila estava lejos y al parecer el no estava amarrado porque no se podía mover mucho como yo. La lebantó y la elevó a su camilla antes de abrir la mochila.
Soy el que trae herramientas más chidas, bendita escuela te amo, dijo martín mientras reía.
Miguel sacó de su mochila algo, era como una… mmm no sabría describirla. Una pelota redondita con algo como un seguro en una parte, la pelota era de un material duro al parecer y miguel simplemente sonrreía como un maniático.
La risa de martín se detuvo de forma antinatural mientras analizaba esa pelota y sus ojos se abrían como platos.
Eso… Es… Comenzó martín.
Una granada de concusión, concluyó miguel.
Daniela preguntó sorprendida. ¿Cómo es posible que traigas eso?
Bueno, mi padre me da una diario por si acaso desde hace un tiempo, tengo unas 4 en mi mochila. Contestó el maniático
Oye tú el de la camisa de rojo de manga corta dijo mientras me señalaba
¿A chingá de rojo? Pero si es caAa chingada madre la voy a tener que lavar no mames.
Bueno el caso es que los desates, solo tienes que quitarles un seguro que traen esas madres.
¿A pinche puto yo por qué?
¿Porque te puedes mover y estás desatado?
Tú también.
No puedo, me medio chingaron mis extremidades y tengo una pierna casi rota, dijo el wei.
Y a mi la espalda pinche puto.
Ya no mames pinche chillón.
Bufé como martín y me levanté para desatar a Daniela primero, bueno desamarrar o quitarle la restricción, cada paso tardaba unos 5 segundos y las camas estavan a como medio metro de distancia. Cuando llegué me anqué y apoyé en su cama para no caer de lleno antes de desatar sus manos y pies y la chica se lebantó como si nada, pero yo ya no pude.
Ella rápido desató a martín que tampoco tenía más que raspones quien se lebantó y me levantó con cuidado antes de poner mi mano en su hombro y llevarme a mi camilla y dejarme ahí antes de ir a desatar ambos a los de más.
Cuando el trabajo estuvo echo, Miguel nos pidió que nos pegáramos lo más posible a la pared trasera a lo que yo solo pude medio pegarme por mi espalda madreada y después de un tiempo entraron barios weies a llevarnos de comer al parecer, era sopa de arros. Y mierda cuanta ambre tenía, pero pinche miguel desperdiciado.
Tomó granada en mano y le quitó el seguro antes de aventarla a la pared al lado de ellos, pero ellos no supieron que les aventaban pues estavan viendo a todo mundo desatado a lo cual estos maldijeron y tiraron toda la comida, pero los platos cayeron serca de la granada y algunos encima, y la granada no explotaba.
Se dispusieron a correr hacia nosotros, Daniela se pegaba a mi mientras temblaba, martín cimplemente mirava la granada como con curiosidad, y miguel hacía la señal de cuernos a los weies que entraron, todos encapuchados, por cierto.
No dieron ni 3 pasos cuando un fuerte sonido me aturdió y una niebla cubrió mi vista. A juzgar por algo que se me clabó levemente en el hombro pero que me quité los platos volaban, parecían blindados los cabros. Todos corrían hacia algún lugar al parecer pues sentí a Daniela quien estava pegada a mi caminar hacia adelante antes de dejar de saber de ella.
Yo intenté lo mismo, pero a los pocos pasos mi espalda me traicionó y caí al suelo, intenté rodar hacia afuera pero otro sonido ensordecedor de otra granada al parecer y el que salí volando contra una pared contra la cual se estrelló mi espalda me impidieron moverme m{as, y mantenerme consciente
Me desperté con un fuerte dolor de cabeza y un zumbido persistente en mis oídos. La habitación estaba borrosa, pero poco a poco fui reconociendo a las figuras que se movían a mi alrededor. El mamado, el mariguano, el negro y el gordo estaban examinándome con expresiones de satisfacción en sus rostros.
"—Mira quién decidió despertar", dijo el mamado con una sonrisa burlona.
"—¿Cómo te sientes, amigo? ¿Listo para hablar con tu familia?" añadió el mariguano, con un tono sarcástico.
El negro se limitó a mirarme con indiferencia, mientras el gordo, con su camisa tensa por su enorme panza, observaba con curiosidad.
"—Vamos a hacer una llamada. ¿Cuánto crees que estarían dispuestos a pagar por recuperarte?" preguntó el mamado, riendo entre dientes.
Me incorporé lentamente, sintiendo el dolor agudo en mi espalda. Miré fijamente al mamado y respondí con voz firme: "No van a pagar ni un centavo por mí. No les importo".
"—Oh, vamos. Todos tienen un precio. Les diremos que te tenemos y que si no pagan, te haremos sufrir", amenazó el mariguano con una risa siniestra.
"—No tengo familia. No hay nadie que me espere en casa. Pueden hacer lo que quieran", dije, tratando de ocultar la tristeza que se escondía en mis palabras.
El mamado intercambió miradas con los demás, como si estuvieran discutiendo algo en silencio. Después de unos momentos de deliberación, el gordo habló: "No podemos perder nuestra reputación como secuestradores. Si lo soltamos, podríamos arruinar nuestra fama".
"—Además, no podemos permitir que se sepa de la fuga masiva", añadió el negro, mirándome con desconfianza.
"—Entonces, ¿qué sugieren hacer conmigo?" pregunté con indiferencia.
"—Podríamos ahorcarte y dejarte tirado como a la morra de tercero G. Así nos aseguramos de que no hables y evitamos problemas", propuso el mariguano, con una sonrisa macabra.
"—Está bien. Hagan lo que quieran", respondí con resignación, ya sin fuerzas para resistir.
Los cuatro hombres intercambiaron una mirada antes de comenzar a discutir entre ellos en voz baja. No entendía todas las palabras, pero mencionaron algo sobre "ese lugar" y "sin saberlo". Mientras hablaban, me pregunté a dónde demonios planeaban llevarme y qué les esperaría allí.
Finalmente, el mamado se acercó y dijo: "Parece que tenemos una mejor idea. Te vamos a dejar ir, pero bajo ciertas condiciones".
Me miraron con una mezcla de desconfianza y curiosidad. Sin dudar, asentí, aceptando cualquier cosa que me esperara después de esta extraña situación.
A no ni madres, el se va y ya, escuché una voz femenina en alguna parte y cuando volteé vi a una joven de unos 15 años, era linda, y su rostro se me hacía muy familiar, aunque no se dé dónde. Traía un globo amarrado de una botella y tiró de este y al instante una piedra le dio en el ojo al mamado, y otras piedras fueron lanzadas, aunque con menos precisión por un wei de unos 17, traía raspones en su cara y manos. No se porqué sus rostros se me hacían tan familiares.
Hmmm.
¡Cállate cabrón!
Lo que yo no sé, Porqué estos putos eligieron estos días del puto mes para secuestrarme wei, además de que ya casi es mi cumpleaños.
¿Cómo te llamas?
Martín, respondió secamente el morrillo a mi derecha.
La chica le sacó la lengua a martín y me sonrió cálidamente. Mucho gusto a los 2, dijo sin voltear a ver a martín quien solo bufó. Mi nombre es Daniela. Iva en el sebétis en… Bueno, supongo que eso no importa.
Mis recuerdos hicieron clic justo antes de que martín me levantara a una mano y comenzara a correr conmigo mientras dani nos seguía de serca.
Pero derrepente algo nos dio en el hombro. Era como un… ¿Una flecha?
¿De dónde? Preguntó martín mientras maldecía antes de que un gas comenzara a fluir de todos lados.
Me tapé la nariz, pero alguien me quitó la mano de ella a la fuerza. Antes de que me diera cuenta lo respiré.
Y me dormí otra vez.
Desperté. Estava en medio de un círculo raro con esos 2 weies de la prisión y los secuestradores fuera.
Haber cabros, escuchen. Tú el de pelo café, el de pelo negro y la pelirroja.
Haber tú peli café, pa que no digas que somos malos te mandaremos a otro lao con un portal wei, pa que tengas una nueva oportunidad con familia y la madre. Y ustedes lo acompañarán, ¿Deacuerdo? Dijo autoritario a los 2, uno a cada lado mío.
Qué caraj…
Derrepente el suelo empezó a temblar y por un segundo sentí como si mi cuerpo fuera apretado más de lo posible y me rompieran los huesos. Estuve apunto de gritar de dolor, pero como llegó el dolor desapareció.
…Caí con fuerza en posición como cuando vas a gatear al suelo y poco después escuché 2 sonidos iguales al mismo que hice cuando me estrellé contra el… suelo por decirlo así, de ese lugar
Miré a mi alrededor. Los 2 a cada lado mío exactamente como cuando estábamos en el círculo. Habían muchos árboles a nuestro alrededor y… Mmm, para resumir, era como un vosque. Escuché un suspiro relajado de Daniela mientras mirava al cielo y alrededor como hipnotizada por el lugar.
Martín mirava tranquilo, no hipnotizado, pero si algo sorprendido.
¿En donde estábamos? Parecía el único que se preguntaba eso…
Fin: