Wao jajajajajaja nunca sé demasiado que decir cuando me encuentro con hermosos comentarios y cosas lindas de este tipo. Me hace feliz saber que a alguien le medio gustan mis cosas.
Es hermoso y me hace feliz, muy muy feliz. Gracias por todo, en serio. Tengo que compartir varias de mis historias y novelas.
Esto es un relato corto. En la segunda parte, tenemos la coonversación de nuestro personaje con sus padres, y luego se ve el encuentro que tiene con uno de sus captores. tiene algunas escenas subidas de tono entre la pareja principal que obvio no estarán en la versión que suba por acá, pero a quien le interese todo al completo siempre puede decirme.
Los quiero. vamos a ver si en un rato más y ustedes no se hartan, subo las demás partecitas, que son de longitud similar.

no es que me medio guste, es que me gusta :D espero las otras partes!

me gustó la historia. Esperando la continuación.

este es el prólogo de mi segundo libro. como saben el anterior ya lo pasé por aquí. espero que les guste. recuerden que este no está ni correjido, ni nada. solamente quize mostrarles por que camino va la historia.
El efecto dominó.

prólogo.

Después de tantas idas y vueltas, al fin estaba en el lugar donde su vida cambiaría para siempre. se encontraba en los exteriores de la iglesia santa cruz que había tenido que visitar en los últimos meses más que en toda su vida y se sorprendió que mucha gente ya hubiese llegado. las manos le empezaron a sudar y el corazón a palpitar rápidamente.
todavía seguía dentro del vehículo en el que había venido y estaba tratando de armarse de voluntad para salir de ahí sin caerse en el proceso, pues sus piernas, así como el resto de su cuerpo no paraba de temblar violentamente.
estaba tan nervioso que la simple tarea de abrir la puerta y colocar un pie en la acera le parecía lo más difícil del mundo. cuando al fin se atrevió a bajarse, las primeras notas de la marcha nupcial de Mendelssohn le dieron la bienvenida. los acordes del imponente piano flotaban en el aire llenando el ambiente de aún mayor emoción. era probable que estuvieran apenas practicando, porque no creía haber llegado fuera de hora.
inspiró profundamente y echó una mirada hacia los alrededores, desesperado por distraerse con la primera cosa interesante con la que se toparan sus inquisidores ojos. había grupos de personas dispersos por todo el espacio, hablando en cuchicheos que solo lograron ponerlo más histérico si es que eso era posible. a alguno de los que logró contemplar los conocía de sobra como por ejemplo su prima mirian y a otros ni siquiera tenía la mínima idea de que hacían ahí, mezclándose con el resto.
suponía acertadamente que eran compañeros de luz que nunca había tenido la fortuna de conocer, talvez entre ellos incluso estaban sus primos de provincia de los que tantas veces le había hablado. esperó que su madre descendiera del taxi para acercarse al conductor y darle la paga por el servicio.
le tomó la mano y caminó con ella hacia la imponente iglesia recordando claramente las incontables veces que había hecho lo mismo cuando era un niño y necesitaba tenerla cerca para que no le ocurriera nada. estaba mirando atentamente hacia delante cuando de pronto vio a luz bajando de la limusina azul que había contratado para que al menos por ese día la trasladaran como si fuera una reina. la respiración se le cortó, pero se obligó a tranquilizarse una vez más. definitivamente, para él ella era su Reyna sin importar que no tuviera corona.
_al menos sería trasladada como una, se dijo mentalmente.
le había costado al menos tres de sus últimos sueldos del canal en el que ahora laboraba darle ese capricho, pero valía la pena solamente al ver su rostro lleno de sorpresa y emoción. al fin y al cabo, una experiencia así no la viviría más de una vez.
con el rabillo del ojo vio a césar, el que sería su padrino de bodas. cuando trató de hacerle una seña para que se acercara percibió que lo ignoraba deliberadamente como si de pronto fuera incapaz de sostenerle la mirada. nunca antes lo había visto tan triste, enojado y decepcionado como en ese instante. le quitó importancia al hecho porque creyó que simplemente era algo momentáneo y regresó su atención a la mujer que consideraba el amor de su vida. nada, ni la expresión extraña de su amigo malograría el mejor día de su vida.
cuando ella le regaló esa sonrisa que hacía que el corazón se le saliera del pecho, sintió como sus ojos se humedecían. era tan hermosa y el vestido ceñido que llevaba encima era simplemente perfecto para su moldeado cuerpo.
la prenda de seda blanco con costuras que seguían sus contornos con extrema precisión la hacían lucir más bonita de lo que ya era. la cola de aproximadamente 5 metros estaba decorada con exquisitas perlas y las tiras del vestido apenas le cubrían los hombros. llevaba el cabello lacio peinado de una forma que jamás había visto antes y el delineador negro que se había colocado resaltaba aún más sus grandes orbes. sintió frío solo de verla, pues la elegante prenda que portaba apenas cubría su espalda, pero negándose a pensar en ello volvió su atención hacia el frente.
ingresó a la iglesia de la mano con su menuda madre. luego de ir por la parte trasera para que los asistentes algo tardones no lo vieran llegar por la puerta principal, apareció en el altar listo para recibir a luz.
su prometida entró acompañada de los tímidos aplausos de la gente, que al cabo de unos segundos se hicieron demasiado escandalosos para su gusto. su padre iba tras ella llevándola del brazo para entregársela a él en el altar. el sacerdote que oficiaría la ceremonia sonrió dulcemente y se paró para iniciar.
tras cruzar el pasillo rápidamente, luz llegó a su lado y le regaló una deslumbrante sonrisa. definitivamente una nueva vida empezaba para él, una vida completamente diferente a la que había atravesado hasta entonces. en ese momento, no supo cuan ciertas y predictoras eran esas palabras.
mientras el padre pronunciaba las primeras frases de su discurso, Alen no pudo evitar mirar a todos lados. como el periodista que era, necesitaba siempre mantenerse alerta de todo lo que ocurría en su entorno. la mayoría de la gente escuchaba atentamente al párroco, unos pocos cotilleaban por lo bajo y solo una persona, miraba hacia ellos como si quisiera desaparecerlos. no, no los miraba a los dos de la misma forma. a luz era a la única que observaba de ese modo.
le pareció tan horrible esa expresión que notó en su amigo, que no pudo evitar que un escalofrío le recorriera la espalda. ¿qué demonios le estaría pasando a césar?
cuando el sacerdote exclamó las palabras que siempre en las novelas mexicanas significaban desastre inminente, no pudo evitar perderse en sus pensamientos. este era el momento en que una mujer embarazada entraba a trompicones al lugar sacrosanto y decía que tenía un hijo no reconocido echando a perder la vida. de pronto le entraron unas incontenibles ganas de reír.
pero no, ninguna mujer entró al lugar. sino que su hermano del alma, el amigo que conocía desde que era muy pequeño se empezó acercar a ellos con una expresión seria y de pena extrema. su risa mental se detuvo y prestó atención a las palabras del hombre, que de pronto había empezado a parecerle un desconocido.
antes de que haga la pregunta, me gustaría que los novios disfrutaran de un pequeño detalle de su padrino, espetó con voz gélida que hizo que Alen pegara un pequeño brinquito en su sitio en extremo estupefacto.
habían sido escasas las veces que Alen había visto tan molesto y triste a su amigo. habían sido contadas con los dedos, pues a césar nunca le gustaba estar mal y menos en un evento de tanta relevancia. a juzgar por su expresión, más parecía que estaba asistiendo a un velorio, que a una boda.
al verlo, luz cambió su expresión jovial y se giró a su dama de honor y luego a su futuro marido, intentándoles preguntar con la mirada si sabían de qué iba todo aquello. ambos negaron vehementemente y la expresión de la chica mudó a una de una rabia incontenible.
¿qué rayos estaba pasando justo cuando estaba a punto de convertirse en la esposa de Alen?
cuando las miradas extrañadas se dirigieron hacia ella trató de dibujar en su rostro una felicidad que estaba muy lejos de sentir.
de pronto el único proyector que había en la iglesia expresamente colocado por el padrino se encendió con una luz blanca tan potente que si hubiese caído en el rostro de alguno de los asistentes los hubiese dejado ciegos. imágenes borrosas empezaron a proyectarse en una de las paredes empezando a desatar los primeros murmullos.
todos y cada uno de los asistentes a la ceremonia estaban con la mirada fija en la pantalla, esperando algún video cargado de buenos deseos y cariño sincero de parte de los amigos y los familiares, pero lo que vieron dejó con las bocas abiertas a muchos.
luz estaba echada en una cama y sobre ella un hombre al que no se le podía ver claramente la cara, solamente su cabello rizado y castaño, cabello que evidentemente no pertenecía al hasta hace unos momentos su futuro marido. por las respiraciones que se lograban escuchar y la manera en que las manos de ambos se movían sobre el cuerpo del otro, no quedaban demasiadas dudas de lo que estaban haciendo.
Alen palideció y si no hubiese sido por el fuerte brazo de césar que apareció como por ensalmo, hubiese caído al suelo desmayado. al joven no le importaba demasiado lo que la gente pudiera pensar de él y de los cuernos que de seguro se le notaban a metros de distancia. tan solo quería escapar, estar a apartado de todos, especialmente de ella. no necesitaba ver más, la primera parte de la grabación había sido lo suficientemente clara como para que nunca pudiera borrarla de su memoria.
luz corría entre los pasillos de la iglesia como si el mismo diablo en persona estuviera yendo tras ella para llevársela al infierno. Alen no sabía si para escapar de las miradas acusatorias de todos o para llegar hasta el proyector y romperlo en pedazos con sus propias manos. después de todo, ese artefacto había destruido en pocos segundos la oportunidad de que ellos tuvieran una vida juntos.
solo por un mínimo instante, se permitió pensar que luz no había hecho nada. que tal vez ese video se grabó hace muchos años atrás, cuando habían estado de problema en problema por su metida de pata, pero después comprendió que era aferrarse a un clavo ardiendo. la cara que había visto en la pantalla no era la de su exnovia con 23 años, sino la de una mujer hecha y derecha de 34.
de pronto la fuerza de la revelación lo superó y salió corriendo de la iglesia quitándose antes de encima a su amigo, que se aferraba a él como si la vida se le fuera en ello. corrió por la calle cruzando la pista como si esta fuera completamente de su propiedad importándole muy poco que un vehículo le pasara por encima. escuchaba como los cláxones de los autos se presionaban como una llamada clara de atención, pero él hacía caso omiso de los mismos.
no supo cómo, pero de pronto estaba parado sobre un puente. la inmensa ciudad de lima se extendía a sus pies y él no podía evitar pensar que todo lo que había visto bello en la mañana no era más que una masa horrible ahora. el cielo plomizo, los niños corriendo, los carros pasando con rapidez y la gente moviéndose de un lado para otro sin control, le parecían solamente parte del cuadro que simbolizaba su desgracia.
de pronto, la realidad de lo que había pasado en la iglesia, la infidelidad que nunca había esperado lo golpeó con tanta fuerza, que supo que no iba a poderlo superar en lo que quedaba de vida. después del error que había cometido en su pasado, consagró los años siguientes a compensar a luz con todo el amor y el respeto que pudo, pero al parecer ella no lo valoró lo suficiente. quizá fue que nunca lo perdonó en realidad.
las lágrimas empezaron a brotar de sus ojos con descontrol y sintió que no podía más, que tenía que hacer algo porque el dolor que estaba sintiendo en esos instantes era demasiado terrible como para tan si quiera contemplar una existencia llevándolo encima. antes de arrojarse al vacío, sacó los anillos que tenía planeado entregarle esa tarde y los miró con atención.
el señor que se los había dado, le había indicado que cuando pensara en el verdadero amor de su vida, los aros brillarían. cada vez que había pensado en luz mientras los tocaba nunca había sentido ningún tipo de calidez sobre natural ni luz resplandeciente, así que había asumido que el anciano dependiente había usado esa técnica simplemente para comercializar esa joya que parecía ser una de las más caras del mercado por su composición.
ahora se preguntaba si talvez no habían brillado porque luz no era la mujer que debería haber amado con todo el corazón y a quien debió entregarle casi la mitad de su vida. cuando cayó en cuenta de ese detalle no pudo evitar preguntarse si sería posible todavía encontrarla.
entonces, cuando el deseo de haber hecho mejor las cosas, cuando quiso que el olvido llegara y el infinito anhelo de tomar el camino adecuado invadió su mente, sintió como una fuerza lo jalaba sin piedad hundiéndolo en una profunda oscuridad. después nada, solo silencio.

Me gustó y solo es el prólogo! Bien, esperando el libro.

yo tengo ya el primer cap de mi historia, esta en mi blog
pero paresee que al escrivirla el corrector no me quiere. le pase como 5 veses el corrector del word. y quedaron poquitos errores. pero sin mas aqui se las dejo
https://audiojuegosymas.blogspot.com/2021/07/de-los-juguetes-la-tecnologia-mi-primer.html

hola. Si se me permite la corrección.
A simple vista lo que vi, la c en infancia, empezó, vecinos, conocer, y no se si se me escapa algo más. Los nombres propios llevan mayúscula en la primera letra. María, Juan, Pedro y Alexa. Después, un consejo, es que cambies eloquence, si no está ya, a español España e intentes memorizar en qué partes de la palabra va una c o s, creo que el mayor problema radica ahí. Al principio es compicado, pero a medida que vallas practicando lo vas a empezar a distinguir sin darte cuenta.

grasias por la sugerensia. es que empese a escrivir en la pc cuando quede ciego
como antes no hera ciego. escrivía todo en papeles, ojas, cuadernos o cuadernolas. todo con lapís lapisera y marcadores

gran prólogo, estaré esperando el libro para leer. saludos! :)

chicos necesito mucho apollo. ya está el libro publicado en watpad, el primero, el llamado entre nubes de tormenta, pero por desgracia no se como hacerlo conocido, si podrían ayudarme con la difución se los agradecería. por si no le han echado un vistazo porque la sinopsis no los atrapó les déjo el prólogo de esa obra.
https://www.wattpad.com/story/277955467-entre-nubes-de-tormenta
Le temblaban las manos tan violentamente que estuvo a punto de tirar el carísimo regalo que traía en ellas. Había llegado la hora de su llegada, pero él no estaba ahí y nunca lo estaría.
Jamás había sido tan consciente de una realidad tan dolorosa como en esa ocasión y supo también que no podía hacer nada al respecto. Un nudo se instaló en su pecho arrancándole el poco aire que tenía guardado en sus pulmones y logrando que un peso muy grande se depositara sobre sus hombros. Nunca seguir respirando le había parecido tan difícil.
Estaba acostumbrada a las pérdidas, a quedarse sin nada, a las tristezas que como niebla llegaban y opacaban todo a su alrededor, pero no a ese inmenso vacío que parecería jamás iba a desaparecer.
Las decepciones eran parte de su vida a tal punto que se había dicho que luchar contra ellas era más que inútil. De modo que cuando se dio cuenta que esta vez estaba nuevamente frente a una de esas tantas ocasiones en las que tendría que tragarse su pena y seguir adelante con la cabeza bien en alto, su conmoción duró poco (o al menos eso es lo que tenía planeado hacer creer a los demás) y por un instante solo pensó que de eso se trataba todo, de una tortura constante que parecía solo formar parte de su misma existencia, algo muy parecido a una marca indeleble que la habían convertido en todo lo que era y en lo que posiblemente sería más adelante.
Apretó los puños, levantó la cabeza e intentó mirar al frente, como lo había hecho cuando su padre por primera vez descargó un correazo en su espalda porque le había respondido con palabras poco adecuadas en medio de una fuerte discusión, pero a pesar de su férrea voluntad no pudo, no fue tan fuerte como aquella vez. Porque ahora no se trataba de algo físico, sino de un problema del alma, de esos que te consumen por completo y que acaban con todo. Con tu esperanza esa que cultivaste por años y que la persona que más te importa está destruyendo en trozos diminutos con unas palabras por whatsapp.
Se jactaba de ser una chica sensible. No es que llorara todo el tiempo, simplemente que en los últimos meces no había podido dejar de hacerlo por las circunstancias en las que se había visto envuelta.
Probablemente esa característica propia no era uno de sus mejores atributos, pero sin duda alguna, su sensibilidad ante las cosas, especialmente de tinte sentimental podían convertirla en un río de un momento a otro. Sin embargo, cuando el vuelo 315 que con ansias esperaba desde hace varios años atrás porque iba a traer al hombre que tanto quería y había esperado con tanta emoción, llegó sin él, no derramó ni una microscópica gota, al menos no al principio. En realidad, no se movió, no pestañó, no gritó, ni armó un escándalo, simplemente se quedó como un televisor sin corriente en mitad de la sala de embarque. Fue como si de pronto la comprensión de que las lágrimas no solucionaban los problemas, no los desaparecían, hubiese llegado hasta a ella.
Lo que sí hizo fue frotarse los brazos con fuerza, quizá con más fuerza de la que debía, consiguiendo que se tiñeran de un color rojo sangre. La verdad es que el aspecto de ellos era lo que menos le importaba en esos instantes. Únicamente quería que el dolor físico fuera tan pero tan grande que consiguiera eclipsar la terrible sensación que llevaba en el pecho incrustada como un puñal desde el momento en que había descubierto que no llegaría en ese instante ni nunca en realidad.
No llegaría, no llegaría porque la historia de 5 años que había compartido con el que creía era el amor de su vida era solamente un cuento de hadas, de los que los padres suelen contar a sus hijos pequeños antes de que vayan a dormir.
Era evidente que había creído en ese teatro porque seguía siendo la estúpida jovencita que pensaba que las historias donde los príncipes azules que rescataban a su dama de cualquier problema o hacían hasta lo imposible por regalarles la felicidad existían en la realidad.
Lo más triste del asunto, es que ella no había pedido demasiado, ni siquiera algo que le hubiera costado trabajo. Solamente que le demostrara lo que realmente sentía por ella, que viniera y la reclamara, que la hiciera completamente suya y que le dijera por primera vez un te amo de forma presencial.
Pero, su familia, su todavía esposa, sus hijos, sus pensiones, su vida acomodada, su tranquilidad en el mismo apartamento de apenas unos 73 metros cuadrados, habían valido mucho más que sus besos guardados por tanto tiempo, que sus promesas, que los sueños que estaba dispuesta a cumplirle, los planes que tan exhaustivamente con el tiempo había ido construyendo a su lado. Pero como el mundo se empeñaba aún en tirarle más desgracias a su vida y en convertir todo aún en algo más horrible, un timbre sonó en su teléfono y al abrirlo se dio cuenta que hubiera sido mejor que jamás lo hubiese hecho.
Eran sus palabras, no era una de las invenciones hechas por la hija de james para que se alejaran, era una verdad pura y dura. "me he besado con alguien" rezaba la cita, "me he besado con la chica de la que te hablé antes y por eso consideré que lo mejor era que no viajara".
Una corriente paralizó todo su cuerpo y dos lágrimas rebeldes rodaron por su mejilla hasta lavar sus labios resecos, esos que no habían besado en persona a nadie por más de 5 años a causa de él y la espera interminable de su llegada a perú.
Una correa se apretó alrededor de su corazón y lo exprimió hasta dejarlo completamente seco. Al dolor de saber que nunca lo conocería se sumaba el hecho de que otra persona recibiría sus besos, su completa atención y hasta quizá su soltería, esa que jamás tuvo porque siempre su esposa estuvo entre los dos como una sombra.
La castaña no pudo evitar pensar que talvez con ella si lo sacrificaba todo, talvez por ella si viajaba tantos kilómetros y se encontraban en un aeropuerto igual que ese en el que llevaba parada como estúpida más de 4 horas esperando por alguien que jamás llegaría.
Su vida antes de él había sido como un sótano polvoriento con cajas mugrientas y podridas en uno de los lados y un ventanal gris del otro, una vista por donde jamás ingresaba la luz del sol.
Pero si de por si dicho panorama había sido tétrico no se parecía en nada a lo que estaba sintiendo en ese preciso instante.
Recién en ese momento se permitió llorar, llorar como si no fuera haber un mañana, como si todas sus esperanzas se hubieran perdido, como si fuera lo peor que le hubiera podido haber ocurrido, como si en ese mismo instante le hubieran quitado la vida de un plomazo y probablemente eso era lo que había pasado.
Fue en ese instante que juró que nunca más dejaría entrar a nadie a su vida. Y
Tenía claro también que en ese día no solo se había cerrado el capítulo de una historia, sino el capítulo del amor para ella. Porque si hay algo de lo que estaba segura, es que no iba a permitir que nadie más le resquebrajara el corazón, pues era evidente que ya lo tenía hecho trisas.

genial mi jiane! maravilloso, mándame el link para ir a verlo o comprarlo. os e si se compra. pero vamos, que yo lo quiero! me dejaste entero enganchado

el link está arriba. ... Pero lo paso por si acaso ... https://www.wattpad.com/story/277955467-entre-nubes-de-tormenta

Hola, chicos:

Aquí les comparto mi último relato corto.

¡Espero que les guste!

**Título: ¿Quién es?**

Era una persona bastante civilizada, pero solitaria. Probablemente más de lo que hubiera sido necesario. Se encontraba sentado frente a su escritorio, las manos descansaban sobre ese viejo teclado de membrana que, a pesar de lo anticuado que resultaba ser para sus amigos escritores, es decir los únicos que tenía, él lo disfrutaba al máximo.

Ese día estaba muy inspirado. Había escrito 1500 palabras en un día Y sin saber cómo es que lo había hecho. Trabajaba en un relato policial sobre un hombre quien, tras buscar nuevas oportunidades en el mundo de los negocios, se dio cuenta de que no era exactamente feliz. Y por si esto no fuera suficiente, se había enterado Gracias a su hermana, una chica de tez blanca y ojos negros, que no podría ver a su madre en vida jamás porque fue asesinada en circunstancias trágicas, luego de que ella no pudiese depositar la cantidad de dinero especificada por unos extorsionadores telefónicos. Al principio la mujer creía que se trataba de una broma, pero luego de unos minutos descubrió en carne propia que aquello iba en serio. Sin embargo, a nuestro hombre, al de la historia, aquello lo hacía sentir liberado. Las cosas con su madre no habían terminado de la mejor manera luego de que ella tomara decisiones de su vida sentimental que a él mismo no le parecieron aceptables en lo más mínimo, pero que de todos modos terminaron dando buenos resultados. Para colmo de males, había dejado de hablarse hace ya varios años atrás.

Ya no faltaba mucho para que este relato barato (hablo específicamente del suyo, no de la literatura policíaca en general) terminara de ser escrito. Sin embargo, a nuestro escritor se le ocurrió la gran idea de cambiar la historia a fin de que a nuestro personaje se le presentase un destino todavía más sórdido. En eso estaba cuando de pronto alguien llamó a la puerta.

—¿Quién es? ¡Espero que sea rápido! —dijo nuestro escritor mientras el tecleo frenético dejaba de oírse en su habitación, mientras abandonaba su escritorio y se dirigía hacia la puerta de entrada.

De pronto, pudo advertir la presencia de una chica, aquella cuya apariencia se le hacía familiar. Se trataba nada más y nada menos que de su hermana, una chica de tez blanca y ojos negros quien se había enterado de la llamada, de la amenaza de muerte, de que la madre de ambos pensaba que todo aquello sería una broma… Lo que hizo a continuación fue cambiar su historia. No hablamos de que haya vuelto a su escritorio, sino que fue a casa de su madre, la abrazó mientras su hermana se unía a ellos dos en un abrazo que parecía eterno y, una vez estuvieron separados y haciendo uso de razón, llamaron a la policía. En esta historia, a diferencia de lo que se ve normalmente en nuestras calles, los agentes lograron desmantelar aquella banda criminal y jamás se volvió a saber de ellos. Finalmente, los tres retomaron ese abrazo eterno, ese abrazo absoluto, ese abrazo que daba a entender que, muy a pesar de los años transcurridos, finalmente toda fricción y todo malentendido quedaban perdonados.

Julio de 2021

para @michael_james_04. te voy a dar un consejo. tienes que hacer que los personajes sean creíbles. es decir, si es un relato de otra persona, no introducir opiniones externas (las tuyas) al relato. si quieres introducirlas, te recomiendo que lo hagas desde la perspectiva de uno de los personajes. esto le da un tinte de realismo al relato. la intriga está bien, pero puedes hacerla más sutil, menos evidente, eso hace dudar al lector de qué es real o nó. no expreses el cambio de historias con palabras tan evidentes... puedes hacer que el lector se de cuenta de lo que lee, el lector no es tonto. al lector no le gusta que se le expliquen las cosas, le gusta que se conduzca por el cuento o relato y que se describan las situaciones. ¡pero viquingo! ¿qué diferencia hay entre explicar y describir?
cuando uno explica utiliza palabras como: es decir, por esta razón... enlaces que dan a entender la explicación de un texto. cuando uno describe se limita a señalar los hechos en cuestión.
por lo demás, me gustó mucho tu manera de escribir. si a alguien le sirvió el consejo... aplíquelo escribiendo, pues así será más placentero leerlos y sus escritos tendrán mayor aceptación.

¡Muchas gracias por el consejo! Lo tomaré en cuenta a la hora de seguir escribiendo.

En realidad esto pretendía ser una especie de parodia de cierto cuento de Cortázar (quizá muy mal ejecutada), pero sí quisiera ir mejorando en cuanto eso que comentas respecto a expresar la opinión de los personajes. Tampoco es que haya escrito muchos relatos de este tipo, por lo que estoy consciente de que hay que mejorar.

¡Al menos es bueno saber que te haya gustado mi manera de escribir!

Un saludo.

otra cosa por la que te envidio es que tengas el valor de publicar tus relatos por acá. yo no creo poder hacerlo jaja, anímate siempre a publicar.

kaladin, no tengo ni idea de quien eres pero por la forma familiar que me hablas supongo que me conoces, jajaj, bueno gracias, muchas gracias de verdad, comentarios como el tuyo y los de algunas personas son los que me impulsan. mi segundo libro está en camino y si sigo al ritmo que voy, lo terminaré sacando muuuy pero que muy pronto.

editado

1. Amé con mi halma el libro de jianella de efecto dominó, soy tu fan número 1 y solo leí el prólogo jajaj.
2. Vine a mostrarles el prólogo de un libro que nunca terminé de escribir, que lo leo y digo. que mal escribo al demonio jajaj, lo hice hace unos 2 años. acepto críticas, recomendaciones, ideas, que me digan que escribir no es lo mío, en fin...
Prólogo.
Miró desde el principio del puente a los jinetes. Ambos iban inclinados sobre sus monturas todo lo que podían, pero los caballos no podían ir más allá de un medio galope. La espuma les brotaba ya del hocico.
-Señor, alzamos el puente? Lo interrumpió una voz.
-No, déjalos pasar.
Poco después, irrumpieron en el patio y él hizo una seña para que, ahora sí, alzaran el puente, pero lo hizo sin mirar si obedecían sus órdenes. Toda su atención estaba fija en los jinetes que, en ese momento, desmontaban. Los esperaba. Ella no necesitó ayuda del hombre que la acompañaba. Desmontó sola y de un salto, aunque las piernas le temblaron un poco. Se acercó a él, con paso firme, la cabeza alta y el gesto desafiante… pero cuando llegó a 2 metros de él el gesto se desvaneció. echó una mirada a su compañero, que la miraba de pie junto a su caballo, y continuó.
Él podía oler su aroma, natural, mezclado con tierra y algo de sudor, y, de quererlo, con estirar una mano pudo aberla tocado, pero no lo hizo.
Cuando estuvo lo bastante cerca, ella, aún con la mirada fija en sus pies, se dejó caer, sentada, a sus pies.
-Estoy aquí. Por favor, haga de mí lo que quiera ahora mismo. No soporto más esta tortura. No me disculparé, porque no serviría de nada y, además, no lo siento. Lo haría una vez más, porque así debe ser… Pero, si va usted a matarme, quiero que me mire cuando lo haga. No le daré la satisfacción de morir lejos, donde usted no pueda verlo.
Él levantó la vista y la fijó en el cielo. Después, lentamente, la clavó en su cabello enmarañado y, con ira en la voz, le dijo.
-Levántate, reina de Kaleish, que esa no es manera de saludar a tu señor- A continuación, fijando la mirada en el hombre que seguía junto a su caballo, dijo- Y tú, hermano, no vienes a saludarme? Después de tu larga ausencia pensé que me echarías de menos, todo lo que tu pequeño corazón lo permitiese.
El hombre se acercó entonces, pero no a él, sino a ella y, tiernamente, le ayudó a levantarse, mientras le susurraba al oído. Y esto último fue lo que acabó con su paciencia.
-Vasta! No permitiré más humillaciones en mi hogar, no más de las que ya me han hecho. Tú- Dijo señalando a la chica- Permanecerás con el servicio y harás todo lo que yo te ordene, cuantos años yo desee para pagar tu deuda. Y tú- miró al hombre con odio- Te irás de estas tierras y, si vuelves a poner un pie aquí, morirás.
El compañero de la mujer, por fin, levantó la vista que hasta entonces tenía en la chica, mirándola con infinito amor y ternura, y la clavó en su hermano, fríamente. Entonces, ante la atónita mirada del rey de Kaleish, sus labios se curvaron en una sonrisa para, después, estallar en una carcajada.
-A, hermano, tú no cambias nunca. Ni Eliza ni yo hemos venido a pedirte perdón. No nos interesa. Yo soy de ella y ella es mía, y hemos venido a morir.
Y, a continuación, bajó el rostro hacia ella y la besó.

El último prólogo no está mal. Aunque siento curiosidad por saber que más ocurre.

abby dios yo amé tu prólogo. pero dios si escribes hermoso, que dices. a mi me gustaría hacerlo tan bien como lo haces tú. deecho las historias así que parecen ser medias antiguas no suelen gustarme, pero tu escritura es tan buena que da ganas de leerla

Hey, ¿y el último relato que se había compartido por acá? ¿Por qué fue eliminado? Al menos mejor que el mío sí estaba. :D

holi, mujchas gracias! me pone muy contenta que les guste! Como les dije, hice prólogo y primer capítulo hace 2 años, y ahora que lo retomé, lo estoy puliendo un poco. cuando tenga un poco más, se los paso por acá. de nuevo, gracias!

dejo mensajito para que no se me pierda y quedar pendiente de otros escritos

Buenas noches. Perdón por el retraso al subir esto xd pero no tenía el tiempo de editar el relato y soy... algo... emm... obsesivo con las correciciones. No está perfecto y espero no les aburra, pero es el segundo de cuatro capítulos más un epílogo que componen el minirelato del orgullo que subí antes. Espero lo disfruten y comprendan que no es un drama tan... fantasioso. Que es algo que ocurre y que no solo sale de mi cabeza.
Llamas que dejan Cicatrices.
Capítulo 2: Retornar al invierno.

Todo comenzó cuando declaré ante una cena familiar la verdad. No di rodeos, no giré demasiado, tragué un sorbo de vino y respiré hondo. Traté de manejar mis nervios y mis emociones, aclarándome la garganta y dejando que el hombre que ya era saliese a la luz.
—Soy gay.
Las miradas volvieron a mí. Mis padres dejaron de sonreír. Todos dejaron de hacer lo que hacían. Ahora el centro era yo.
No sabía cuanto habían cambiado mi vida esas palabras hasta que, esposado y golpeado, días después, me subieron a un camión junto a otros chicos que lloraban o miraban resignados hacia otro lado. Las terapias de conversión me esperaban y yo no tenía idea de que eran. De como combatirlas. Pensé que eran una especie de reformatorio, un lugar donde nos harían formarnos como “hombres” y “mujeres! De algún modo anticuado.
—Estás aquí porque eres un maricón —me dijo el primer hombre al recibirme—. Una puta. Nuestra puta, a partir de ahora.
Nada fue mejor. Los golpes, las camisas de fuerza, los carteles, los insultos.
Mi alma se rompía, se rasgaba, dejaba de ser mía para ser la de un guiñapo de piel que se arrebujaba contra las paredes. Julián Roldán era parte del pasado, su familia unida había muerto y lo único que tenía eran las patadas, los besos, las caricias asquerosas de esos hombres que se decían sanos.
Metían sus manos en mis pantalones, pellizcaban, mordían, agredían, escupían. Me gritaban y me hacían sentir cada vez más miserable, más pobre. Yo era una sombra, una de un chico que fue decidido y determinado, que viajaba al infierno para quemarse entre el fuego de la desilusión, el miedo y la tristeza que supone que te despojen de quien eres.
—Te estoy curando —jadeaba Pluma, tocándome. De ese día, casi no recuerdo nada, y es mejor. Me habían drogado y golpeaba, gozaba de una dulce inconsciencia que me mantenía lejos de los dedos del hombre que posaba sus manos en partes que nadie por amor había tocado.
Me sentía sucio.
Estaba sucio
Enfermo
Podrido.
Nadie me rescataría.
Hasta que vinieron los electrochoques y, tras el incendio de la masacre donde aún recuerdo los cuerpos calcinados, ocurrió. Autoridades de la ciudad, medios de todo el país. Gente que nos tenía lástima, familiares reconociendo a las victimas mortales. Lágrimas, llantos, sufrimientos que no curaban nuestras quemaduras. Estábamos tan rotos y tan heridos que el corazón lo mejor que podría haber hecho era dejar de latir.
—Julián —susurraba alguien—. No nos dejes, no me dejes. No duermas, Julián. Te voy a ayudar.
Pero todo se fundió en el dolor, el miedo y la paz que me ofrecía la muerte.
Cuando desperté en el hospital, me hallé con los bellos ojos del doctor Recéndez. Me sonrió con tanta honestidad, que sentí a mi estómago contraerse y mi vida dio un giro.
Él. El doctor Recéndez. Cambió mi vida en tantos aspectos que jamás podré agradecerle. Mantuvo a mis padres fuera, yo no soportaría verlos y menos en aquellas condiciones; les resentía tanto de mi sufrimiento que deseaba ahorcarlos, era la verdad.
Pronto el doctor recéndez fue José Luis, y ya no se vestía de blanco sino portaba camisas a cuadros causales y pantalones ajustados. Me veía incluso cuando se había acabado su turno. Me veía, y me sonreía tanto que me enamoré de esa sonrisa.
Recuerdo sus primeras palabras.
—Julián. ¡Julián? ¿Muchacho? Eres un milagro, ¿lo sabes?
Yo no era el milagro de nadie. Estaba enfermo, podrido y sucio. No sabía que día era, que año, cuanto tiempo, nada,
Y él despejó todas mis dudas.
José Luis fue un antes y un después en mi vida. Lo fue todo y es por eso que ahora, volviendo a mi presente, sé que todo estará bien si él está conmigo.
Lo miro, sentado en el sofá de dos plazas mientras acabo de preparar el almuerzo. Me he negado a quedarme en cama porque no soporto guardar el estúpido reposo, no me gusta. Me hace sentir peor y la verdad lo pasaría fatal estando entre sábanas recordando el infierno. Amo cocinar para él, y generalmente cualquier actividad que nos involucre juntos, por lo que a sabiendas de ello, me lo permite.
—¿estás mejor? —pregunta mientras sirvo los platos—. Me asustaste tanto en la mañana, Julián…
—Estoy bien, Recéndez, te lo juro. Te lo prometo. Sabes que… aunque hayan pasado cuatro años ya… y esté feliz con todo lo que tengo ahora, el pasado es parte de mí —replico, serio.
—No te pido que lo olvides. Solo… me asusta, me asusta verte como te vi antes. Envuelto en tus lágrimas, gritando, estabas pálido, Julián. Era como… si estuvieras volviendo a vivirlo todo y no sabía que hacer, me desperté de golpe y… —suspira, haciendo a una estaca clavarse en mi pecho.
—Yo jamás querría preocuparte, José Luis. Sabes qué odio cargarte con mis asuntos y yo…
—No se trata de eso, Julián —me interrumpe—. Amor, este es un punto de inflexión. Joder, daría mi vida para que no pasaras todo lo que viviste y te admiro, y te amo, y eres el hombre más guapo del mundo y… solo no quiero… esto. Verte de este modo, verte revivir ese pánico.
Dejo ambos platos en la mesa, suspiro comprendiéndolo, y me acuclillo frente a él. Baja la cabeza y me besa, un gesto largo y profundo que me deja sin aliento y abarca cada parte de mí hasta estremecerme.
—No te puedo prometer que no volverá a pasar —digo, porque es cierto—. Solo puedo asegurarte que trataré de superarlo, que seguiré en las terapias y que todo irá a mejor. Solo dame… tiempo.
—El que necesites —sonríe y vuelve a besarme—. Siempre te lo he dado —continúa, y siento a mi pecho volcarse cuando acaricia una marca de quemadura en mi muñeca—. Para que sanes todas esas heridas, las físicas, las emocionales, todas. Necesito que estés bien.
Asiento. No sé que más decirle salvo esto, regalarle una sonrisa, otro beso largo y tirar de él al centro de la mesa.

Más tarde, mientras disfrutamos del sábado mirando series y recordando anécdotas, las cosas van mejor. Me ha propuesto salir a cenar y no me he podido negar en nuestro aniversario. Dos años de casados, Increíble, pero cierto. Miro a José Luis y sigo sin poder creerlo, sin poder analizar que es… esto, mi marido. Que no estoy enfermo, podrido, que no estoy mal. Sí, porque sí. Uno sigue luchando, sigue peleando contra ello, contra el pensamiento de “esto está mal, yo estoy mal”; sin embargo, cuando él me mira, se ríe, cuando lo tengo a mi lado, sé que nada es un error.
Y así pasa, así pasamos la tarde.
Estoy llorando con el final de una de esas estúpidas películas románticas que odio ,¡ por justo sus finales absurdos y lacrimógenos, cuando ocurre.
José suelta mi mano y observamos ambos su móvil encenderse y vibrar. Un número desconocido parpadea en la pantalla del aparato y él, con la mano del anillo, lo coge:
—¿bueno? —responde.
Su ceño se frunce y palidece. Algo dentro de mí se anuda y siento que podrá darme una mala noticia en cualquier instante.
—Sí, verá… yo… no sé si él… pero… por favor, entiéndame, yo…
—¿qué pasa, José Luis? —inquiero, fastidiado y preocupado.
Él pone sus ojos en mí y suspira.
—Yo… si tu no quieres, amor, yo… es alguien que quiere hablarte.
Confundido, alzo mi mano y tomo su móvil.
No sé que pensar o que esperar cuando el toma mi otra mano fuerte y no despega su mirada de la mía.
—¿sí? —digo a quién sea que esté al otro lado.
Silencio.
Silencio.
Más silencio y comienzo a impacientarme.
—¿bueno? Si no habla, colgaré en este mom…
—¿Julián? Ju… ¿Julián? Soy… soy yo. Tu madre.

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amo este capítulo porque siento que conocemos algo más a los personajes.
En los demás seguiremos sabiendo quienes son, algo que ocurrió y se viene... algo que quizás apoorte más a ello.
Antes, el relato constaba de tres capítulos, pero este lo escribí en función de contar algo más y ambientar todo el asunto.
El siguiente es una conversación que me ha dolido mucho escribir con los padres de Julián y... bueno. ¿Que puedo decirles?
Los quiero, gracias por leer a este loco, gentecillas de sala.
Nos leemos.

parcero mis felicitaciones: Ya quisiéramos los mortales escribir como tú lo haces, de verdad.

Hola a todos me ha gustado el relato! Espero a que salga el siguiente

ay pero falta máas. Ustéd habla como si tuviera a Brandon Sanderson al freente pues. Yo soy un patas vueltas que escribe lo que se le viene y ya.
Qué alago, en serio.

no digo parcero, pues no soy de colombia jaja, pero te aseguro que lo que dice el compañero es la pura verdad. hojalá los mortales escribiéramos como tú lo haces, de verdad. casi lloro con la historia, eso meresaría mucho mas que relatos cortos, deberías hacerlo libro. es simplemente hermoso.

e... Compañera :)
No, a mí no me gusta Sanderson, pero sí puedo vislumbrar que Sanderson es Sanderson, y tú eres tú. Y si me ponen a elegir... Yo me quedo con tus relatos, porque sanderson no es mi estilo. Tú eres más real, más crudo, más... parce yo no sé, pero tienes un talento impresionante.