La siguiente es una lista del tipo más común de mujeres en circulación, AGUAS!
La madre: Es la mujer que adopta el rol de mamá, la que le pide el sobre de su sueldo y le da una pequeña cantidad para sus “chuchulucos”, la que lo regaña por todo, la que lo trata como a un hijo más y lo quiere igual; el problema para el hombre con este tipo de mujer, es que con su mamá no tiene “sexo”, por lo tanto, la relación podría ser duradera, pero caería en la infidelidad; normalmente estas mujeres no se divorcian.
La soyla: Es la que normalmente trae el gen del reclamo tal como la imitaba Héctor Suárez: Soy la que plancha, soy la que barre, soy la que cuida a los niños, soy la que cocina, soy la que... Por su actitud, hace que el marido salga corriendo a buscar a sus amigos o trata de llegar lo más tarde posible a su casa, para no escuchar la misma cantaleta de “no tengo, no me das, no me sacas”. Ésta es la esposa que cuando se divorcia jura que su marido no va a encontrar otra mujer tan perfecta como ella, que le tenía planchadas y almidonadas sus camisas, la cena caliente a la hora que llegara, la “comprensiva”. Y la verdad es que ellos ni siquiera piensan en eso, porque ya los tenían hasta el gorro.
La sensual: Normalmente, es la preferida de los hombres, pero le temen, porque piensan que se las pueden quitar fácilmente.
La sexy: Les encanta lucirla con sus amigos, la llevan a todas partes, pero lo último que piensan es en casarse con ella, aunque para los hombres de la tercera edad es un manjar que no dejarán ir aunque llegado el caso de divorcio los dejen encuerados, ellos lo saben, pero se la juegan y pagan el precio.
Las cabronas: Hay dos clases: “la mala” es la que insulta, menosprecia, denigra a su hombre, habla mal de él pero sigue durmiendo a su lado. En caso de separación pedirá lo justo.
“La buena” es sincera, él sabe a qué atenerse con ella, le va a decir lo que le gusta y lo que quiere o no de él, usted nunca se equivoca con este tipo de mujeres, por eso dicen que el hombre las prefiere. Tampoco tendrá problemas si se divorcia de ella.
La ejecutiva: Es a la que más le temen los hombres porque es autosuficiente, no está dispuesta a aguantar casi nada y en cualquier momento huye porque no necesita al hombre como proveedor. La ventaja es que en un divorcio no le pide nada.
La mosca muerta: Es la que aparentemente le hace menos ruido a un hombre, porque como no son guapas, ni simpáticas, no son dignas de admirar, fingen ser bobas, y un hombre puede pensar que no tendrá que preocuparse por nada con ellas, pero, ¡aguas!, está detectado que son las peores, porque de repente sacan las uñas, se le van a la yugular, no tienen escrúpulos ni se tientan el corazón para perjudicar a los hijos y menos al esposo, son capaces de hacer cualquier barbaridad, porque no son inteligentes.
La atracción fatal: ¡Aguas, de éstas huyan de inmediato! Son las que lo llaman constantemente, le caen en su oficina sin avisar o llegan a su casa, incluso en la madrugada, y deshacerse de ellas es dificilísimo.
La celosa: No se la recomiendo para nada, es un infierno vivir con una mujer cuyos celos se vuelven una enfermedad, lo que ella no sabe es que tanto los acusan sin razón que los hombres terminan realmente poniéndoles el cuerno.
La inteligente: Ella sí, es la que le da su espacio, lo deja respirar, ayuda a su pareja a crecer, la impulsa, es independiente y segura de sí misma.
La elegante y distinguida: Los hombres le tienen mucho miedo porque creen que sus vouchers serán de Louis Vuitton, Cartier, Carolina Herrera, Bvlgari, viajes a todo el mundo, y sí, tienen razón, así que si no tienen la cartera para complacer a una mujer como ésta, mejor ni se acerquen.
La manipuladora: Obtendrá de usted todo lo que quiera, pero le hará creer que de usted salió la idea y, si no, lo hará sentir tan culpable que de cualquier manera usted hará o dará lo que ella quiere. Cuidado, siempre navega con bandera de víctima, lo hará pagar hasta la última lata de sopa que le abrió; al final la víctima será usted y probablemente no se dará cuenta.
La seudobipolar: Ella le bajará el cielo y las estrellas, lo hará pensar y sentir que usted es el amo del universo, y apenas lo vea ilusionado y feliz de estar a su lado... ¡zaz! Es cuando ella se encargará de hacerlo sentir como lo peor de la humanidad; casi como una monserga, le dirá cosas terribles que usted no podrá creer que emanan de la boca de la que horas antes era su princesa del cuento de hadas.