la sala de hogwarts!

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1651. goten,

hay una telenovela infantil que habla de viajes en el tiempo, se llama aventuras en el tiempo, valga la redundancia, una de las reglas es, no puedes ver a tu yo del pasado a los ojos, luego podrías desintegrarte o desaparecer

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1652. Def-Leppard,

hombre, es lo mismo que dicen en regreso al futuro y tiene 20 años más. no lo cuento, lo hago!
jennifer podría encontrarse en el futuro con sigo misma. preveo dos posibilidades. 1: al encontrarse con sigo misma pero 30 años más vieja le daría un shock y perdería el conocimiento. y 2: el encuentro provocaría una paradoja temporal, lo que produciría una reacción en cadena que seguramente desarticularía el continuo espacio tiempo y destruiría todo el universo. claro que eso sería en el peor de los casos, la destrucción podría estar localizada y reducida solo a nuestra galaxia.

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1653. r-althor,

incluso, puede que la mente humana le juegue una mala pasada. Quizá piense que es ella pero no está segura, se convence del todo pero es prácticamente imposible que pase, lo descarte y piense que es un desvarío, etc. Es lo que tienen estas teorías tan armadas, que no tienen en cuenta la variable humana. Es como querer viajar por carretera y considerar solo el gasto de la gasolina.

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1654. Def-Leppard,

bueno, si lo prevee. a ver en el caso de btf, es que se dan de cara. no lo puedes dudar, eres tu! de echo harry dice que es su padre, porque eso cree él cuando vive la escena como espectador, cuando es el actor principal, se da cuenta de que no es su viejo, sino el mismo. y de echo se desmaya. así que pa mi, lo que dice el doctor brown se mantiene! xddd. pero siempre me he planteao: y si no lanza el patronus? hubiera muerto? perdido el alma? nooo noo, porque potter tiene una armadura de prota +25a a la clase de armadura, pero yo creo que cualquier idiota picaba

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1655. goten,

hablando de regreso al futuro, yo una vez pensé que fue adaptado de una saa de libros, está tan bien...

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1656. Def-Leppard,

no, regreso al futuro tiene sus novelas. en estupendo inglés, malditos sean los traductores estúpidos de best sellers, pero no es al revés. la idea fue de Robert cemekis, y sacaron la primera peli. luego salió el primer libro, y con la segunda salieron los dos últimos, antes de que saliera la tercera. pero como nadie se leyó el tercer libro y si se vieron el trailer de la peli pueees… nada. de echo en mi experiencia las pelis que no salen de libros, acaban saliendo mejor que las que tienen librito. por ejemplo tiburón: tiburón tiene novela, y se parece muchíisimo, pero aparta trama que en realidad no diría nada, pero añade profundidad a la historia. mantiene las cosas base de la novela pero yasta. y luego ha horrores sacados de muchas pelis con libro, o juego. como silent hill, que da igual por donde la cojas, la peli es una mierda

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1657. goten,

entonces no está en español? o si está como lo busco?

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1658. Sam-Weasley ,

jajajaja, quién sabe.

pero... claramente no habrá una escena donde no haga el patronus, o al menos no las dos veces quelo vimos...

Dios, mejor dejo de darle vueltas, que si no la cabeza me explota igual que un vociferador sin abrir. LOL.

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1659. numenor,

Concuerdo con Def. Si bas a introducir un viaje en el tiempo en tu narración, debes andar piano, como decimos en Cuba, para que nada se vaya de control. Y ya sé que hablamos de magia y demás, pero la narración tiene una lógica que no debe romperse, como pasó en la escena del patronus de Harry. Además, todo queda más forzado aún por la celeridad con que Pipipote aterriza: los dementores están a punto de llevarse a todos por delante y, sin mediar una mínima interiorización, Rowling nos suelta:
Y entonces lo comprendió. No había visto a su padre, se había visto a sí mismo... Expecto patronum!
Claro que esto se nota más durante una relectura, porque en una lectura inicial uno se deja llevar por la trama y no se detiene en tantos embrollos técnicos (o al menos yo no lo hice). Y hay que reconocer que el ritmo y coherencia de la acción en este libro son impecables, si obviamos el deus ex machina del patronus, que más que ayudar a los personajes, pienso que ayudó a Rowling XD

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1660. goten,

pues yo lo noté cuando lo leí por primera vez

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1661. Sam-Weasley ,

yo no, volví a leer ese porque es mi favorito de la saga, pero ahora me dejó con una pregunta que me tiene sin dormir :V

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1662. el-dios-cinderace,

llo también lo noté la primera vez ke lo lehi lo noté y en las pelis igual

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1663. numenor,

En el film es aún peor porque tienes las pedradas a la cabaña de Hagrid

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1664. kirito,

Esto de hecho, no tiene problemas. Es un bucle de tiempo perfecto.
No hay líneas alternativas, no hay y si. Todo lo que hicieron al viajar al pasado ya había sucedido, ellos no cambiaron nada.
Tiene implicaciones en que uno podría argumentar que el destino está fijo, pero fácilmente se podría decir que el pasado lo es solamente... Pero bueno, no viene al caso.

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1665. Sam-Weasley ,

cierto, y Hermione dice que oyó algo, después vemos que es ella con Harry intentando liberar a Buckbeak

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1666. kirito,

Una pequeña cosa que se me pasó por la cabeza cuando estaba releyendo un viejo fanfic en español, Harry potter y las mugglelimpiadas.
Era sobre la espada de grifindor y la espada que se inventaron para la serie.
Si mal no recuerdo se la comparó con la espada de grifindor sobre que esta si servía para un soldado, que no tenía adornos y tal.
El tema es que la comparación está alrevés. La espada nueva que le dieron a Hermione o Draco (no recuerdo a quién) probablemente sea inútil para una batalla. Las espadas de hoy en día difícilmente se hacen pensando en que van a ser usadas de verdad (hasta las de hema están a posta desafiladas y con otros pequeños cambios para mayor seguridad) mientras que la espada de Grifindor realmente se usó en la guerra. Tiene filo, tiene magia que la fortalece, y está hecha por gente que de verdad la pensó como un arma.
Solo eso xd.

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1667. jorgete,

En teoría el futuro no está escrito solo existe el que nosotros hacemos

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1668. goten,

yo estoy leyendo un fic, sobrevivientes se llama, trata de que la tercera generaci´n viaje al pasado, donde los buenos son los malos y los malos son los buenos

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1669. Def-Leppard,

odio las generaciones de potter. son absurdamente ridículas y están haí para que los fans jueguen con ellas.sin un canon, sin sucesos que pasen ni cosas así. Rowling se podía haber estirao y darnos algo más que unos nombres. muy tonto, lo siento. si comparásemos algo así, al menos jacen, jaina y anakin tienen su canon escrito, luego si quieres jugar con ellos pues vale.
en parte kirito tiene razón, es un bucle en el cual hicieron lo mismo. primero sus yos viajantes y luego ellos, al convertirse en los yos viajantes. no se habla del futuro y eso está bien. pero la cosa es que si hicieron lo mismo, se podían haber librado, y no, no es cierto. en la peli si parece un bucle, porque está la piedra, la rata en la jarra, y todo, pero en esa ocasión los yos viajeros son gilipoyas y no se llevan al hipogrifo, este muere, y fin. pero no debería haber nadie, o si debiera haberlo, se tenían que haber llevao al bicho en ese mismo viaje. si quitásemos todos los sucesos ocurridos en el primer... digamos real línea temporal, vale. ellos viajan para ver el pasado y hacer un minúsculo cambio que es salvar al hipogrifo para salvar a siriuss, pero no se llevan al hipogrifo. porqué? pero si causan todos los acontecimientos que ayudarán a Hermione y harry ha hacerlo todo. ridículo, ridículo total. luego cuando viajan todo tendría más sentido, repito, si no hubiera esas cosas que han echo los otros, y que ellos tienen que repeitr, por absurdos. os confesaré que yo no solo me dicuenta del tremendo bardeo que nos coló hay Rowling, sino que la cosa de ver a su padre, no me convencía. cuando leía el tercero de hp ya hacía tiempo que había leído un salto atrás, o flashback, como se llama en castellano, donde la tripulación del enterprise viaja al pasado para conseguir que la escelsior salve el acuerdo de quitomer, y en un viejo holograma veían a un picard, o a un hombre que se parecía asombrosamente a picard, y el cpaitán decía que posiblemente fuera un viejo antepasado. así que esto mismo pensé de harry y su patronus. un antepasado, pero por supuesto, la familia de harry está muerta, así que solo me quedó la explicación de él mismo, para entender ese patronus sin llegar a la parte donde lo revelaban. en el libro cuando viajan al pasado picard se da cuenta que por un estúpido hazar ha sido fotografiado junto al embajador Spock, y parte de la tripulación del puente, y aunque queda muy atrás, es visible en la foto. así que solo me quedó decir: pues este es harry salvándose solo. como viajarán sin una estrella y potencia warp? pues con un giratiempo, y ya el libro se me cerró solo. no es mi favorito ni de lejos. realmente me hubiera gustado saber más cosas de azkaban, un gran fallo, y que se indagara un poco más en el tema animagos. creo que es de las pocas cosas de hp que moe molan profundamente. no es mas que un mago echándose polimorfar, pero tiene que ser siempre en el mismo animal y con ciertas marcas. eso me gustó mucho

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1670. goten,

naa a mí los de la tercera generación es lo que mas me gusta de la saga, cambiar la historia que genial!

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1671. Ronald-Weasley,

¡Saludos amigos!
Disculpen la demora en traer el siguiente capítulo, estos días han estado muy agetriados por acá. Pero aquí está, el capítulo número 11 de esta historia, James Potter y el váculo de los tiempos.
Capítulo 11
Hera
James y Sirius fueron muy afortunados de no toparse con ningún maestro o prefecto en su camino de regreso a la sala común. Los dos estaban emocional y físicamente agotados, y sus pies casi hechos polvo, a pesar de las horas que pasaron durmiendo en el dormitorio. Ninguno mencionó las víboras en la habitación de Slytherin otra vez, lo que les convino muy bien a ambos.
A James le hubiera gustado olvidar todo acerca de ellas, pero era casi imposible, porque él y Sirius se llenaron de pesadillas recurrentes. Noche tras noche, James se ahogaba en un mar insondable de revueltas y retorcidas serpientes, el peso de sus palabras lo arrastraban en la oscuridad. Las pesadillas se hicieron tan normales, tan esperadas, que cuando uno de ellos se incorporaba, o caía de la cama enredándose y luchando con las sábanas, el otro ni siquiera tenía que preguntar lo que pasaba. Un vínculo tácito creció entre ellos, probablemente debido al hecho de que habían oído los temores más oscuros y profundos del otro. Mientras cada uno luchaba con sus propios demonios, lo hacían juntos.
Recuperándose de su experiencia en las mazmorras, la determinación de James y Sirius para completar el Báculo de los Tiempos desapareció. Buscar la siguiente habitación fue demasiado para sus mentes, por lo que el mapa y la pieza del cetro de Slytherin se fueron al agujero debajo de la tabla suelta del dormitorio, al lado de la de Ravenclaw. James decidió que podrían tratar con eso más tarde, cuando el horror de la habitación de Slytherin se desvaneciera.
La mañana de Navidad llegó antes de lo que esperaba James. Se despertó temprano, y parpadeando, se dio cuenta de que fue su primera noche sin pesadilla desde la Habitación de Slytherin. Echó hacia atrás las cortinas de su dosel para decirle a Sirius, pero en su lugar se encontró mirando un par de ojos grandes, oscuros y cristalinos. Era una hermosa y enjaulada lechuza, cuya jaula se encontraba precariamente encima de un pequeño montón de regalos.
—Sirius, ¡despierta! ¡Es Navidad! —James llamó, deslizando sus pies en un par de zapatillas.
Se precipitó alrededor del borde de la cama para obtener una mejor visión de la lechuza. Estaba salpicada de suaves plumas de color marrón y blanco, vagamente recordándole a la sal y a la pimienta. Esta chasqueó el pico felizmente, como diciendo “¡buenos días!” al chico con gafas, sonriendo a través de los barrotes de su jaula. Sirius echó hacia atrás sus cortinas con dosel, bostezando adormilado. Tenía un montón de regalos también.
—Feliz Navidad, compañero, —dijo, estirándose. Avistó a la lechuza. —¡Whoa! ¿Quién te envió la lechuza? Había una nota posada en la parte superior de la jaula.
Querido James, ¡Feliz Navidad! Desearíamos que pudieras estar aquí para celebrar con nosotros, pero estamos contentos de que hayas hecho muchos nuevos amigos en Hogwarts. Esta lechuza llegó desde América sólo para estar contigo. Cuida bien de ella… un mago puede compartir una vinculación muy fuerte y especial con su lechuza. Te amamos y te extrañamos ¡y nos vemos en junio!
Con amor, mamá y papá.
—Mi mamá y mi papá, —dijo James, acariciándola a través de los barrotes de la jaula. No podía esperar a ver la expresión del rostro de Bard cuando volviera a casa con ella en el verano.
Moviendo suavemente su jaula a la cama, empezó a desenvolver sus otros presentes. Había una pequeña caja de plumas de azúcar de Peter, una espléndida vela azul oscuro salpicada de plata de Remus, y un libro de “Todo Sobre las Arpías de Holyhead” de Sirius. El libro incluía un gran cartel desplegable que James instantáneamente fijó en la pared detrás de la cama.
—¿Qué opinas? —preguntó, dando un paso atrás. Lo que no dijo fue que sería bueno quedarse dormido viendo el movimiento de ida y vuelta de las Arpías a través del cartel, en lugar de ver las imágenes residuales de retorcidas víboras negras bailando detrás de sus párpados.
Sirius no respondió. Estaba ocupado desenvolviendo un oscuro y austero regalo, que parecía más probable que encajara en un funeral que bajo un árbol de Navidad.
—Oh, mis padres sabían que me encantaría esto, ¿no? —dijo con amargura, mostrando lo que había dentro. Era una manta de color verde oscuro con una serpiente de plata en forma de una S bordada en ella.
—Tal vez están esperando que te guste lo suficiente como para transferirte a Slytherin, —dijo James, tratando de mantener una cara seria.
—Seguro, —Sirius dijo con sarcasmo, recogiendo la manta y echándola en el cubo de basura.
Seguidamente abrió el regalo de Remus. Era otra extraña y brillante vela, pero la suya era de color violeta oscuro.
—¿Esto hace algo? —preguntó, mirándola a la luz.
—No estoy seguro, —respondió James, recogiendo la suya y examinándola de nuevo. —Tendremos que preguntarle a él cuando regrese.
Poniendo a un lado la vela, Sirius abrió su último regalo, un pequeño paquete etiquetado “Para el joven amo Sirius, de Kreacher”. Era una lata de plata oxidada, llena de galletas mohosas. Sirius se atragantó y rápidamente vació el contenido en el cubo de basura. Cayeron en un montón grumoso en la parte de arriba de la manta de sus padres.
—Bueno, al menos algunos son un buen botín, —dijo, señalando la pequeña colección de regalos que decidió conservar: la vela de Remus, una caja de plumas de azúcar de Peter, un pequeño modelo de una moto que realizaba acrobacias de parte de James, una caja de caramelos de su prima Andrómeda, y un par de botas para la lluvia con un poderoso encantamiento que repele el agua, de su tío Alphard.
Mientras Sirius observaba su moto zumbando por el suelo del dormitorio, James dejó que su nueva lechuza saliera de su jaula. Ella saltó sobre la cama y estiró sus hermosas alas de sal y pimienta, mirando agradecida de estar libre. James podía decir de inmediato que la adoraba.
—¿Qué nombre le vas a poner? —preguntó Sirius con la boca llena de caramelos.
James no lo había considerado todavía. La lechuza revoloteó arriba de su rodilla, como si supiera que era importante estar presente para su propio nombre.
—Estamos buscando el Báculo de los Tiempos, que fue hecho del metal enviado a la tierra por Zeus, —dijo James, acariciando su cuello. —La esposa de Zeus era Hera. ¿Te gusta el nombre Hera? La lechuza ululó su aprobación. —¡Hera será! —anunció James.
Hera, como saboreando su nuevo nombre, se alejó y se elevó alrededor de las vigas del dormitorio.
—Probablemente deberíamos llevarla a la lechucería, —dijo Sirius, recogiendo una de sus plumas del piso entre los dedos. —Pringle y Filch no estarían felices si se enteran que estamos dejándola volar alrededor.
—Bueno, —dijo James, decepcionado de que ella no podía quedarse en el dormitorio con él. Por un momento, se preguntó si podía ocultarla en su dosel todo el día, pero luego decidió no hacerlo; sólo podía imaginar el desastre que haría.
Él y Sirius se vistieron y comenzaron a despejar sus regalos de Navidad.
—¿Has visto la moto que me diste? —preguntó Sirius arrodillado, buscando debajo de su cama.
James se puso de rodillas para mirar debajo de la suya. No había señales de la moto de Sirius, pero vio otra cosa. Estaba medio escondida en la sombra, y no se veía como una camisa perdida o un zapato olvidado. Apoyándose en su estómago, James estiró su brazo debajo de la cama a medida que se acercaba, hasta que pudo sentir el borde del objeto. Lo sacó y se incorporó.
Era un paquete desigual, un presente que debió haber caído fuera del montón. Se sentía como una manta, pero era increíblemente ligera. Preguntándose qué diantres podría ser, James desdobló la nota clavada en él.
James, Mi padre me dio esto en mi primera Navidad en Hogwarts. Se ha transferido en nuestra familia por generaciones. Por favor, mantenla a salvo, y úsala bien. No te voy a decir que no la uses para romper las reglas, ya que creo que es tanto una tradición familiar como lo es dártela. Yo, sin embargo, recomiendo que trates de no ser atrapado. ¡Feliz Navidad! Papá.
Intrigado, James rasgó la envoltura. Una larga y fluida tela gris plateada se extendió fuera de ella, y fluía a través de sus dedos como el agua. Hera, con ganas de ver lo que era, aterrizó en su hombro.
—No puede ser... ¡Papá nunca me dijo que tenía una de estas! La boca de Sirius quedó abierta.
—James, ¡es una Capa de Invisibilidad! —dijo. —¡Tienes mucha suerte! ¿Por qué no podían mis padres conseguirme una de esas?
James arrojó la capa sobre su brazo y este se desvaneció. Hera ululó de espanto y despegó y aterrizó en la parte superior de uno de los postes de la cama. James sonrió.
—Mira Hera, está bien, ¡estoy bien! Él sacó la capa. Su brazo reapareció, pero ella todavía ululaba su desaprobación.
—Hey, ¿cuántos de nosotros podrían caber debajo? ¿Qué te parece?—preguntó Sirius, sujetando las esquinas de la suave y fluida tela.
James arrojó la capa sobre ellos dos, y miraron de soslayo a su reflejo en el espejo entre las camas de Peter y Frank. Era una sensación extraña no verse a sí mismos.
—Creo que tres de nosotros, a lo sumo, —dijo James, tirándola hacia atrás. Hera inmediatamente zumbó detrás de su hombro, como asegurándose de que él estaba bien. —Hera, ¿quieres conocer a las otras lechuzas de Hogwarts? Ella le dio un pellizco en la oreja de forma afectiva.
La lechucería se encontraba en la Torre Oeste. Era una habitación con una pequeña planta, cubierta de paja, pero se alzaba en muchos pisos, con cientos de ventanas abiertas. Hacía mucho frío en el interior; James deseó haber traído una capa con él. Lechuzas de todas las razas inimaginables estaban enclavadas allí, en las perchas que se elevaban hasta la parte superior de la torre. Más de unos pocos ojos se abrieron y miraron hacia él y Sirius cuando entraron, como molestas por ser incomodadas tan temprano en la mañana. James esperaba que pudieran ser agradables con Hera.
—Está bien Hera, —dijo, —ve a hacer nuevos amigos.
Hera le dio un empujón a su mejilla con su suave y aterciopelada cabeza, y luego salió para sentarse junto a una lechuza que dormía. Ella le hizo un chirrido a modo de saludo, pero él fingió no oírla.
—Están durmiendo Hera, —James la llamó. —Las lechuzas se supone que duermen durante el día, tonta. Ella revolvió sus plumas. —¡Ve a dormir! Ella obedientemente cerró los ojos, pero no parecía muy feliz por ello. James se obligó a irse antes de que pudiera cambiar de opinión acerca de mantenerla en su dosel.
A diferencia de otras comidas durante las vacaciones, la fiesta de Navidad fue del todo agradable. Dumbledore estuvo allí (aunque James y Sirius no lo habían visto desde el final del periodo), e insistió en que todos se sentaran juntos en una mesa pequeña, en lugar de estar en grupos dispersos en las mesas de las casas. Esto resultó ser una idea espléndida. James y Sirius llegaron a conocer a otros tres estudiantes de primer año: dos chicas de Hufflepuff llamadas Georgie Johns y Maddy Perks, y un chico de Ravenclaw con el pelo rubio enredado, llamado Andrew Foxfoot. Fue refrescante conocer a otros de primer año, y lo agradables que eran, después de tener que gastar tanto tiempo de clase con los de Slytherin.
A pesar del pequeño número de personas presentes, los profesores Dumbledore y McGonagall no se aguantaron en las fiestas de Navidad. La profesora McGonagall había hechizado las armaduras para hacer un show de Navidad, con canto y baile, y Dumbledore invitó a los elfos domésticos para unirse a la celebración después de la cena, transformando la mesa para dar cabida a 150 de ellos. Llegaron a petición suya. Algunos parecían encantados de estar allí, aunque la mayoría eran tímidos y muy reservados.
Hacia el final de la tarde (y después de algunas cervezas de mantequilla que tenían), la mayoría estaban de pie, bailando y cantando con las armaduras. No lograron salir del Gran Comedor hasta mucho después de la una de la mañana. Dumbledore prometió que mientras todos se fueran directamente a sus dormitorios, no tendrían problemas por estar fuera de la cama. Cuando lo dijo, James pensó que podría haberle visto parpadear una especie de advertencia, mirando en dirección a ellos.
Tomando su consejo, James y Sirius se fueron directamente de vuelta a la sala común. Adentro, se encontraron con Gavin sentado junto a la chimenea leyendo un libro. Él debió haber dejado la fiesta temprano.
—Oigan ustedes dos, —dijo cuando entraron, —El Profesor Turnbill vino a buscarlos.
James y Sirius se congelaron, intercambiando miradas agitadas. Ninguno de ellos había visto al profesor Turnbill desde el último día de clases.
—¿Qué quería? —preguntó James.
Gavin se encogió de hombros.
—Sólo quería saber dónde estaba su habitación.
Sirius estaba a punto de decir algo muy enojado, pero James lo apartó. Se lanzaron por las escaleras hasta su dormitorio, y cuando entraron a la habitación, abrieron sus bocas con horror. Era un caos absoluto. Sus cosas habían sido volcadas fuera de sus baúles y esparcidas por el suelo. Los muebles estaban tumbados, y las cortinas desgarradas debajo de las camas. Los cajones estaban boca abajo en el suelo, con su contenido arrojado de cualquier modo. El corazón de James se contrajo desagradablemente.
—¡Mi Capa de Invisibilidad!
Corrió a su cama, pisando y rompiendo algo de vidrio en el camino, pero no le importó para ver lo que era. Movió a un lado los escombros, en busca de cualquier señal de la tela gris plateada, pero había desaparecido.
—Estaba aquí, ¡él la tomó!
Sirius miró horrorizado.
—James, lo siento tanto...
—Yo no, — dijo James, poniendo sus manos en puños. —Voy a recuperarla. Voy a recuperarla ¡AHORA MISMO!
Salió del dormitorio antes de que Sirius pudiera detenerlo, empujando el retrato de la Dama Gorda con tanta fuerza que ella gritó con indignación. Voló por las escaleras en dos pasos a la vez hasta que llegó a la segunda planta. Sin preocuparse por lo que le pasaría después, marchó hasta la oficina de Turnbill y golpeó la puerta.
—¡Profesor Turnbill! —rugió. —Abra la puerta. ¡AHORA!
No hubo ningún movimiento al otro lado. James agarró el pomo de la puerta y lo retorció violentamente, pero estaba cerrada. El encantamiento Alohomora no funcionaría en ella, y era demasiado grande como para poder transformarla en algo, a pesar de que lo intentó. La furia hervía dentro de él cuando atacó con el hechizo de transformación en agua, luego en fuego. Trató de convertirla en vidrio. Malvavisco. Bizcocho esponjoso. En algún momento se dio por vencido en la transformación, y en su lugar, recurrió a golpear sin piedad con los puños, gritando y vociferando, aunque sabía muy bien que no había nadie allí.
—Potter, ¿qué diablos estás haciendo? James se dio la vuelta para ver a la profesora McGonagall cerca, mirando muy preocupada. Ella apenas debía subir del banquete de Navidad, porque sus mejillas aún estaban rojas, y el sombrero alto de bruja tenía montones de guirnalda colgando en él. James se esforzó por mantener su nivel de voz.
—¿Dónde está el profesor Turnbill?
—Se fue a casa para las fiestas, —dijo la profesora McGonagall, con el ceño fruncido. —Está pasando tiempo con su hija en Oxford. No volverá hasta enero.
La mente de James estaba aturdida.
—Él no está... ¿está segura?
—Sí Potter, estoy segura, —ella dijo con severidad. —¿Esto es urgente? ¿Hay algo en lo que pueda ayudarte?
James quería decirle cómo Turnbill había robado su Capa de Invisibilidad, pero había una serie de problemas con eso. Por un lado, ella averiguaría que ahora poseía una Capa de Invisibilidad, y seguramente no quería que el profesorado supiera al respecto si él y los demás la estaban usando a escondidas. Por otra parte, ella querría saber por qué Turnbill había robado, y por qué había ido al dormitorio de ellos en primer lugar. La búsqueda del Báculo de los Tiempos llegaría a un final rápido si los maestros se enteraban.
—No, —James dijo de repente. —Solo es algo de su clase.
—Entonces sugiero que te vayas. Caminó con él de vuelta a la escalera. Antes de que ella descendiera de regreso a su oficina en el primer piso, las comisuras de sus labios se torcieron en una pequeña sonrisa. —Es una suerte que yo te encontrara, —dijo. —Fuera de la cama, golpeando la puerta de un profesor de esa manera, cualquier otro maestro habría tomado al menos veinte puntos de la casa.
James trató de devolverle la sonrisa, pero debió haber salido más como una mueca.
—Buenas noches, profesora.
De nuevo en la séptima planta, James vio a dos ojos amarillos brillantes como bombillas en la oscuridad.
—Hola, señora Norris, —dijo con desaliento.
La gata de color tierra salió de las sombras, ronroneando con dulzura alrededor de sus tobillos. James se inclinó para frotarla detrás de las orejas. No sabía por qué, pero su presencia hizo que se sintiera mejor.
—Gracias de nuevo, realmente salvaste nuestro pellejo allí abajo en las mazmorras, —dijo, no del todo seguro de por qué le estaba hablando a una gata.
La gata asintió.
—¿Tú… me entiendes?
Ella asintió de nuevo. No había duda de ello.
—¿Los entiendes a todos?
Ella asintió por tercera vez. James comenzó a asombrarse.
—¿Muchas personas saben que las entiendes? —preguntó.
Ella sacudió su cabeza.
—¿Lo sabe alguien más?
Sí.
—¿Quién?
La gata puso sus ojos en blanco y volvió a mirar a James. Sintiéndose como un idiota, recordó que ella no podía hablar en realidad, y por lo tanto no sería capaz de responder a cualquier pregunta que no tuviera un sí o un no como respuesta. Pensando por un momento, atacó la pregunta desde un ángulo diferente.
—¿Lo sabe Filch?
Sí.
—¿Pringle?
No.
—¿Filch es la única persona que sabe?
No.
No había manera de que James fuera a preguntarle por cada persona de forma individual en Hogwarts, no si quería ir a la cama antes del próximo fin de semana. Acariciando su pelaje, sonrió para sí mismo. A pesar de crecer en el mundo mágico, aún había tantas cosas que tenía que aprender todavía. Ella ronroneó de nuevo, y por un momento, James casi se olvidó de por qué estaba tan triste.
—¿Señora Norris? ¿Estás aquí arriba? Hay algunas sobras del jamón de la fiesta de Navidad y pensé que tal vez podríamos…
Un hombre alto y enjuto apareció al otro lado del pasillo en un abrigo largo de color marrón. Era Filch, y tenía un plato sucio en una mano y una linterna luciendo sucia en la otra. Su expresión se tornó hostil cuando vio a James inclinado sobre su gata.
—¡¿Qué crees que estás haciendo?!
—¡Nada! —James dijo, rompiendo la tensión. —Es que no sabía que ella… La señora Norris siseó. James tuvo la clara sensación de que era su forma de decirle que no dejara que Filch supiera que conocía su secreto. —No sabía que tenía tan grandes ojos amarillos, —finalizó.
Era una mentira estúpida, pero Filch no pareció tener problema con eso. Estaba trabajando en algo en su cabeza, y aunque le tomó un tiempo, finalmente llegó a una conclusión.
—¡Eres ese mocoso que dejó nieve en el vestíbulo la semana pasada!
James sonrió débilmente.
—Lo siento, sólo estoy en primer año, no sé ningún hechizo, ya sabe, filtrar el agua de las botas, o secar nuestra…
Filch agarró a James por la camisa, y lo acercó lo suficiente que pudo contar sus manchas.
—Si veo que estás acosando a mi gata de nuevo, no vivirás para ver tu segundo año. Puedes estar seguro de eso.
Soltó a James toscamente, recogió a la señora Norris en sus brazos (ella puso los ojos amarillos en blanco a modo de disculpa), y salió pisando fuerte por las escaleras.
James sabía que fue muy afortunado por evitar el castigo, pero no se sentía aliviado en absoluto; su Capa de Invisibilidad aún no estaba. No había nada que hacer sino volver a la sala común con las manos vacías. Gavin se había ido a la cama, pero Sirius estaba esperándolo cuando llegó.
—¿Lo encontraste? ¿Te la regresó?
—La profesora McGonagall dijo que Turnbill dejó Hogwarts la semana pasada, —dijo James. —Él no ha estado aquí en lo absoluto, está en Oxford con su hija.
Sirius parpadeó.
—¿No está aquí? Pero Gavin dijo que estuvo aquí... ¿Crees que se confundió? ¿Será que ha recibido demasiadas Bludgers en la cabeza?
James sacudió la cabeza.
—No, no creo que nadie más hubiera hecho pedazos así nuestro dormitorio.
De pronto recordó que había algo más importante en el dormitorio que su Capa de Invisibilidad.
—¿Has comprobado el mapa y las piezas del cetro? —le preguntó sin aliento.
La cara de Sirius palideció.
—No, ¡no he mirado todavía!
Juntos, subieron por las escaleras y echaron hacia atrás la tabla suelta, pero ambos dieron un suspiro de alivio. Los dos fragmentos del Báculo de los Tiempos seguían guardados y seguros, junto con el mapa enrollado. James se hundió de nuevo en su cama mientras Sirius ajustaba la tabla del suelo nuevamente en su lugar.
—No puedo creer que tomó la Capa de Invisibilidad de mi padre.
—Yo sí, —dijo Sirius, dejándose caer junto a él, por lo que estaban acostados de lado a espaldas del otro. —Son muy raras, y valen mucho. Si él no la vende, probablemente la usará para espiarnos. —Eso es simplemente genial, —James dijo con tristeza. De repente, Sirius se sentó. —James… —susurró con su voz llena de alarma, —¿No crees que aún podría estar aquí... en esta habitación? ¿Ahora mismo?
James se entumeció. Ellos acababan de exponer todo.
Hubo un forcejeo repentino en la esquina. Antes de que pudieran moverse, antes de que pudieran procesar lo que estaba pasando o qué hacer al respecto, la tabla suelta chirrió fuertemente, como lo hacía cada vez que James y sus amigos entraban o salían de la habitación.
Hasta aquí llega este capi. Es corto en comparación con otros, pero deja un punto de tención muy alto al finalizar.

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1672. el-dios-cinderace,

QE ermandad de sirius y james ni rron y harri tuvieron una hermandad como esta

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1673. hermione_granger,

holas mis niños del universo potterhead: si: si, que el querido roni los llama potterianos: o pottereanos? :no sé, en cualquier caso, aquí biene su brugis más querida, o la más odiada?
haver: la querida comadreja y yo emos estado diceñando en nuestro cuvil: no, no, madriguera! ,eso eso: haver, en cualquier caso: emos estado diceñando esa caveza de calavasa y yo, porsierto feliz halloween: por donde iva: si: emos estado diceñando cositas para los fans como nosotros, si, los loquitos fans de harry potter, ese tío tan cachas y buenorro que iso que voldi la palmara, santa mierda: creo que peeves se apoderó de mí, aaaaaaA, no, ya, haver: que si no voy acabar haciendo esto peor que perrita squeeterr, bién, a lo que iva: que varita de sauco: mucha sombra y poco truco
emos estado diceñando en nuestra horden secreta diferentes dinámicas que estaremos posteando cada semana en el foro ya conosido, estas dinámicas ban a variar con forme abance nuestro mini prollecto, nuestra mini tienda de sortilejios: a, no, bueno: al principio no las aremos con tanta regularidad porque claro, siempre hay un jilipollas como ron que se lo carga todo: no, hermione, sál de mí, lo dicho, y abeces las cosas no tienen un buen resivimiento, pero igual nos bamos a lansar de cavesa desde la haya más alta, solo espero que lo que me atrape no sea el calamár gigante, jklasdfjk
enfín, si vemos que el prollecto tiene un buén resivimiento, en algún punto estaremos posteando algo que les va encantar: y esque si es bién aceptado, estaremos dando pequeños premios a nuestros ganadores: no comáis hancias, mejor ranas de chocolate, enfín, la dinámica es la siguiente que está abajo: no hay límites: apartír del momento que se postée corre el tiempo, los primeros 5 en emviar sus respuesta al acertijo serán los ganadores. bién, sin más cháchara y alas de hada, aquí se las dejo!
bién, la dinámica es una especie de diagrama de letras, pero con el rollazo potterhead, tomamos una palavra del universo y lo que aremos es fijarnos bién en como está escrita, sin que se nos escape ni una minúscula y muda h h h, de, ok no, la palavra la asignaremos nosotros: bién, cuando estamos seguros de como se escrive: prosedemos de la siguiente manera, escogemos una que empiece con la inicial de la palabra dada, tipo, hermione, si hermione empiesa con h, la primera palabra tiene que ser iniciando con h, y luego, después de coma y espacio, ponemos una que termine con h: siguiente letra, e, pues una que inicie con e, y otra que termine con e, ojo, les pido que sefigen como lo ise yo abajo para que vean como se desarrolla, se que es complicaíto, pero nada os cuesta estudiarlo, bién: sin más, leeros la diagrama abagito, y la palabra a buscar, o más bién, a formár! ,es? :sirius
eai: se sobre entiende que todas las palabras tienen que estár relasionadas con el múndo mágico
hermione
howarts, kidditch
encantamientos, lestrange
ronald, rosier
minerva, crum
impedimenta, inferi
oblibiate, higor
nagini, horión

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1674. Ronald-Weasley,

Hoooola gente de Hogwarts y sus aledaños, o de cualquier otra parte del mundo mágico. Haber si alguien se anima a cumplir con este desafío que les ha traído la bruja más inteligente de mi generación en el colegio. Ya saben, entre pelea y pelea con los mortífagos, ella solía entretenernos con cosas así, para mantener la mente activa jajajaja.

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1675. Dherhion,

No se ha entendido nada.
No te ofendas, pero no usas puntos, no usas comas en su sitio y tienes una ortografía horrorosa.
Pásalo por un corrector primero, por favor. Cosas como estas rompen la dinámica.

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1676. goten,

perdón pero solo tú eres el único que no entendió

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1677. Dherhion,

Explica pues, genio.

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1678. JairoGames,

eeeeeh… vale, creo que lo he descifrado. Diría que la cosa que propone va así.
Se propone una palabra. en este caso, Hermione, que será la palabra en que habremos de fijarnos todo el proceso.
Seguidamente, nosotros tendríamos que dar dos palabras en cada línea. en la primera línea, nos fijamos en la primera letra de la palabra original, y escribimos una palabra que empiece por esa letra, y una segunda que termine con esa misma. En este caso, ella da una palabra que empieza con h, y otra que termina con H.
Luego nos fijaríamos en la siguiente letra de la palabra original, en este caso, la "e". Y de nuevo, se dan dos palabras, una que empieza con e, y otra que acaba con e. Y así, sucesivamente.
Creo que se lía cuando llega a la o, porque pone una palabra que empieza con o, pero termina con r, pequeño fallo ahí. Pero bueno, creo que es esto a lo que se refería.
Luego no sé si el objetivo es llegar a una palabra concreta? Ni idea, ahí sí que no lo he entendido. Pero vamos, lo demás se puede entender.
Sí que es verdad, y le doi la razón a @Dherion en que hay que darle una segunda o tercera lectura al mensaje para comprenderlo por completo.

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1679. hermione_granger,

holi chicos: bueno, creo que Jairo lo a entendido bién, haver: que si, no se trata de llegar a formar una palabra en si, yo degé la dinámica que se forma, y lo ise usando la palabra Hermione, está separado por linias, la palabra que ustedes tendrían que completar era sirius, haver lo único que se tiene que hacer, es encontrar 2 palabras de cada letra que componen la palabra lansada, una que empiece y otra que termine con la misma letra: no se si se entiende, igual creo que Jairo lo explica mejor, y si, error mío, lo de higor, lol, nisiquiera lo había pensado, que me lié con Hermione xdd, enfín, ostia que no acribillen, es mi primeravez haciendo algo así

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1680. Ronald-Weasley,

¡Saludos amigos Potereanos!
Después de algún tiempo les traigo por acá el capítulo 12 del fic James Potter y el váculo de los tiempos. Ante todo, les pido disculpas por la demora, pero estas semanas han estado bien ocupadas en cuanto a materia laboral, y el tiempo que he tenido para editar el capi ha sido reducido. Pues aquí está ya, el capítulo número 12.
Capítulo 12
Kreacher y Trampas
No había nada que pudieran hacer. El intruso envuelto se había ido, y no había nada detrás de él.
—¿Qué hacemos ahora? —preguntó Sirius, corriendo de nuevo la tabla del suelo para sacar las piezas del cetro.
James todavía estaba congelado. ¿Cómo Turnbill podría hacer esto? ¿Cómo podía colarse en su dormitorio y saquear en Navidad, robar la capa, espiarlos utilizándola y luego teniendo el descaro de enseñarles de nuevo en enero? —¿James? ¡James! James se sacudió de nuevo de vuelta a la realidad.
—Tenemos que sacar las piezas de aquí —dijo decididamente.
—¿Dónde?
—Lejos de Hogwarts —respondió James, tomando las dos piezas de Sirius. — Donde mis padres podría ser, tal vez.
—¿Qué vas a hacer, enviarlas? —preguntó Sirius con sarcasmo. —Hera nunca sería capaz de llevarlas. ¡Tenemos que conseguir sacar esto de aquí a un lugar seguro, en este momento!
James no intentó mirar escéptico.
—¿Cómo?
Sirius caminó unos pasos hacia atrás y hacia adelante, con el ceño fruncido, pensando, pero entonces algo vino hacia él.
—¡Tengo una idea! Se colocó en el centro de la habitación, y mencionó un nombre en voz alta e imponente. —¡KREACHER!
CRACK.
Alguien, o algo, de repente apareció en el dormitorio justo en frente de Sirius. James se dio cuenta que era un elfo doméstico. A pesar de que sabía que era grosero, no podía dejar de mirar fijamente. Kreacher no se parecía a los cuidados y limpios elfos domésticos de Hogwarts que estaban en la cena de Navidad. Era horrible, desgarbado. Vestido solo con un manchado y grasiento taparrabos en su torso, tenía grandes cantidades de pelo oscuro creciendo fuera de sus grandes y flácidas orejas. Sus ojos llorosos inyectados en sangre se estrecharon a ambos lados de su larga nariz carnosa mientras se inclinaba a regañadientes.
—¿El maestro ha llamado a Kreacher? —preguntó con voz profunda que le recordó fuertemente a un sapo.
Sirius bajó la mirada hacia el pequeño elfo inclinado con un disgusto no disimulado en él.
—Sí. Kreacher, toma estas dos cosas de James y vuelve a Grimmauld Place. Escóndelos en alguna parte que nadie más que tú pueda encontrarlos. Ah, y espera...
Buscó en su mochila hasta que encontró el diario de Petrie, y lo puso en las mugrientas manos pequeñas de Kreacher.
—Esto también. No permitirás que nadie las vea, y no le dirás a nadie sobre ellos, o que viniste aquí y los viste. ¿Entiendes?
Kreacher asintió, caminando pesadamente donde James, con los pies descalzos golpeando en las duras piedras del piso del dormitorio. Le arrancó las dos piezas, con mucha más fuerza de lo normal y caminó hacia atrás más allá de Sirius, murmurando en voz baja.
—El hijo traidor de la señora llama a Kreacher a Hogwarts, sólo para enviarlo directamente a casa de nuevo...
—¡Y sin murmurar! —añadió Sirius en buena medida.
Kreacher hizo una cara muy fea (diciendo algo, porque ya era suficientemente feo para empezar) y después de un segundo se arqueó y con otro CRACK sonoro, se fue.
—Sirius, ¿estás seguro que podemos confiar en él? —preguntó James, sin dejar de mirar el lugar donde había desaparecido.
Sirius rió oscuramente.
—Con elfos domésticos, no es una cuestión de confianza, sino de dar las órdenes adecuadas. La magia de su especie los esclaviza a que hagan exactamente lo que sus maestros les dicen que hagan, palabra a palabra. No tienen opción.
—O sea que podrías decirles que salten de un acantilado, ¿y lo harían?
Sirius dio un largo silbido, como el sonido de algo que cae desde una gran altura, e hizo un feo sonido como al estrellarse, golpeando el puño de una mano con la otra.
—Por supuesto, él no necesita ese tipo de órdenes apretadas de mi madre, — dijo, pateando a un lado fragmentos de vidrio de algún tipo de material de algún kit de pociones de alguien. —Él la adora. También a mi padre y a mi hermano. Es solo a mí a quien no puede soportar. Me ha odiado desde que nací. Tiene su forma de meterme en problemas, sobre todo si voy detrás de alguien. Es como tener una niñera increíblemente pequeña y apestosa.
James se rió ante la idea, pero luego volvió en sí cuando se acordó del lío que estaba hecho el dormitorio. Se inclinó y comenzó a ordenar el contenido de su baúl volcado. Sirius se arrodilló para ayudar.
—¿Qué vamos a hacer? —preguntó James con amargura, envolviendo la vela de Remus en un par de calcetines viejos. —Turnbill tiene mi Capa de Invisibilidad ahora. No será tan fácil escabullirnos a las salas de Hufflepuff y Gryffindor con él espiándonos.
—Necesitamos que vuelvan Remus y Peter —murmuró Sirius.
El resto de los días de vacaciones fueron miserables. Dumbledore había desaparecido de nuevo, así que las comidas fueron una vez más tranquilas e incómodas como lo eran antes de Navidad. Eso ya no importaba tanto como antes, porque James no estaba muy hambriento en absoluto, y ciertamente no tenía ganas de hablar con nadie. No podía evitar la sensación de que la pérdida de la Capa de Invisibilidad era como decepcionar no solo a su Padre, sino que a todos sus ancestros, todos los Potter que estuvieron antes de él... por no hablar de todos los futuros Potter que vendrían después. Él era el fracaso en su larga línea, el eslabón débil de la cadena. Para empeorar las cosas, no se sentía como si pudiera compartir algo de esto con Sirius, a pesar de que fuera la única persona en el mundo que sentía que podía compartir casi cualquier cosa. Sirius no sería capaz de relacionarse, e incluso podía herirlo, porque él no tenía una buena relación con su familia. Al menos Sirius era un buen amigo, lo suficiente para ver que algo estaba molestando a James, y comprender que no quería hablar de ello.
Sin poder hablar con Sirius, James a menudo iba a la Lechucería para ver a Hera. Ella aún no había entendido el concepto de ser nocturna como el resto de sus compañeras, por lo que siempre estaba lista y esperando por él cuando entraba, saltando de un pie a otro excitada por pasar tiempo con su chico. Los dos tomaron muchos paseos largos en los terrenos de Hogwarts, bordeando el lago del Bosque Prohibido en un silencio mutuo donde ambos encontraban paz. A veces, Hera volaba por un momento, solo para llegar más tarde con un ratón muerto de regalo. Curiosamente, estas ofertas hacían sonreír a James (aunque Hera podría decepcionarse por que no comería).
Los días se mezclaron. Cada uno se sentía más largo que el día anterior, hasta que por fin, el día del Año nuevo llegó y se fue, y Remus y Peter volvieron. Ambos estaban horrorizados al escuchar sobre el saqueo en el dormitorio y el robo de la Capa de Invisibilidad, pero al menos estaban contentos de escuchar que el mapa, el diario y los primeros dos fragmentos del cetro estaban a salvo. James sugirió revisar el mapa para ver dónde estaba la siguiente habitación, pero Remus insistió en su contra, argumentando que era muy arriesgado con Turnbill suelto en una Capa de Invisibilidad. A partir de ese momento en adelante, parecían no estar de acuerdo en todo.
—Te lo dije —susurró con fuerza James en la mesa de desayuno el primer día del nuevo semestre. —Le ordenaron volver y dejarnos conseguir las piezas. Si nos detenemos, ha sido instruido para "¡Silenciarnos!" Tenemos que seguir adelante.
Los ojos de Remus se movían alrededor del Gran Comedor.
—James, podría estar siguiéndonos y escuchándonos a cada momento. Es demasiado peligroso. Todavía podríamos ir con Dumbledore, no es muy tarde...
Sirius golpeó su vaso contra la mesa.
—Remus, si no lo has notado, ¡esto ha sido peligroso desde septiembre cuando nos involucramos! James tiene razón, tenemos que hacer algo, o al menos aparentar que lo hacemos.
Al momento que Sirius terminó la frase, Turnbill entró al Gran Comedor. Vestido con ropas verdes forestal, estaba sonriendo ampliamente, saludando a los estudiantes mientras se abría camino por el pasillo central hacia la mesa de los profesores. James se había parado de su asiento antes que alguien pudiera detenerlo.
—¡Profesor! —gritó, tratando de evitar que su voz temblara por rabia contenida. Turnbill se giró, pero la sonrisa en su rostro se desvaneció cuando fue recibido por la expresión venenosa de James.
—¿Qué pasa, James? —¿¡Qué pasa!? —James hervía.
—Quiero mi capa de vuelta. ¡Y la quiero ahora!
Turnbill parecía realmente confundido.
—¿Tu capa? ¿Qué capa? —preguntó. Trató de alejar a James atrayéndolo por el codo a un lugar más privado, pero James tiró de él hacia atrás, desafiante.
—¡La capa que me quitó en Navidad! —gritó, sin importarle que todos los estudiantes en las inmediaciones estaban mirando con la boca abierta.
—James, no sé de qué estás hablando —dijo Turnbill cortésmente, pero de manera cortante. —Yo estaba en casa con mi familia en Navidad, puedes preguntarle a cualquiera. Lo siento, me gustaría poder ayudarte, pero ha habido algún tipo de malentendido. Te veré en clase.
Se fue, dejando a James parado allí en medio del pasillo, sin habla. Los estudiantes en las inmediaciones miraron, sorprendidos por su audacia, hasta que Sirius se materializó a su lado para arrastrarlo de nuevo a su lugar en la mesa de Gryffindor.
—¡En qué estabas pensando! ¡Por qué acabas de hacer eso!
—Yo... no lo sé... —tartamudeó James, sin dejar de observar a Turnbill mientras tomaba asiento en la mesa de profesores. —Sirius... no creo que haya sido él.
Había pocas pruebas para basar su teoría, pero algo en su instinto le decía que era verdad. Turnbill no tenía nada que ver con el saqueo del dormitorio, o el robo de la Capa de Invisibilidad.
Remus frunció el ceño.
—Pero Gavin dijo que era él.
—Gavin podría estar equivocado —dijo James, comenzando a sentir como algo importante estaba a punto de encajar. —O...
Se devanó los sesos para encontrar alguna forma de que alguien podría mágicamente disfrazarse de otra persona. Tenía que ser posible. Por último, se acordó de algo que su madre le decía a menudo, sobre todo cuando tenía que peinar su pelo para estar presentable, o vestir túnica para una ocasión de lujo.
"Algunos días, te pareces tanto a tu padre, me pregunto si has estado preparando la poción multijugos en tu armario".
—¿O qué? —preguntó Remus.
James levantó la mirada, con sus ojos intensos.
—Tal vez alguien está haciendo Poción Multijugos.
Tuvo que decirlo en voz baja, ya que había algunas caras cercanas que aun miraban en su dirección. Sirius se quedó sin aliento, pero las expresiones de Remus y Peter estaban en blanco con incomprensión.
—¿Poción Multijugos? —preguntó Peter con timidez.
Sirius respondió por James, con su voz baja.
—Puede transformar al creador para parecerse exactamente a alguien más, al menos si puede conseguir algo de la persona a la que desea cambiar.
James no conocía las complejidades de la elaboración de la Poción Multijugos, porque su madre nunca le explicó completamente sobre ésta, pero esa parte sonaba muy desagradable. Se imaginó una loca boticaria, cortando trozos y partes de personas en un caldero encendido y espumeante.
—Yo estoy emparentado con el tipo que la inventó —continuó Sirius, mientras que James tiró el resto de su desayuno a un lado, sin apetito. —Es mi tátara abuelo o algo por el estilo. ¿Recuerdan? Slughorn lo mencionó en el primer día de pociones.
—Bueno, eso explicaría por qué Turnbill se pone tan de mal humor... a veces — dijo Peter, luchando por encontrar una buena forma de describir el extraño cambio en la personalidad que tenía entre clases y el tiempo libre en los jardines. —¡Tal vez el Turnbill que vemos en Defensa Contra las Artes Oscuras es el verdadero, y el que nos espía es el Turnbill Multijugos!
Durante todo este tiempo, Remus había estado observando la mesa de los profesores, sumido en sus pensamientos.
—No —dijo finalmente. —No puede ser Poción Multijugos.
—¿Por qué no? —preguntó Sirius.
—Por un lado, vemos al Turnbill que nos espía a todo momento —replicó Remus. —Si él estuviera robando partes del cuerpo del Turnbill real para preparar todas estas pociones. ¿No creen que nuestro profesor le faltaría brazos y piernas?
Sirius resopló en su jugo de calabaza.
—La gente no usa brazos y piernas para prepararla, Remus. Usualmente utilizan pelo, pues es más fácil de robar desde la túnica de alguien.
James se sintió mucho mejor al escuchar eso.
—Bueno, ¿te parece como si estuviera calvo? —preguntó Remus, moviendo la cabeza en dirección a Turnbill.
Por supuesto que no parecía estar quedando calvo. Su grueso y castaño cabello ondulado caía hasta los hombros.
—Además, James, nos dijiste que escuchaste a Turnbill hablar con Abraxas Malfoy. Dijiste que llamó a Turnbill por su nombre.
Eso atrajo la atención de James. No podía negar haber escuchado ese intercambio, y a pesar de que hubiera estado bajo la influencia de alguna poción, estaba seguro que había oído al Sr. Malfoy decir el nombre de Turnbill.
—Puede haber otra explicación para eso. Quizás quien esté usando la Poción Multijugos también está engañando a Voldemort y sus seguidores, haciéndolos pensar que él es el verdadero Turnbill.
—¡O tal vez Turnbill es realmente un Mortífago! —siseó Remus. —Ni siquiera importa. No importa quién o qué es él, si es un Mortífago, o un impostor, o solo nuestro profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras con una muy mala bipolaridad, alguien está detrás de nosotros, y ahora ni siquiera podemos verlo cuando se escabulla a matarnos. Tuvimos nuestra diversión, encontramos un par de piezas, pero ya es tiempo de ir donde Dumbledore. ¡Prefiero pasar mi tiempo ocupándome de mi tarea de Astronomía que preocupándome de ser asesinado!
Esto pareció convencer a los demás.
—Okay —dijo Sirius, levantando sus manos en señal de rendición. —Llevaré el mapa y las piezas del cetro a Dumbledore hoy.
La boca de James se abrió con furia. Era traición. Se suponía que Sirius estaba de su lado. Estaba a punto de decirle algo, pero se detuvo en seco por un dolor agudo en su pierna derecha. Sirius acababa de pegarle por debajo de la mesa.
—Iré después de Transformaciones. ¿Quieres ir conmigo James?
James cerró rápidamente la boca, para no despertar las sospechas de Remus o Peter.
—Claro —dijo, señalando y haciendo todo lo posible para parecer decepcionado, pero complaciente. ¿Qué estaba planeando Sirius?
Remus suspiró con alivio, como si hubiera esperado una batalla más larga y difícil.
—Bueno. Solo espero que nos castigue por andar vagando de noche.
—Oh, no lo hará, no te preocupes —dijo Sirius. —Tengo que ir a hacer algo. Los veo en clases.
Se giró y salió raudo hacia el Vestíbulo. Sólo James pudo ver la sonrisa de oreja a oreja que estaba suprimiendo. Sirius llegó justo a tiempo para Transformaciones, recibiendo una mirada dura y severa de McGonagall mientras entraba por la puerta a tomar su asiento. La clase parecía no acabar nunca, y no importó cuántas veces James intentó preguntar qué estaba haciendo, Sirius decididamente no le hizo caso. Finalmente, sonó el timbre. Remus y Peter se despidieron, y se fueron con la multitud hacia Encantamientos.
—OK, ¿Qué está pasando? —preguntó James cuando estaban solos, finalmente, en el pasillo, pero Sirius ya estaba caminando a buena velocidad.
James no tuvo otra opción que seguirlo. Sirius lo llevó por las escaleras hasta el séptimo piso. James supuso que estaban de regreso para conseguir el mapa y llamar a Kreacher, pero para su sorpresa, Sirius dio un giro en la dirección opuesta, y se dirigió por las escaleras hasta la Torre Oeste.
—¿Qué estás haciendo? —gritó James sobre los ecos de sus pasos corriendo. — ¿Este es el camino a la oficina de Dumbledore?
Sirius no respondió. En cambio, corrió aún más rápido, y James tuvo que dejar de hablar para alcanzarlo. Finalmente se lanzaron sobre la puerta en la parte superior de la escalera, y dentro de la congelada Lechucería. Sirius cerró la puerta tras ellos, y lanzó su peso contra ella, presionando su oreja sobre la pesada y antigua madera.
—¿Qué estás...?
Sirius abrió su mano, haciéndole callar. Estaba escuchando atentamente. James observaba, su corazón seguía golpeando contra su garganta. Algo pesado cayó sobre su hombro, y él saltó, pero luego se dio cuenta que se trataba de Hera. La acarició con el dorso de los dedos.
—Creo que estamos bien —finalmente susurró Sirius. Abrió su mochila y rebuscó en su interior, sacando finalmente el mapa. —Después del desayuno fui a buscar esto.
—¿Así que no...? —empezó James.
—¡Por supuesto que no le estamos entregando nada a Dumbledore! —dijo Sirius con desprecio. —Es tonto no comprobar al menos el mapa de la habitación de al lado. —Entonces, ¿Por qué hemos venido hasta aquí? —preguntó James, levantando su zapato para comprobar si hay excrementos de búho debajo. —Era el único lugar que pensé que podríamos estar seguros de que no nos siguieran —dijo Sirius, desplegando el mapa. —Por un lado, oiríamos que viene tras nosotros en el hueco de la escalera. Por otro lado, mira lo pequeño que es aquí. No sería capaz de moverse de forma invisible, y sin chocar con nosotros. También veríamos sus huellas en la caca de búho.
James quedó inmóvil en silencio. Sirius era brillante.
—Aparecium. ¿Dónde está la siguiente habitación? —Sirius murmuró en voz baja sobre el mapa. Se tomó un momento en responder, pero lo que sucedió arrancó una exclamación de ambos. Había cientos de puntos parpadeando con la etiqueta "Parte de Hufflepuff". Estaban por todo el castillo, incluso en la sala común. Por desgracia, no había ninguno en la lechucería.
—¿Qué significa? —preguntó James.
—No sé —contestó Sirius. —¿Crees que cada una de estas es una puerta a la sala de Hufflepuff? ¿O crees que solo una es la verdadera?
—Muéstranos la verdadera puerta de la habitación de Hufflepuff —ordenó James, pero por lo que podía ver, el mapa no cambió.
—Muéstranos la puerta más segura a la habitación de Hufflepuff —intentó Sirius, pero sin éxito.
—Bueno, supongo que podríamos ir a alguna de estas puertas y ver si el mapa nos da las direcciones, como el último par de veces —dijo James.
Sirius dobló el mapa de vuelta y lo guardó en su mochila.
—No, no podemos. Creo que no tenemos que entregar el mapa a Dumbledore aun, pero creo que Remus está en lo correcto. ¿Qué pasa si nos siguió hasta la habitación de al lado? Un movimiento en falso, y no vamos a perder sólo el Báculo de los Tiempos...
Por mucho que James quería decir algo desafiante, sabía que Sirius y Remus estaban en lo cierto. Después de todo lo que habían pasado, sería imprudente y tonto arriesgarse a perder lo que tanto les había costado encontrar.
—Entonces, ¿qué hacemos ahora? —preguntó James, sintiendo el sordo dolor de la desesperanza sobre él.
—Por lo que yo puedo ver, sólo hay una cosa que podemos hacer —dijo Sirius, cruzando los brazos sobre el pecho. —Recuperemos tu capa.
—¿Cómo hacemos eso?
—No tengo idea.
Los cuatro no volvieron a ver a Turnbill espiándolos de nuevo. Era inquietante por decir lo menos, y cada vez que James pensaba en eso, experimentaba un breve ataque de paranoia, seguido de una subida desagradable de vergüenza por no escribir a casa para decirle a su padre que el manto fue robado. La única forma en que podía asegurarse era imaginar que aún podían encontrar las piezas del Báculo de los Tiempos de alguna forma. Con el poder de controlar el tiempo, él podría recuperar la capa de vuelta. Se aferró a esta lógica como una balsa salvavidas en las siguientes semanas, sobre todo para mantenerse lejos de la locura con frustración.
Un día en marzo, James estaba medio escuchando la conferencia del Profesor Dearborn sobre las plantas temerosas cuando su mente se perdía, como había sido a menudo, de vuelta al mapa. ¿Qué podrían significar todos los puntos parpadeantes? ¿Podría cada uno ser una forma de entrar a la habitación de Hufflepuff? Sirius era la única persona con la que podía hablar del mapa ahora. Encontrar tiempo para hablar con él a solas era difícil cuando Remus y Peter estaban constantemente alrededor.
En el asiento junto a James, Sirius parecía dolorosamente aburrido. Con el codo sobre la mesa, inclinó su cabeza con aire ausente en su mano mientras dibujaba una planta estrangulando a Severus en el margen de sus notas. James tuvo que mantener su boca cerrada para no reírse, debido a que en el dibujo Severus parecía estar preso del pánico.
Al otro lado del pasillo, Peter se había quedado dormido por completo (estaba haciendo un buen charco de baba en el centro de la mesa). Junto a él, Remus, como si quisiera ser un ejemplo para los otros tres, estaba tratando de prestar atención, pero sus ojos estaban vidriosos.
—El Lazo del Diablo es mortalmente divertido, pero se pondrá de mal humor en el sol —recitó Dearborn mientras caminaba por el pasillo central. Se quedó rondando un momento por encima de Sirius. —¿Qué es esto, Black? —preguntó, tirando del pergamino en el que Sirius estaba dibujando antes de que pudiera meterlo debajo de su libro de texto.
—Oh... es... es —balbuceó Sirius, mirando bastante impresionado al ser tan bruscamente sacudido de su estupor.
—Esto —dijo Dearborn, elevando el dibujo de Sirius para mostrarlo al resto de la clase —es un perfecto ejemplo de lo que el Lazo del Diablo hará con ustedes, si olvidan la rima.
Severus, reconociéndose a sí mismo, apretó sus manos hasta poner blancos sus nudillos y fulminó con la mirada hacia el asiento donde estaba Sirius. No era la única persona que reconoció el dibujo. Otros estudiantes se reían, incluso apuntándolo.
Lily, sentada rígidamente entre Gwen y Mary al otro lado de la habitación, ni siquiera se giró a mirar. Desde el incidente en el pasillo, ella todavía actuaba como si James y sus amigos no existieran. El Profesor Dearborn entregó el dibujo de vuelta a Sirius, sin ninguna pista.
Mientras James pensaba más en ello, más estaba seguro que tenía razón. La siguiente habitación era la de Hufflepuff, ¿cierto? Sólo tenía sentido que iba a ocultar su pieza del cetro en su propia colección de arte. Se dio la vuelta en su asiento, con ganas de decirle a Sirius. Sus ojos debieron haber estado brillantes, porque Sirius articuló la palabra "¿qué?" en su boca, pero James esperó a que la clase terminara para explicar.
—¡Los puntos son pinturas! ¡Las pinturas son todas las puertas a la habitación de Hufflepuff! —dijo triunfante, después de que la mayoría de los otros estudiantes se hubieran ido.
Sirius se golpeó la frente con su mano.
—¡Moco de Troll! ¡Tienes razón! ¿Cómo no pude haberlo visto antes?
Remus se quedó paralizado, y Peter caminó junto a él. —¿Puntos? —preguntó con recelo. —¿Puertas? —solo lució perplejo por un momento, porque luego su expresión se tornó furiosa. —¡Se lo quedaron!, ¿no es así? ¡Se quedaron con el mapa y no nos dijeron!
James trató de no parecer tan culpable como se sentía. Durante todo este tiempo, estaban dejando que Remus y Peter creyeran que Dumbledore les protegía. Alguien podría haberlos atacado en cualquier momento, y Remus y Peter podrían no haber estado preparados. Era imperdonable.
—Hey, ¡tú dijiste que sólo querías preocuparte de tu tarea de astronomía! — dijo Sirius en un tono que sugería que le había hecho un gran favor a Remus.
—¡No me refería a eso! —dijo Remus con resentimiento. —¡No quería que me mintieran! ¡No puedo creerles!
James rápidamente cortó a Sirius antes de que pudiera decir algo más perjudicial.
—A pesar de que tenemos el mapa, no estábamos planeando ir a la habitación de Hufflepuff sin recuperar mi Capa de Invisibilidad. Sólo queríamos demostrar que aún seguíamos en camino, por si alguien nos estuviese mirando.
Remus se fue caminando fuerte, ya sin mirar o hablar con alguno de ellos.
—En serio —dijo James, corriendo para alcanzarlo. —No lo haríamos.
—Pero vamos a tratar de averiguar un plan para recuperar la capa —dijo Sirius alegremente.
Remus frunció el ceño.
—No haremos que nos maten —dijo James con firmeza, no insistiendo en el hecho de que él estaba tratando de convencerse a sí mismo también. —Es solo que el padre de Malfoy dijo que Dumbledore podría usar el cetro para su propio beneficio. No podríamos habérselo entregado.
—No estoy enojado porque no le dieron a Dumbledore el mapa y las piezas — dijo Remus finalmente, deteniéndose y girándose a mirarlos. —Estoy más enojado porque ustedes mintieron al respecto.
Eso tomó a James con la guardia baja.
—Pero, pensé que habías dicho que esto se estaba tornando demasiado peligroso.
—Lo hice —dijo Remus, moviendo la cabeza. —pero si ustedes no estuvieron de acuerdo conmigo, y querían seguir tratando de recuperar la capa, podría haber lidiado con eso. Ya hemos perdido todo este tiempo ahora, con ustedes dos guardando sus secretos.
James se sintió terrible. Se acordó de lo que la madre de Remus había dicho, acerca de que ellos eran sus primeros amigos verdaderos. Amigos que estuvieron mintiéndole acerca de algo que podría haberle costado la vida.
—Lo siento —dijo James. Fue para Remus y Peter, y esperaba que hubiera salido tan sincero como lo había sentido.
Peter se encogió de hombros débilmente, pero Remus le dio una dura mirada.
—No nos mientan de nuevo.
—No lo haremos —prometió James, a pesar de que no podía ignorar la sensación de que Remus estaba guardando sus propios secretos.
Fuera lo que fuese, decidió, no era lo mismo. No era justo compararlos, ¿verdad? Sea cual fuere el secreto de Remus, seguramente no podría poner sus vidas en peligro.
Remus exhaló un largo y pesado suspiro.
—¿Entonces dijeron algo de que los puntos eran pinturas?
Una vez que estuvieron sentados de forma segura en el ruidoso Gran Comedor para el almuerzo, James y Sirius pusieron al día a Remus y Peter acerca de lo que se habían perdido. Por suerte, Sirius había mantenido el mapa en el fondo de su mochila, por lo que fueron capaces de pasar su periodo de almuerzo memorizando las ubicaciones de todos los puntos en la entrada del castillo. Se fueron unos minutos antes para confirmar en silencio que una pintura estaba colgando en cada uno de ellos.
—Bueno, eso es 32 de 32 —dijo Sirius al revisar el último, un cuadro de un pequeño grupo de hipogrifos en torno a una mesa jugando al póker. —¿Ahora qué?
—Lo que dijeron ustedes —respondió Remus. —Con Turnbill libre, tenemos que encontrar la forma de recuperar la capa de James.
—¡No es Turnbill! —dijo James por lo que parecía ser la milésima vez.
Remus y Peter se miraron el uno al otro con escepticismo. James estaba a punto de explicar nuevamente cómo Turnbill era inocente, pero Remus debió notarlo porque cambió de tema.
—Esta noche tengo la intención de ir a la biblioteca para hacer el ensayo de Dearborn. Tal vez si ustedes vienen, podríamos hacerlo juntos.
—¿Tarea? ¿Estás más preocupado de tus deberes que de esto? —preguntó Sirius acusadoramente.
—Bueno, sí —respondió Remus. —Estoy seguro que escuchaste en clase Sirius, debido a que estabas prestando mucha atención, que nuestro ensayo es para pasado mañana. Tal vez si lo hacemos con la suficiente rapidez, podemos buscar algunos libros con hechizos que nos puedan ayudar si es que Turnbill... o quién sea el espía de Voldemort que está fisgoneando. Tal vez podamos aprender ese encantamiento que Flitwick nos dijo hoy en clases. ¿El revelador de presencia humana? ¿Homenum Revelio?
Eso al menos sonaba esperanzador para James, incluso si ellos no estaban de acuerdo sobre quién estaba escondido bajo la capa. Decidiendo ir a la biblioteca después de la cena, cargaron sus mochilas al hombro y se dirigieron a Pociones. James observó la espalda de Remus por delante de él a medida que descendían los escalones de las mazmorras. Tenía miedo de romper las reglas, se molestaba rápidamente, y a veces se fastidiaba con razón, pero era un buen amigo perdonador. James decidió que estaba encantado de tenerlo de vuelta en la búsqueda, y en silencio, se prometió no volver a mentir a sus amigos de nuevo.
No había casi nadie en la biblioteca esa noche. Después de escribir un ensayo corto y descuidado acerca de las hierbas que crecen sólo en la luz de la luna, James empujó a un lado su trabajo. Con su mente tan distraída, era imposible concentrarse en esto por más tiempo. Al mirar hacia los lados, pudo ver que Sirius, Remus y Peter no habían terminado aún. Decidiendo dejarlos ahí, James cogió el libro que utilizó en su ensayo, Arrojando Luz sobre Plantas y Criaturas Influenciadas por la Luna, y caminó de regreso a la sección de Herbología para reemplazarlo.
Se metió en la estantería y se volvió para regresar, pero se distrajo de repente cuando vio otra sección en el mismo pasillo, más cerca del suelo. Invisibilidad. James se arrodilló junto a esta. Era una sección muy pequeña como podía ver; sólo había cuatro libros. Uno a uno, hojeó sus índices, en busca de cualquier mención de Capas de Invisibilidad, pero eran principalmente sobre hechizos para aparecer varios objetos invisibles. Desalentado, empezó a preguntarse si lo que quería hacer era siquiera posible. El último de los cuatro libros, Desaparece tus alimentos: Guía Práctica de Hechizos de Invisibilidad para Comida Rápida, resultó ser incluso más inútil que los tres anteriores.
James los metió de nuevo en su lugar y mientras lo hacía, se sorprendió al sentir una sensación extraña en el dorso de la mano. La retiró rápidamente. No había nada allí. Bueno, es la sección de invisibilidad, ¿no es así? pensó James.
A tientas en el espacio vacío, sus dedos se cerraron en torno a algo sólido. Casi de forma automática, realizó el único hechizo que sabía que podría revelar información oculta.
"Aparecium".
Un pequeño libro apareció en su mano, titulado El Libro Invisible de la Invisibilidad. Abrió la tapa y miró en su interior. Ningún estudiante lo había tomado antes, y era porque probablemente nadie sabía que estaba allí. Emocionado, James volteó hacia adelante la tabla de contenido. Había un capítulo entero sobre Capas de Invisibilidad. Con el corazón palpitante, escaneó títulos de las secciones del capítulo hasta que encontró exactamente lo que estaba buscando. Evadiendo espías con Capas de Invisibilidad
Debido a las rarezas de las verdaderas Capas de Invisibilidad, es poco probable que este sea un problema que los lectores vayan a experimentar. En el caso improbable de que la bruja o el mago estén siendo espiados por un enemigo con Capa de Invisibilidad, sólo hay un método conocido por el mundo mágico para ver a través de estas. Un mago Japonés ciego conocido como Shiryoku inventó un método para encantar anteojos para ver a través de cualquier sustancia que desee el usuario, incluyendo la piel de Demiguise usada para Capas de Invisibilidad. Hay sólo cinco de estos anteojos en el mundo, sin embargo, cuando Shiryoku murió se llevó consigo su secreto. Sin uno de los lentes de Shiryoku, la única forma conocida para que magos se protejan de intrusos invisibles es mantener la compañía de un animal con la habilidad de ver a través de las capas. De todos los animales conocidos en el Mundo Mágico, sólo hay uno de esos animales. Un gato con ojos amarillos puede ver a través de Capas de Invisibilidad, pero es incapaz de hablar a su amo. Un híbrido con ojos amarillos, generado a partir de Kneazle, y un gato doméstico, es capaz de ver a través de Capas de Invisibilidad y entender el dialecto humano. Si bien son bien útiles, estos gatos son difíciles de criar. Un criador Kneazble, Anatelia Figg de Surrey, intentó criar uno de estos híbridos durante veinte años antes de experimentar el éxito.
El libro cayó al suelo desde las manos entumecidas de James y desapareció de nuevo.
Hasta aquí llega. Es un capi de transición más que nada, pero los chicos realizan algunos descubrimientos interesantes. Espero que la próxima actualización on se demore tanto como esta, ojalá que sea así.

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