esta historia es un tanto creepi, pero quiero aclarar algo. en ese tiempo era un niño pequeño, por lo que no puedo decir que esto fue tan exajerado como lo vi en el momento. miren. puedo decir que esta cosa fue hací, y asustarme un poco, o puedo decir que mi imajinación infantil cambió los sucesos. viene historia! fui al parque de diverciones cuando era pequeño, de aproximadamente 5 o 6 años, y havía una especie de fiesta. niños con entrada gratuita, personas con disfraces graciosos, todo decorado... todo realmente bonito. en especial los gatos, perros y conejos que paseaban por el lugar, silenciosos, abrazando a los niños pequeños y estrechando manos de adultos.
yo soy ciego desde que nací, por lo que mucho de esto fue pasado por alto por mí. pasamos jugando un buen rato, pero en cierto momento me alejé de mi mami para ver lo que hacían otros niños. cuando intenté recuperar a mis padres, no los encontraba, y me quedé parado en un sitio, hasta que alguien se asercó a mi. era una persona con un traje de peluche. admito que no recuerdo qué animal era, ya que estaba asustado por la falta de mis padres. el tipo se asercó a mi, y tomó mis manos. algo que muchas personas hacen, y aquí nadie me dejará mentir, es tratar de mostrarles las cosas a los niños ciegos. como cuando alguien saca algo del estante de una tienda para que lo toquemos. en fin. el tema es que el acercó mis manos a su cara para que sintiera el material del disfraz. tela suave, como un peluche normal, y unas pequeñas orejas del mismo material, su mentón cubierto por la misma tela, y... aquí empieza lo raro. acercó mi mano a su boca, y me pareció sentir que sus lavios estaban cubiertos con el material. imajínense esto: el interior de su boca, de la de ustedes, claramente es cálida y úmeda, y sus lavios tienen piel suave y frágil. este tipo... este tipo tenía sus lavios cuviertos de pelo, como si fuera un ser realmente cubierto de pelo. algo más que me gustaría explicar es que su boca me pareció demaciado grande. luego de que yo ignorara esto, y que en mi alegría infantil pensara que era un agradable oso jigante que me ayudaría, me tomó y me sentó en sus piernas, y el se sentó en una silla de plástico. cinco minutos sintiendo el calor de su respiración hasta que mis padres llegaron, y me alejaron rápidamente. ese es el fin de la historia. me gustaría decir que todo lo que mencioné antes no me dió miedo en el momento. fue cuando, años después, lo pensé con cuidado. mi escudo para esta situación, es que era un niño con una imajinación un tanto... grande